Estamos en la que quizás sea la época más complicada para el pescador: los meses fríos conllevan un cierto “parón” de actividad: las condiciones climáticas no suelen ser las más adecuadas para lanzar la caña al mar, ni al río. Con la bajada de las temperaturas se produce también un descenso de actividad en la gran mayoría de las especies, muchas llegan incluso a hibernar; solo unas pocas mantienen cierta actividad y pueden darnos alguna que otra alegría…
Entre todas esas especies capaces de mantener la actividad en los días más fríos, destacamos la Carpa.
Y es que los fríos días de invierno son quizás los más adecuados para practicar la pesca de la carpa o Carpfishing, ya que es ahora cuando más opciones tendremos de capturar ejemplares de gran tamaño.
Por eso hemos querido dedicar un reportaje especial a la pesca de la Carpa, tratando de desvelar todos los secretos para conseguir los mejores resultados.
LA CARPA
La carpa es uno de los peces más astutos que se conocen y eso la convierte, sin duda, en un reto para cualquier pescador. Un digno contrincante que, además, cuenta con el valor añadido de alcanzar unas longitudes y pesos realmente excepcionales, lo que siempre hace que la acción de pesca resulte aún más excitante.
La carpa común (Cyprinus carpio) es un pez procedente de Asia que a día de hoy se encuentra introducida en casi todos los lugares del mundo. Su dieta es bastante variada, ya que es una especie omnívora. Se alimenta principalmente de animales, como pequeños peces, insectos en todos sus estadios y crustáceos, pero no desprecia semillas y frutos de vegetales que caen al agua.
Pero si hay algo que hace destacar a la carpa por encima de otros peces son sin duda sus especiales sentidos.
Se tiene conocimiento de que las carpas son capaces de desarrollar un agudo conocimiento sobre todo lo que les rodea, lo cual lo consigue gracias a la calidad de sus sentidos de la vista, oído, tacto y olfato… muchos pescadores han llegado a pensar que las carpas disponen de un sexto sentido que les capacita para sentir cualquier peligro que les esté acechando.
Mención especial merece su oído: la gran mayoría de las especies (truchas, bass, etc.) cuentan con dos métodos de audición y sin embargo la carpa tiene tres: oído interno, sensor de línea lateral extremadamente sensible y un aparato formado por pequeños huesos y ligamentos que conectan al oído interno con su vejiga natatoria. Gracias a esto, esta especie es capaz de detectar sonidos y vibraciones en un área muy superior a la del resto de peces. Por eso resulta tan complicado engañarlas y también por eso su pesca es tan apasionante.
Podemos localizar una importante cantidad de carpas y, al instante, sin que hayamos hecho nada aparentemente, desaparecen de nuestra vista… puede que hayan apreciado una sombra, o un pequeño destello… y es que, ante cualquier minúsculo indicio de peligro, la carpa optará por huir rápidamente.
DÓNDE ENCONTRAR CARPAS EN INVIERNO
La pesca de la carpa es una pesca compleja en la que inciden muchos factores como el tipo de cebo o el montaje más adecuado, pero el principal factor para disfrutar de una gran jornada de pesca invernal de carpas es su correcta localización, algo que no siempre resulta fácil sobre todo en grandes masas de agua.
Por lo general la carpa a medida que avanza el invierno y las aguas se enfrían se encuentra a mayor profundidad, lo que sin duda complica su localización.
Además, como consecuencia de este enfriamiento de las aguas, su actividad suele disminuir de forma drástica, pasando a un estado de casi hibernación viviendo en muchos casos de las grasas acumuladas en las estaciones anteriores habitualmente más ricas en alimento. Son los ejemplares más grandes, los que más alimento necesitan, los que se verán obligados a salir en busca de alimento y por eso podremos tener a nuestro alcance ejemplares realmente espectaculares.
En esta época buscaremos principalmente en profundidades entre los 8 y los 12 metros aproximadamente, si bien en jornadas soleadas podemos buscarlas con algo menos de profundidad ya que aunque solo sea por algunas horas, la temperatura del agua subirá unos grados que la carpa buscará y aprovechará para calentarse.
