Lucios en invierno

Consejos

 

En estas fechas invernales, la pesca en los ríos y embalses españoles se complica bastante. La temperatura de las aguas es baja, y la mayoría de las especies de peces están en un estado de letargo pronunciado. Por ello una de las mejores alternativas para esta época es la pesca del lucio.

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La pesca del lucio se puede practicar durante todo el año, pero en los meses de invierno es la época más adecuada para poder pescar grandes lucios, en teoría los más grandes.

Podemos encontrarlos en la mayor parte de la península ibérica, excepto en Galicia, con mayor abundancia en los embalses del Júcar, ríos castellanos y leoneses y Extremadura. A continuación le damos algunas claves para hacerlo con todas las garantías.

¿CÓMO AFECTA LA CLIMATOLOGÍA?

Como para la pesca de cualquier especie, la pesca del lucio lleva implícita un exhaustivo control de la climatología para mejorar nuestras opciones de éxito.

En los meses de invierno, los lucios abandonan las aguas profundas y comienzan a situarse en aguas más someras, acercándose progresivamente según avanzan las semanas a las orillas. En este tiempo comienzan poco a poco a estar más accesibles para el pescador de orilla.

En los días soleados y con fuertes heladas nocturnas suelen mostrarse mas activos con la caída de la tarde, un poco antes de la puesta del sol, pues al oscurecer pierden de nuevo la actividad. En los días nublados o lluviosos son más fáciles de conseguir los grandes ejemplares. Las hembras, mucho mayores que los machos, se están preparando ahora para la reproducción que se producirá a finales de febrero o marzo. En esta época comienzan a situarse en las mangas y aguas remansadas y también algo profundas, cerca de la vegetación en la que, en su momento, situarán la abundante puesta. Hasta que comience la época del celo no desdeñarán un señuelo bien presentado en sus momentos de actividad.

Aguas con bastante vegetación, de poco calado y con una orografía bastante regular, sin alcanzar profundidades muy elevadas. Ambientes perfectos para albergar los lucios en estas semanas y para posteriormente irse situando en los mejores apostaderos para desarrollar la freza las grandes hembras.

Hay que tener en cuenta que los lucios no aguantan muy bien el calor si éste es excesivo y se van al fondo. Podemos afirmar que no les gusta el calor. Pero lo mismo sucede en invierno con el frío. Y hay que dejar claro que aunque el lucio tolera bastante bien el frío, también depende de en qué zonas…

Por otra parte aunque el lucio es de los peces que pierde menos actividad cuando arrecia el frío, es sensible a los cambios bruscos de temperatura, reacciona mal y busca la profundidad. Por el contrario los días nublados e incluso en las primeras fases de la lluvia nos pueden dar resultados muy positivos.

ALIMENTACIÓN CÓMO FACTOR DE LOCALIZACIÓN

Los lucios se alimentan de peces de todas las especies y de cangrejos; pueden comer incluso alevines de su propia especie.

Sapos, aves y pequeños mamíferos también pertenecen a su espectro de presa. El lucio tiene reputación de ser un pez de rapiña muy agresivo, a pesar de que pasa la mayor parte del tiempo escondido entre la vegetación y de que no come tanto como la fama que tiene de ello.

Por ello la alimentación sin duda es el factor más importante a la hora de localizar lucios en un embalse. Da igual que se trate de alburnos, bogas, barbos, carpas o cangrejos, el alimento influye mucho en la localización de los lucios.

En los embalses en los que la presencia de alburnos es muy alta, éstos son la base fundamental de la alimentación de los lucios. En estos embalses, en los que la presencia de alburnos es tan elevada, éstos tienden a formar grandes bancos, marcándonos la localización de los lucios, que siempre estarán situados bastante cerca de ellos.

Esto no quiere decir que en otros escenarios del embalse en los que la presencia de alburnos no sea elevada, no haya lucios, pero habrá más posibilidades de localizar lucios y pescarlos en lugares donde sí los haya.

Los lucios estarán situados por debajo o alrededor de estos bancos, que casi siempre se sitúan en capas superficiales, descendiendo a medida que las aguas se enfrían.

Solamente tendremos que lanzar nuestros señuelos alrededor de estos bancos y esperar la picada. En embalses en los que la base fundamental de la alimentación de los lucios sean los cangrejos como Orellana o Sierra Brava, éstos marcarán su localización.

Dependiendo de la época del año en la que estemos, los cangrejos estarán más cerca o más lejos de la orilla, al igual que los lucios. Durante los meses fríos, los cangrejos colonizan aguas más profundas, sin embargo los lucios se van acercando a las orillas, situándose en zonas más someras en otoño e invierno. Sólo tienen que desplazarse a estas aguas para alimentarse, para luego reposar en aguas menos profundas.

MEJORES SEÑUELOS

En esta época el lucio está lo suficientemente hambriento para no menospreciar cualquier tipo de cebo, pero especialmente en estas fechas podemos tentarlos con grandes artificiales, incluidas ondulantes de buen tamaño, para buscar ejemplares de gran tamaño.

