TEMPORADA DE TRUCHA: CONSEJOS PARA MEJORAR RESULTADOS

Especies

Por fin comienza una nueva temporada de trucha.

Mientras vamos preparando todo nuestro equipo, sin duda se nos vendrán a la memoria los mejores momentos de temporadas anteriores, y entre ellos recordaremos algunos de aquellos lugares en los que aquella trucha enorme nos plantó cara hasta conseguir (este año no sucederá), escapar. Podemos recordar el recodo exacto del río, la vegetación reinante, el estado de las aguas… y prometemos que este año lo volveremos a intentar, iremos a por ella… pero ¿continuará estando allí?

Si fuéramos capaces de saber con antelación dónde se encuentran las truchas tendríamos mucho camino andado ¿te lo imaginas? Poder marcar en un mapa el lugar exacto donde nos están esperando ¡qué fácil!

No pretendemos dar aquí unas claves secretas válidas a nivel general para todos los pescadores y ríos, ya que por desgracia eso no existe; pero sí podemos comentar algunos datos de interés sobre esta especie que, sin duda, nos ayudarán enormemente a la hora de determinar dónde podemos encontrar las truchas.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LA ESPECIE

Muchas personas ajenas al mundo de la pesca se preguntan por qué la trucha despierta tanta admiración en el pescador deportivo. Sin duda, si alguien se plantea esta cuestión es porque nunca ha experimentado la lucha directa, el cuerpo a cuerpo único con la que sólo esta especie puede retar al pescador.

La trucha se define por su carácter arisco (lo que hace muy difícil su localización), pero también por su capacidad de lucha y, en consecuencia, el enorme desafío que puede suponer para cada pescador que espere meterla en su cesta.

Como otros muchos animales, tanto terrestres como acuáticos, las truchas son una especie tremendamente territorial: buscan una zona propia en el río, en la que se sientan cómodas, a resguardo y con fácil acceso al alimento; y se adueñan de ella. Allí pasarán la mayor parte del día, abandonando el lugar únicamente cuando necesiten comer o para frezar. En relación a su alimentación lo primero que debemos saber es que la trucha es un pez predador; tanto que casi podemos decir que se alimenta de todo lo que puede estar a su alcance: insectos acuáticos, terrestres, gusanos, lombrices, alevines de otras especies o incluso de la propia… Esta variada dieta permite al pescador la posibilidad de utilizar las más variadas técnicas de pesca así como todo tipo de cebos y señuelos.

Por último, resulta importante señalar que las truchas son sumamente exigentes con la calidad de las aguas en las que habitan: resulta imprescindible que tengan una alta oxigenación, baja temperatura y nada de contaminación.

 

TRUCHA COMÚN VERSUS TRUCHA ARCO IRIS

Aunque resulte muy habitual meterlas todas en el mismo saco, lo cierto es que existen importantes diferencias entre la Trucha Común (Salmo Trutta) y la Arco Iris (Oncorhynchus Mykiss). Distinto comportamiento y costumbres, así como diferente filiación taxonómica, hacen que tengamos que hablar de dos especies con características propias.

TRUCHA COMÚN

– Color: la trucha común tiene una enorme variedad de colores; tanto es así que podremos ver ejemplares muy diferentes incluso sin movernos de un mismo río. Efectivamente, la común tiene una habilidad única para modificar su coloración corporal en función de los tonos que dominen en la zona, método que utilizan como forma de defensa contra los depredadores.

– Alimentación: se basa en los invertebrados que encuentran a la deriva en la corriente. Para buscar el alimento utiliza la táctica de colocarse tras un obstáculo, desde donde intercepta a sus presas. La Común gusta de colocarse en las zonas de más fondo del río, cerca de alguno de los objetos que allí puede encontrar, que utilizará como “guarida”.

– Localización: la trucha común es sumamente territorial. Suele pasar la mayor parte de su vida en una zona no demasiado extensa, de la que aprende hasta el mínimo detalle cada escondite, de los cuales nunca permanecerá demasiado alejada.

