Como en tantas otras artes de pesca, en el montaje de moscas podríamos afirmar que “cada maestrillo tiene su librillo”. Efectivamente, aunque existen unos pasos
básicos a seguir, lo cierto es que cada montador termina, por sus propias experiencias y posibilidades, desarrollando un método propio de montaje; aquel que le ofrece mejores resultados de la forma más cómoda y fácil.
Pero sea como sea, lo cierto es que existen una serie de pasos que podríamos denominar “básicos” en el montaje de cualquier mosca y que, por tanto, conviene conocer.
Sujeción del anzuelo
El anzuelo debe ser colocado en el tornillo, herramienta que nos facilitará mucho el posterior montaje de las moscas. Para que esta colocación sea la correcta, tenga en cuenta los siguientes pasos:
- Sujete siempre el anzuelo con los dedos índice y pulgar, siempre por su “pierna” y con la punta del mismo hacia abajo.
- Coloque el anzuelo en la mordaza del tornillo.
- Compruebe que las puntas del arpón no sobresalen del tornillo.
- Tenga en cuenta que la posición del anzuelo deberá ser paralela a la mesa de trabajo.
- Haga que la garganta del anzuelo quede claramente visible.
- Verifique que el anzuelo permanece fijo, sin movimiento alguno.
Fijación del hilo en el anzuelo
La fijación del hilo en el anzuelo al comienzo del montaje es un paso de gran importancia para el resultado final. Resulta sumamente sencillo siempre y cuando se respeten una serie de “normas”:
- Sujete el portabobinas con la mano derecha, mientras que con los dedos pulgar e índice de la izquierda se encarga de agarrar el hilo. De esta forma deberá intentar que el hilo permanezca en posición vertical a la caña del anzuelo en el punto deseado dependiendo de la mosca que vayamos a realizar.
- En este primer paso deberemos tener muy en cuenta el hilo que necesitaremos para el montaje, puesto que en función de éste se determinará la cantidad de hilo a dejar.
- Mientras sujetamos el hilo con los dedos de la mano izquierda, tensándolo por debajo del anzuelo, giraremos el portabobinas sobre la caña del anzuelo. Al girar
deberemos ir desplazando ligeramente el hilo desde la anilla hasta la curva del anzuelo. De esta forma haremos que en cada giro el hilo que da la vuelta aprisione al hilo que está siendo sujetado por abajo del anzuelo.
- Así, girando el hilo, iremos avanzando sobre la caña del anzuelo. Facilitaremos este avance inclinando la mano izquierda que sujeta el otro extremo del hilo hacia la misma posición.
Nudo para finalizar un montaje
Si queremos asegurarnos a cada paso del montaje que éste es seguro, deberemos finalizar cada hilo con un nudo. El más correcto se realiza de la siguiente forma:
- Una vez lista la mosca, se pasará el hilo por el interior del pequeño gancho superior.
- De la misma forma, el gancho inferior coge el hilo, al tiempo que la mano izquierda deberá elevarse con el portabobinas.
- Giraremos el rematador de nudos una vuelta, en el sentido de las agujas del reloj, formando un triángulo.
- Giramos media vuelta más y situamos el triángulo formado sobre la cabeza del anzuelo en disposición de comenzar el número de vueltas necesario.
Problemas más comunes del montaje
Cuando comencemos a realizar montajes, nos aparecerán una serie de problemas “típicos”, que debemos saber cómo solucionar:
- Rotura del hilo de montaje: uno de los problemas más habituales, que puede estar provocado por dos razones:
- Que el hilo sea cortado por la punta del anzuelo: para evitarlo deberá recubrir esta punta; colocar un trozo de cable será buena idea.
- Ejercer demasiada fuerza sobre el hilo mientras hacemos los giros: conviene por ello comprobar la resistencia del hilo antes de proceder al montaje, para saber cuánta presión soporta.
- Movimientos del anzuelo: en ocasiones mientras tratamos de realizar un montaje observaremos que el anzuelo se desplaza ligeramente, complicando en exceso nuestra labor. Esto puede venir motivado por varias causas:
- El anzuelo no está bien apretado.
- La boca del torno está desgastada, lo que produce una holgura que entorpece el trabajo.
