Mareo a bordo ¿Cómo actuar?

Salud y seguridad

Sin duda el mareo es algo bastante frecuente en una travesía marítima. Incluso entre marineros expertos con años de experiencia a bordo es posible sufrirlo si las condiciones son malas y el tiempo no nos acompaña.

El mareo en el mar es un tipo de mareo por movimiento y es también conocido como cinetosis. A nivel técnico podemos decir que se trata del resultado de una desincronización entre las diferentes informaciones que provienen de los órganos del equilibrio (vista y oído), a la que cualquiera puede estar sujeto. Y cuando aparece puede arruinar la más bonita y agradable de las travesías.

A continuación abordaremos sus causas, cómo prevenirlo y en caso de que aparezca eliminar o reducir sus efectos en la medida de lo posible.

LAS CAUSAS DEL MAREO

Cuando un medio de transporte nos desplaza, perdemos el control sobre nuestro propio movimiento y esto provoca que nuestros sentidos se desorienten y, en consecuencia, aparece el mareo.

Efectivamente, nuestro cuerpo está acostumbrado a la verticalidad y al equilibrio; músculos y articulaciones nos indican la situación espacial y la postura del cuerpo, mientras que el oído interno identifica la dirección y las aceleraciones. Cuando no somos nosotros los que “mandamos” sobre nuestro propio movimiento, el cuerpo no entiende lo que sucede y por ello se produce el malestar conocido como mareo, que todos hemos sufrido en alguna ocasión.

El barco es sin duda uno de los lugares donde el mareo aparece con mayor frecuencia, lo cual está totalmente justificado ya que estamos sometiendo a nuestro cuerpo a una situación realmente extraña: por un lado le decimos que nuestros pies están totalmente estables sobre una superficie fija, pero por otro lado el oído recibe la información de que el entorno se encuentra en un constante movimiento, ¿cómo casar estos datos? muchos cuerpos no lo entienden y reaccionan mareándose.

En definitiva, el mareo no es más que una respuesta de nuestro organismo a una situación que no es capaz de entender.

Los niños pequeños hasta los 2 años raramente experimentan el mareo cinético pero de los 2 hasta los 12 años aumenta considerablemente la propensión a sufrir sus efectos. Igualmente los ancianos son más sensibles al mareo. También debemos saber que normalmente los síntomas aparecen durante las primeras horas o días de navegación y después de unos días nuestro cuerpo se va acostumbrando a los movimientos del barco.

A pesar de eso, también podemos hablar de factores de índole psicológico en el desarrollo del mareo: una mala experiencia vivida, un olor determinado… Debemos ser conscientes de que nuestro estado anímico influye casi tanto como nuestro estado físico.

LOS SÍNTOMAS

La sintomatología es muy variada, incluyendo: hipotensión, apatía. Somnolencia. ralentización de la actividad. Palidez del rostro. Sudor intenso. Pupilas dilatadas. Náuseas (que pueden ir acompañadas de vómitos o no).

En la gran mayoría de los casos, el mareo termina produciendo vómitos, que suelen suponer una liberación de la sobrecarga nerviosa que conlleva el mareo y con ella un desahogo para quien lo sufre; por desgracia es algo pasajero y esa sobrecarga nerviosa pronto vuelva a acumularse.

Cuando sea así, es importante que los compañeros presten atención a su grado de intensidad y continuidad, puesto que, aunque en principio el mareo no es una enfermedad que revista importancia, sí que es verdad que los vómitos constantes pueden provocar la deshidratación y favorecen la hipotermia (es decir, una “bajada de temperatura”, por el debilitamiento general que conlleva la deshidratación), que sí pueden resultar peligrosas.

MEDICAMENTOS CONTRA EL MAREO

Si queremos prevenir eficazmente los mareos, lo más recomendable es la administración de medicamentos contra el mareo un par de horas antes de emprender una travesía (como mínimo, media hora antes).

Existen numerosos productos que nos servirán para este fin y que encontraremos en la farmacia sin necesidad de receta médica previa, si bien aconsejamos elegir aquellos que no produzcan somnolencia, puesto que los efectos pueden ser realmente contraproducentes, por la pérdida de reflejos que tienen aparejada.

El dimenhidrinato es un medicamento que tiene propiedades antihistamínicas, anticolinérgicas, antimuscarínicas y antieméticas. Los efectos anticolinérgicos inhiben la estimulación vestibular del laberinto que se produce en los viajes y en el vértigo. En España los medicamentos más conocidos a base de Dimenhidrinato son la Biodramina y el Cinfamar.