– Hábitos: nocturnos y crepusculares.

– Necesidades ambientales: la común es una especie bastante “exquisita” en cuanto a lo que necesita del entorno en el que habita. La temperatura del agua y su contenido de oxígeno deben ser los adecuados para que se dé esta especie.

TRUCHA ARCO IRIS

La Trucha Arco Iris está íntimamente ligada con los salmones del Pacífico, siendo sus características principales las siguientes:

– Color: vientre blanco y flancos plateados cubiertos de numerosas pintas negras.

– Alimentación: al igual que la común, la Arco iris se alimenta de invertebrados, si bien se ha podido observar que ésta se decanta por los recursos externos del río (insectos terrestres, caracoles…), mientras que la común prefiere los invertebrados propios del río. A la hora de comer la encontraremos en las corrientes, donde prefieren las zonas abiertas, donde la corriente es más fuerte. Gusta de las zonas altas del río, dejando los fondos para las truchas comunes.

– Localización: la trucha Arco Iris busca siempre del cobijo que puede ofrecerle una rama colgante de un árbol, un tronco sumergido o una corriente rápida de aguas turbulentas. La veremos en espacios abiertos, cerca de la superficie y con una actitud mucho menos pasiva que la que suele presentar la trucha común; llegando a recorrer grandes distancias en un solo día.

– Hábitos: la trucha Arco Iris no teme tanto la luz del día como la común, hasta tal punto que puede alimentarse en plena luz incluso en los días de verano.

– Necesidades ambientales: la Arco Iris resulta mucho menos exigente que la Común, en cuanto a lo que tiene que ver con su hábitat. Soporta mucho mejor el calor, pudiendo vivir en zonas donde la temperatura alcance los 27ºC (aunque el rango ideal se sitúe entre los 13º y los 19ºC).

– Movilidad: se suele decir que la Trucha Arco Iris “desaparece” de los ríos al cabo del tiempo. Para muchos la explicación se encuentra en que, como un comportamiento heredado de los salmones, esta trucha tiene tendencia a emigrar al mar. Otros afirman que simplemente cuando se localiza en zonas en las que tiene que cohabitar con la trucha común, es ésta la que gana la partida, lo que obliga a la Arco Iris a lugares en los que las condiciones no son tan ideales, lo que sin duda aumenta su mortalidad.

– Reproducción: aunque existen unas pocas zonas en las que la Arco Iris se reproducen en libertad, debemos saber que esto no es lo habitual. La Arco iris es una trucha normalmente nacida en cautividad, hasta tal punto que se considera “semidoméstica”. Esta condición supone, sin duda, que resulte un animal con muchas menos capacidades para defenderse y conseguir perpetuarse en el ambiente natural.

DÓNDE ENCONTRAR LAS TRUCHAS

Para poder localizar las truchas hay dos puntos principales a tener en cuenta:

– Conocer los hábitos de las truchas.

– Conocer la geografía del río.

Con estos dos datos básicos podremos llegar a imaginar y determinar las características que reinan debajo de la superficie, lo que sin duda supondrá conseguir el ansiado éxito en la pesca. Así pues, lo primero que debemos tener en cuenta es que la trucha está siempre al acecho de alimentos que lleva la corriente, por lo que la encontraremos siempre mirando río arriba.

Se trata además de un pez tímido y huidizo que constantemente está en busca de protección y resguardo, y que huirá a la mínima sospecha de peligro.

Igualmente importante es tener en cuenta las corrientes, de acuerdo a ellas y a los accidentes que pueden influir en las mismas, las truchas buscarán una zona u otra de reposo.

A la hora de localizar truchas en su río, deberás analizar las siguientes consideraciones:

UBICACIÓN DE LAS TRUCHAS SEGÚN SU TAMAÑO

– Truchas pequeñas y medianas: en aguas rápidas y oxigenadas como ser correderas, zonas de río turbulentas y rápidas.

– Truchas mayores: en aguas más profundas y tranquilas (aunque existiendo buenos reparos viven también en aguas rápidas).

