Carpfishing en otoño

Consejos

Durante el otoño tenemos unos meses excelentes para pescar grandes carpas que estarán mucho más activas tras despertar de su letargo veraniego para alimentarse mucho más de cara a acumular reservas para afrontar el duro periodo invernal.

Poco a poco los días se van acortando y las temperaturas van menguando, mientras que las noches ya refrescan. Las lluvias, esperemos, irán llegando y rebajando la temperatura del agua y permitiendo buenas jornadas de Carpfishing en otoño. Una época ideal para la pesca de grandes ejemplares.

Esta mayor actividad las hace más accesibles, aunque generalmente a mayor profundidad que en primavera. ¿Pero, cómo se comportan las carpas con estas condiciones? ¿dónde las buscamos? A continuación le daremos algunos consejos para que sus jornadas de carpfishing sean un éxito.

LA CARPA EN OTOÑO

Sin duda el comportamiento de la carpa está íntimamente relacionado con la meteorología, no sólo sobre el tiempo durante nuestras jornadas de pesca, sino también con la época venidera que en el caso que nos ocupa es el invierno.

Los peces parecen saber distinguir con mucho tiempo de antelación un simple cambio meteorológico temporal de la llegada del invierno real y con él nuestras posiblidades de éxito se reducirán drásticamente. Las carpas, al igual que otros animales, tienen un sexto sentido en lo referente a un cambio meteorológico, son capaces de predecir un cambio de tiempo con antelación de horas e incluso de varios días.

La llegada del otoño no provoca grandes cambios en la estructura y temperaturas del agua sin embargo las carpas perciben el cambio de estación y con los primeras bajadas de temperatura comienzan a engullir todo lo que se les pone por delante ya que son conscientes de que con la llegada del invierno la comida va a escasear y buscan aumentar sus reservas energéticas (en forma de grasas) para sobrevivir a la etapa invernal.

Si el verano ha sido muy caluroso, la carpa se habrá alimentado mucho menos y ahora tocará recuperar fuerzas.

En invierno las carpas se retiran azonas resguardadas y profundas donde la temperatura del agua es más alta y más estable que en capas superficiales, al ser animales de sangre fría la bajada de la temperatura del agua va a ralentizar su metabolismo y el proceso de digestión. Por esta razón la actividad baja mucho: debido a que el consumo de energía para “sobrevivir” es escaso, no necesitan obtener un gran aporte energético llegando incluso al aletargamiento parcial.

Por esta razón durante los meses previos a la entrada del invierno dispondremos de una ocasión inmejorable para obtener buenos resultados en la pesca de grandes carpas.

FACTOES CLIMATOLÓGICOS A TENER EN CUENTA

El tiempo es un aspecto fundamental para el éxito del carpfishing. En otoño lo más favorable que nos puede ocurrir es que nuestras jornadas de pesca coincidan con unas jornadas de estabilidad atmosférica. Lo ideal es comenzar la jornada con al menos cinco días continuados de anticiclón, y que durante el tiempo que permanezcamos pescando se mantenga así.

Si durante el día hace calor y por la noche las temperaturas no bajan excesivamente, será un excelente momento para probar suerte. Asimismo la pesca se verá favorecida con la entrada de un frente cálido, con viento y lluvia templada, que hagan subir la temperatura del agua. Este factor en teoría nos debería favorecer.

Por contra lo peor que nos puede pasar en otoño es que la jornada de pesca coincida con la entrada de un frente frío, que haga descender las temperaturas. Lo más probable es que con estas condiciones meteorológicas los peces se queden en el fondo inactivos.

Si el frente frío, además, va acompañado de un aire gélido, normalmente procedente del norte, y provocando oleaje. ¡Apaga y vámonos! Si es una ola de frío temporal de una duración de una semana o dos, a partir del tercer o cuarto día los peces volverán a la actividad, aunque con menor intensidad. Si el frío es continuado no es tan negativo para la pesca como un descenso brusco de las temperaturas pero tampoco es aconsejable.

¿DÓNDE LAS BUSCAMOS?

Como en cualquier modalidad de pesca, el factor principal para alcanzar el éxito de nuestra jornada consiste en la localización de los peces.

En esta época del año, especialmente desde finales de septiembre a mediados de octubre se mueve en profundidades mayores, por el día se mueven en las áreas de profundidad media y por la noche se acercan más a la orilla en busca de alimento.

Durante el día, las carpas se mueven por zonas de profundidad media, entre cinco y ocho metros, donde la temperatura del agua es más estable. Por supuesto esto dependerá de la orografía general del embalse.

Si pescamos de día, las horas más propicias serán el amanecer, a mediodía y al atardecer. En cambio, si lo hacemos por la noche las carpas tienen tendencia a acercase a las orillas en busca de alimento. Suele haber dos fases de mayor actividad nocturna: Una es al anochecer, y la segunda está comprendida entre la una de la mañana hasta poco después del amanecer.