Es muy importante una vez localizadas las zonas querenciosas inducir a las carpas al movimiento, ya que es mucho más probable de esta forma que tomen los cebos que nosotros le ofrecemos. El motivo es sencillo: al moverse la carpa consume una valiosa energía que no rehusará en reponer si a su paso se encuentra con un apetitoso cebo, bien colocado por nuestra parte.
Si pescamos de día, las horas más propicias serán el amanecer, a mediodía y al atardecer. En cambio, si lo hacemos en horas de poca luz, conviene saber que las carpas tienen tendencia a acercase a las orillas en busca de alimento. Suele haber dos fases de mayor actividad nocturna: una es al anochecer, y la segunda está comprendida entre la una de la mañana hasta poco después del amanecer.
Durante las próximas salidas abordaremos algunas de las zonas calientes que conviene repasar con nuestras cañas en estas fechas:
- Tal y como hemos comentado, buscaremos principalmente profundidades entre los 8 y los 12 metros aproximadamente y en jornadas soleadas podemos buscarlas con algo menos de profundidad ya que aunque solo sea por algunas horas la temperatura del agua subirá unos grados que la carpa buscará y aprovechará para calentarse.
- Cauces de los ríos: los cauces de los ríos suelen tener bastante profundidad en esta época del año, por lo que son el primer lugar en el que podemos buscarlas. Pequeños regatos y riachuelos que desembocan en muchas reculas también deben estar en nuestra lista. Estas zonas suelen disponer de mucho alimento natural durante todo el año por lo que éstas los visitan con frecuencia.
- Islas sumergidas: otras zonas bastante visitadas por las carpas en invierno suelen ser las islas sumergidas, ya que estos lugares ofrecen la posibilidad de encontrar alimento a distintas profundidades sin hacer grandes desplazamientos. De esta forma, si el día esta nublado y con bastante frío las carpas posiblemente se encontrarán en las zonas más bajas de la isla y por el contrario, si el día está soleado y suben las temperaturas los peces buscaran las zonas altas de la isla para solearse y coger temperatura.
- Zonas con estructuras sumergidas: árboles sumergidos, pilares de puentes, rocas de buen tamaño, etc. este tipo de estructuras sumergidas suelen ser lugares que las carpas frecuentan debido a la cobertura que les ofrece el fondo donde suelen estar más tranquilas.
- Colocar un cebo en las inmediaciones de una antigua edificación sumergida merece siempre una oportunidad. Cangrejos y otros pequeños animales se esconden en sus grietas, los mejillones encuentran buenos lugares sobre las viejas piedras. Es el entorno ideal para las carpas que buscan alimento.
- En pantanos o presas podemos buscar zonas de suelo sólido en las que no crezca la vegetación especialmente si han crecido plantas a sus lados. Para las carpas requiere mucho más esfuerzo moverse en una jungla de plantas, que “pastar” en los bordes de estas zonas.
CEBO Y CEBADO DE INVIERNO
Cuando tengamos clara la zona donde vamos a pescar debemos encargarnos del cebado del área de pesca. Hay que tener presente una cosa: en estas fechas los grandes comederos y los cebados excesivos no nos van a ayudar debido a las escasas necesidades alimenticias de los peces. Por tanto debemos realizar cebados concentrados. Evitaremos cebar en gran cantidad la zona de pesca pues en estos meses las carpas comen sólo lo justo y necesario por lo que cebar demasiado puede resultar perjudicial haciendo que las picadas disminuyan.
Es preferible hacer varios cebaderos pequeños en diferentes puestos que un único cebadero más amplio.
Dispondremos únicamente unas pelotas de engodo mezcladas con un puñado de semillas o boilies troceados que serán más que suficiente para hacer que la carpa se acerque a la postura, se alimente y pueda picar en nuestro anzuelo con más probabilidad que si hubiera cebado excesivamente.
