Qué tener en cuenta al contratar el seguro náutico

Salud y seguridad

  1. Establecer con claridad el uso que vamos a darle a la embarcación y la frecuencia con la que vamos a navegar: Este punto es esencial, pues si por ejemplo la intención es la de participar en regatas o competiciones tendremos que contratar un seguro especial.
  2. Definir las zonas en las que vamos a realizar nuestras travesías: La póliza variará en función de ello, y el Seguro de Responsabilidad Civil obligatorio no cubre la navegación en aguas continentales.
  3. Contar con todas las coberturas necesarias para sentirnos seguros a la hora de navegar: Es imprescindible determinar aquellos daños no cubiertos por el Seguro Obligatorio de Responsabilidad Civil que consideremos importantes para nuestra seguridad e incluirlos.
  4. Informarse bien sobre todas las posibilidades: Hoy en día gracias a la contratación por Internet tenemos a nuestro alcance información más que suficiente para poder beneficiarnos de las mejores condiciones y tomar la decisión más acertada. Sin embargo, la gran diversidad de opciones y posibilidades que nos ofrecen, con el consecuente abaratamiento o encarecimiento de la póliza final, pueden llegar a confundirnos y desviarnos de nuestro objetivo. Algunas pólizas ofrecen coberturas aparte de las derivadas del hecho de navegar pero igualmente importantes, como pueden ser la asistencia en caso de tener una avería en la mar o la reclamación de daños. La tranquilidad de no estar expuestos al riesgo al estar bien cubiertos compensa generalmente el pago de una póliza con coberturas amplias. Aún así, en igualdad de condiciones, existen diferencias de precio significativas debido a los márgenes comerciales aplicados por las distintas compañías aseguradoras por lo que debemos analizar detenidamente las ofertas en el momento de contratar.
  5. Valorar la inclusión de franquicias para rebajar el importe de la póliza: Además podemos regular mediante la inclusión de franquicias el importe y cuantías de las coberturas, lógicamente no necesitamos el mismo tipo de seguro si navegamos en competición que si salimos de forma esporádica a dar un paseo por una ría a resguardo de las inclemencias meteorológicas.
  6. Estado de la embarcación: Si nuestra embarcación es nueva la mejor opción suele asegurarla con todas las garantías incluidas las averías particulares, ya que el valor de la embarcación que hemos declarado a la compañía de seguros corresponderá con el que hemos pagado. Sin embargo si la embarcación es de ocasión tal vez sea buena opción asegurarla con la opción de pérdida total (no cubre averías particulares), ya que según la antigüedad del barco algunas aseguradores aplicarán recargos o ni siquiera darán opción a asegurarla.
  7. Elegir una compañía de completa solvencia, un agente o correduría de gran seriedad y que marque márgenes lógicos y justos.

En definitiva, no existe la póliza perfecta, la clave está en contratar aquella que mejor responda a nuestras necesidades y se adapte a nuestros planes, aquella que, ajustándose a nuestro presupuesto, nos garantice la tranquilidad absoluta para disfrutar del mar sin complicaciones.

Por último, saber cuáles son las condiciones de nuestro seguro es fundamental, especialmente si tenemos planeado realizar rutas largas durante el verano. Así que el mejor consejo con el que podemos terminar es que reserves un rato para leer con atención las condiciones de tu póliza de seguro.

Etiqueta: Seguro náutico
Publicado en: Náutica, Salud y seguridad

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