Deberemos utilizar señuelos contundentes por su probada efectividad y por regla general, trabajarlos muy, muy despacio y con mucha paciencia.

Curiosamente uno de los mejores señuelos que pueden utilizarse en esta época son las imitaciones de los propios lucios, bien en vinilo o rapala, pues las grandes hembras no dudan en atacar a los machos que acuden al cortejo.

Respecto a los señuelos concretos hay una gran variedad de opciones, lo mejor es contar con un buen surtido para afrontar diferentes situaciones y escenarios de pesca entre los que incluiremos:

  • cucharillas giratorias y ondulantes (un señuelo que sigue plenamente vigente hoy en día)

  • Señuelos blandos (pikies o shads de vinilo) de diversos colores, tamaños y pesos. Un cebo muy versátil que funciona muy bien cuando no muestran actividad a señuelos duros.

  • jerkbaits y crankbaits son señuelos que, dependiendo de si llevan sonajeros en su interior, mueven agua y suenan mucho, provocando grandes vibraciones. Hay una gran gama de modelos para la pesca del lucio.

  • Spinnerbaits: El spinnerbait, también conocido como spinner, hawaiana, ó bruja, es tal vez uno de los señuelos más versátiles que hay, ya que puede ser usado con éxito bajo casi cualquier condición a lo largo del año.

Deben trabajarse con pequeños tirones que imiten a un pez herido o enfermo, batiendo cuidadosamente todas las zonas y lentamente, pues un ataque lejano no se producirá en invierno. Tampoco el lucio picará en superficie ya que este tipo de ataques requiere un esfuerzo excesivo y es una pena, pues las picadas a ras de agua son, sin duda, las mas espectaculares y emocionantes.

CAÑAS Y CARRETES

Sin duda la caña es el elemento más importante de todo nuestro equipo. En primer lugar debemos pensar en que escenarios de pesca vamos a utilizarla para decidirnos por una medida u otra. Para pescar este pez desde orilla es recomendable que la caña sea de una longitud entre 2,40 metros hasta 2,70.

En estas medidas disponemos normalmente de cañas monotramo o enchufables (dos tramos generalmente) las primeras ganan en precisión a costa de menor maniobrabilidad en el transporte.

El segundo aspecto a tener en cuenta es el peso, hay que tener en cuenta que durante una jornada de pesca, aparte de caminar muchos kilómetros realizamos cientos de lances por lo que es fundamental escoger una caña lo más ligera posible dentro de nuestro presupuesto.

Para ello en principio descartaremos cañas de fibra de vidrio (normalmente un tercio más pesadas que las de fibra de carbono a igualdad de medidas y espesor) Nuestra elección dependerá directamente del dinero que queramos invertir, ya que una caña de fibra de carbono es notablemente más cara que en fibra de vidrio pero sin duda es una inversión que agradeceremos a largo plazo.

Por último la acción (dureza) de la caña va directamente unida al peso de los señuelos que vamos a utilizar. Normalmente pescaremos con señuelos “grandes” por lo que nos decantaremos por cañas de acción fuerte o media-fuerte. Lo más normal es que la acción de la caña venga expresada en onzas (recordando que 1 onza son 28,35 gramos).Nosotros buscaremos cañas con acciones de un intervalo que tenga de 20 a 80 gramos y 30 a 90 gramos, dependiendo del gusto, y claro está del tipo de señuelo.

Buscaremos un carrete de spinning que sea acorde a nuestra caña en cuanto a peso y medidas, de nada sirve un carrete muy potente pero que descompensa el conjunto. Dentro de las características deseables buscamos las siguientes:

Velocidad de recuperación: En el mercado existen numerosas velocidades 3,8; 4,2; 4,8; 5,2; 5,8; 6,2.. (Indica el número de veces que gira el pick up por cada vuelta de manivela), siendo los más rápidos los de mayor número y los más lentos los de menor número, justo al contrario que con la potencia que un carrete será más potente cuanto menor sea el número. En este sentido para la pesca que nos ocupa pesa más la potencia del carrete que la velocidad de recuperación por lo que optaremos en líneas generales por carretes entre 4,8 y 5,2.

Nº de rodamientos: Sin duda cuantos más rodamientos mejor, pero evidentemente a mayor número de rodamientos mayor precio del carrete. Entre 4 y 6 rodamientos es un número razonable en cuanto a “calidad-precio” encontraremos modelos de distintas marcas a muy buen precio.

El freno: Lo más importante de nuestro freno es la potencia y a la vez suavidad. Potente para poder con los primero envites de un pez de grandes dimensiones y suave para que podamos forzar nuestra línea al máximo sin que nos cause ningún susto.

En cuanto a su ubicación es más una cuestión de gustos, freno delantero o trasero a gusto del pescador.

Por último la capacidad de la bobina con 150 o 200 metros del 0,30 será suficiente. Tampoco es conveniente llevar un carrete de grandes dimensiones porque nuestro equipo debes ser lo más ligero posible.

Etiqueta: Lucio
Publicado en: Pesca, Consejos

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