Respecto al sabor de los boilies no es determinante, tanto los de base de pescado como los dulces son igual de buenos, evidentemente dependiendo del embalse. Sin embargo hay pescadores que sostienen que en invierno prefieren usar sabores salados con los que obtienen menos picadas pero de mayor calidad.
Respecto al cebo podemos destacar lo siguiente:
- Utilizaremos cebos de fácil digestión (pellets, boiles con poco contenido proteínico etc..) evitaremos por lo tanto cebos con alto contenido en proteínas debido a que con temperaturas bajas ,la acción de digestión de la carpa se vuelve más costosa y lenta
- Apostaremos por colores vivos como boilies rojos o naranjas, maíz, etc. que ayudarán a localizar antes el cebo ante carpas poco activas como las que nos encontraremos.
- Cebos suculentos: debemos montar cebos de calidad y no excedernos en el tamaño para hacer que la carpa menos hambrienta no dude a la hora de entrar con decisión a por nuestro engaño. Por otra parte la correcta presentación del mismo también cuenta con un papel importante en esta época.
MONTAJES INVERNALES
Por lo general nos vamos a enfrentar a jornadas de pesca con pocas picadas, por lo que es fundamental que nuestros montajes se encuentren en acción de pesca el mayor tiempo posible.
Normalmente la carpa sólo nos ofrecerá una oportunidad y nuestro cebo tiene que estar ahí para aprovecharla totalmente. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que no se encuentra mal colocado o defectuoso, por lo que conviene que renovemos los cebos con mayor frecuencia de la habitual, siempre con el objetivo de presentar un cebo fresco y atrayente en todo momento.
Al revisar el montaje frecuentemente también limitamos las posibilidades de que éste se coloque mal sobre el fondo, pues actuará durante periodos más cortos de tiempo.
A nivel técnico no existen diferencias entre los montajes invernales y los montajes destinados a la pesca de la carpa el resto del año, siendo válidos tanto los montajes libres como los semifijos.
Lo único que debemos tener presente es el menor ritmo de la carpa en estas fechas, que hará todo más despacio incluyendo también la picada. La picada en invierno es mucho más sutil, ahora las carpas se dirigirán a nuestros cebos, los tomarán, los degustarán, los escupirán, los volverán a tomar… etc.
Si se clavan probablemente no huirán en estampida, sino que especularán un poco arrastrando el plomo e intentando liberarse del anzuelo.
Todo esto es conveniente conocerlo para adaptarnos a estas circunstancias; en consecuencia puede resultar buena idea optar por anzuelos de talla más pequeña, ya que se clavarán mejor que los grandes. Además, convendrá que regulemos la sensibilidad de las alarmas al máximo, para que nos adviertan del menor movimiento del cebo.
También puede resultar recomendable utilizar una línea de monofilamento con muy poca elasticidad, ya que con ello aumentará significativamente la señalización de la picada.
CONSEJOS PARA LA PESCA DE CARPAS EN INVIERNO
– Al contrario que otros pescadores, quien intente capturar carpas deberá “bendecir” la presencia de viento. Y es que el aire (siempre que sea moderado, claro está), moverá la superficie y eso puede ayudar al pescador a pasar desapercibido.
En este sentido, deberás tener presente que la carpa se mueve y alimenta contra el viento.
– En caso de que pesquemos en una zona en la que exista corriente, debemos saber que ésta puede ser utilizada para nuestros fines: nos colocaremos de forma tal que sea la corriente la que haga llegar nuestros cebos de manera natural hasta la carpa. De esta forma el cebo se le presenta a la carpa de una forma mucho más natural y convincente.
– Las condiciones ideales son, sin duda, un día de temperatura suave y cielo cubierto, en cuyo caso la carpa normalmente presentará mejor actividad.
– En cuanto a los horarios, es conveniente diversificar nuestras primeras sesiones en un pesquero nuevo para intentar identificar las mejores horas de cada zona.
– En lugares donde sospechemos que los peces no han probado los boilies es preferible probar con cebos naturales que pueden tener mayor aceptación (Por ejemplo maíz, cola de cangrejo, gusanos, etc.) con los que sería imposible pescar en otra época del año.