Las truchas que permanecen en un lugar del río, eligen un sector del mismo marcado por dos zonas: una para el reposo y el escondite, y otra para el acecho de alimentos. Ambos lugares no deben estar muy lejanos, de tal manera que les permita acudir de uno a otro con cierta rapidez.

LUGARES PARA EL ALIMENTO: generalmente pueden ser el fondo de un pozo, debajo de un árbol sumergido, una excavación de la orilla.

LUGARES PARA EL REPOSO: aguas rápidas (que le permiten un menor consumo de energía) pegadas al fondo o detrás de una roca, pues tanto detrás como delante de éstas hay un remanso y allí se ubicarán mirando a la corriente.

LA VELOCIDAD DEL AGUA

La velocidad más cómoda y preferida de las truchas es la de un cuarto a medio pie por segundo, puesto que es la que les permite una correcta oxigenación. A pesar de eso, estas aguas son pobres en alimentos y, por eso, la trucha debe salir a buscar comida a corrientes superiores (de hasta 6 pies por segundo).

Si observas las diferentes corrientes de un mismo río, podrás ver que la mayor es la columna principal del río, la que discurre por el centro, por debajo de la superficie. Hacia las orillas y pegado al fondo es menor por la fricción, así al circular, la corriente produce una erosión y da una forma al río encajonándolo, formando canales profundos, depositando la sedimentación y piedras más pequeñas hacia la orilla opuesta a las curvas o en ambas dejando los mejores lugares para vadear.

LOS MEANDROS

Conocemos por “Meandro” cada una de las curvas que describe el curso de un río. Pues bien, estos lugares y más concretamente en su parte externa, son zonas donde aseguraremos casi al 100% la presencia de truchas.

POZOS

Allí donde el río se hace más caudaloso es, sin duda, otra de las zonas de pesca más deseadas por cualquier aficionado.

Y eso a pesar de que la actividad se hace más difícil al no tener prácticamente visibilidad y además contar con la complicación añadida a la hora de conseguir que el cebo utilizado descienda.

Por todo ello, lo más adecuado es pescar lastrando. Lo más habitual es que los pozos se pesquen tanto en la entrada como en la salida de los mismos.

UNIÓN DE DOS CORRIENTES

Otro de los lugares preferidos por las truchas son aquellos en los que dos corrientes de distinta velocidad y/o dirección se unen. Podemos citar diferentes ejemplos: desembocaduras de arroyos, nacimientos de arroyos, unión de dos ríos (o confluencia), deltas, islotes…

JUNCALES

Los Juncales se caracterizan por ser lugares de aguas tranquilas y de mucho alimento. Si eres pescador de mosca, debes saber que estas zonas resultan ideales para pescar con ninfas de Dragón y Damsel fly, sin dejar de lado las imitaciones de adultas.

REMOLINOS

A pesar de resultar difíciles a la hora de pescar, son lugares de acecho en busca de alimentos. En ellos nuestra línea entra en una fuerza centrifuga, corriendo el riesgo de enganches y otras cosas fatales, la única manera de pescarlos decentemente es a la salida de los mismos.

LAGOS Y EMBALSES

Aunque a muchos mosqueros no les gusta pescar en ellos, son siempre para tener en cuenta, sobre todo porque las truchas que residen en los mismos son, en general, de mayor tamaño. Una talla que viene marcada por el hecho de que tienen más alimento a mano y menor variación ambiental. Para pescar los lagos hay que considerarlos como un enorme pozo, en el que deberemos tener en cuenta la vegetación, los bosques sumergidos, así como todo tipo de lugares que puedan ofrecer protección a las truchas.

 

CONSEJOS PRÁCTICOS

A la hora de salir a pescar, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos básicos:

– Si la temperatura es alta, conviene pescar al amanecer o al anochecer.

– Si, por el contrario, la temperatura es baja; las horas más adecuadas serán las del mediodía o el principio de la tarde.

Publicado en: Pesca, Especies

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