En esta época es aconsejable buscarlas en zonas de profundidad media, como puede ser la entrada de una recula grande o un estrechamiento. Zonas donde hay desniveles suaves, y donde la profundidad suba poco a poco, profundidades entre los diez y los cinco metros son ideales. Suelen moverse en grandes cardúmenes en busca de comida, por lo cual tendremos espacios de tiempo de baja actividad y de repente, durante algunos periodos de tiempo, tendremos una actividad muy alta.

Si se mantienen las temperaturas altas o moderadas las podemos encontrar en zonas abiertas, si empieza a “colarse” cambios bruscos de tiempo, especialmente viento, esta buscarán zonas más resguardadas como las reculas de los embalses.

EL CEBADO Y EL CEBO

Una vez localizadas tenemos que atraerlas con un cebado adecuado. Las carpas tienen un pequeño boom alimenticio en estas fechas que hace que se centren en alimentos proteicos, como boiles o pelets de proteinas (Cangrejo, Halibut). Por todo ello, el cebado puede ser relativamente abundante, más cuando en algunas zonas, podemos encontrarnos con cangrejos de río que se lleven buena parte del mismo.

Pero tampoco nos excedamos en el cebado. Tiene que ser más selectivo que muy abundante, no vaya a ser que hagamos perder el apetito a nuestro rival y en trozos no excesivamente pequeño, para que peces pasto o incluso cangrejos en la medida de lo posible no se alimenten de nuestro cebado.

El pre-cebado durante las semanas previas es fundamental. Conviene que los lugares de pesca de nuestra lista de posibles destinos estén a una distancia razonable de nuestra residencia para poder cebarlos con frecuencia.

Dicho pre-cebado deberá tener un componente atractivo (pellets, boillies y cebos fácilmente reconocibles como alimento, por ejeplo maíz, chufa, cañamón..etc) y es preferible hacer varios cebaderos pequeños en diferentes puestos que un único cebadero más amplio.

En un cebado a medio plazo es preferible utilizar partículas de digestión lenta como chufas, cacahuetes…, o maíz poco hervido. Durante las jornadas de pesca cebaremos con el mismo tipo de boilie pero esta vez normales, no de alto valor nutritivo, para que no se sacien tan rápidamente y nos permitan alargar la jornada de pesca con ciertas garantías.

En otoño, siempre que las condiciones nos lo permitan,una buena idea es cebar con maíz muy cocido para que las carpas tengan una digestión rápida y continúen comiendo con avaricia. Si nos decantamos por el cebado con boilies es recomendable el uso de boilies con estimulante de apetito.

Cebos de carpfishing hay muchos, y cada vez surgen más, todos ellos nos “venden” éxito casi asegurado aunque todos sabemos lo complicado que es esto y lo caprichosas que son estos peces, especialmente las de gran tamaño.

Los boilies podemos hacerlos nosotros o comprarlos, pero sabemos que es de los cebos preferidos de las grandes carpas. No existe uno que sea mejor que otro, depende del embalse, de la temporada o del día. Eso sí, si uno nos da buen resultado, sigamos con él. Sabores desde frutas (fresa, plátano, piña…) hasta pescad, como halibut o cangrejo, e incluso de carne.

Es una época en la que el sabor de los boilies no es determinante, tanto los de base de pescado como los dulces son igual de buenos, evidentemente dependiendo del embalse. Lo que sí es recomendable es comenzar a cambiar los remojos de base de aceite por los de base de alcohol. El agua comienza a estar más fría y los remojos en base alcohol se diluyen mejor que los de base de aceite.

El maíz es otro cebo muy interesante en estas semanas, tanto para la carpa mediana como para las grandes.

ALGUNOS CONSEJOS

  • Al contrario que otros pescadores, quien intente capturar carpas deberá “bendecir” la presencia de viento. Y es que el aire (siempre que sea moderado, claro está), moverá la superficie y puede ayudar al pescador a pasar desapercibido.

  • Tenga presente que la carpa se mueve y alimenta contra el viento.

  • En caso de que pesquemos en una zona en la que exista corriente, debemos saber que ésta puede ser utilizada para nuestros fines: nos colocaremos de forma tal que sea la corriente la que haga llegar nuestros cebos de manera natural hasta la carpa. De esta forma el cebo se le presenta a la carpa de una forma mucho más natural y convincente.

  • Las condiciones ideales son, sin duda, un día de temperatura suave y cielo cubierto, en cuyo caso la carpa presentará actividad constante.

  • En cuanto a los horarios, es conveniente diversificar nuestras primeras sesiones en un pesquero nuevo para intentar identificar las mejores horas de cada zona.

  • En lugares donde sospechemos que los peces no han probado los boilies es preferible probar con cebos naturales que pueden tener mayor aceptación (Por ejemplo maíz, chufa o cola de cangrejo.)

  • El cebado tiene que ser continúo pero no excesivamente abundante, cebaremos de forma limitada y pescaremos, y a las horas cuando la actividad disminuya repetiremos el proceso.

Publicado en: Pesca, Consejos

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