Los histamínicos a base de cinnarizina suelen ser también muy eficaces y producir menos sueño. Por otro lado, los antieméticos actúan contra los vómitos aunque pueden tener efectos secundarios.

Mención especial merecen las pulseras antimareo, que actúan según el principio de acupuntura (Presionando en el punto PC6 o Neiguan) . Deben colocarse sobre las dos muñecas, resultando un método sumamente confortable, ya que no suelen molestar para la realización de las tareas diarias a bordo.

Estas pulseras llevan un botón que, al incidir en la muñeca, ejerce la función de una aguja de acupuntura, actuando en pocos minutos y ayudando a prevenir el mareo. La acupresión trabaja de la misma forma que la acupuntura pero utilizando una presión continua en vez de agujas.

cuentan además con la ventaja de que no suponen la administración de ningún tipo de sustancia, por lo que pueden ser utilizadas tanto por adultos como por niños.

OTROS CONSEJOS

Lo primero de lo que debemos ser conscientes es que no existe ningún remedio milagroso contra el mareo. Una vez dicho esto, pueden tenerse en cuenta una serie de precauciones que todos deberíamos conocer.

La comida: cualquier exceso en este campo es malo. No conviene realizar una comida copiosa antes de embarcarse, pero tampoco debemos hacerlo en ayunas. Lo mejor es comer algún alimento ligero. En este sentido cada uno debe saber lo que su cuerpo le tolera mejor y debe tenerlo en cuenta. En general, diremos que los alimentos dulces y los grasos no son adecuados ya que el organismo tarda más tiempo en asimilarlos.

Evite desayunos fuertes a base de bacon, huevos, salchichas, o zumos ácidos como el zumo de naranja. Una buena elección son frutas no ácidas como la manzana, los plátanos, peras, uvas o el melón. El pan, croissants, cereales, la leche y zumos no ácidos como el de manzana o piña, también serán una buena elección.

El descanso

Descanse bien la noche antes, el cansancio nos hace mucho más susceptibles a marearnos, por ello, prepare con antelación todo lo necesario para no tener que robarle horas al sueño. No nos cansaremos de advertir sobre la importancia de estar en perfecta forma física antes de emprender una travesía. Si estamos cansados, someteremos a nuestro cuerpo a un trabajo extra que sin duda nos pasará factura. Por eso le recomendamos que nunca embarque sin antes haber dormido correctamente y sentirse descansado. Una vez en el mar también convendrá que intentemos conservar energías, para lo cual aprovecharemos para estar sentados o tumbados siempre que nos resulte posible.

La ropa

Conviene informarnos previamente de las condiciones climáticas de las que disfrutaremos para elegir nuestra ropa en consecuencia. No resulta conveniente abrigarse en exceso (sobre todo durante el verano), aunque debemos ser conscientes de que en el mar la temperatura siempre será más baja que en tierra. Sea como sea lo más importante a tener en cuenta es la selección de prendas que nos permitan libertad de movimiento, sin agobios.

Los compañeros

Nada mejor contra el mareo que mantenerse distraído; una buena conversación con los compañeros puede ser el mejor remedio contra el mareo, puesto que hace que nuestros sentidos estén pendientes de “otros temas”.

La situación

Intente situarse en un lugar fresco y bien ventilado, apartado de humos y olores a combustible. La parte central de la embarcación es la más estable y procure mantenerse siempre que sea posible en cubierta con vista al horizonte lo que ayudará a sus sentidos a mantenerse orientados. Evite fijar la vista en objetos cercanos que se mueven en relación con el horizonte como pueda ser la lectura.. Evite igualmente los camarotes o los espacios cerrados. Si ha de pasar noche navegando, serán mejor elección los camarotes situados en popa pero si duerme fondeado el camarote de proa será el de menor movimiento y por tanto el más aconsejable.

Además de estos “trucos” a nivel general, seguro que habrá oído hablar de otros muchos que funcionan a nivel particular según cada navegante: comer productos salados, dar pequeños sorbos a

un refresco de cola… si es usted propenso a marearse, conviene que pruebe con varias de estas opciones, sólo la experiencia le dirá si resultan o no válidas en su caso.

Fijar la mirada en un punto del horizonte (mejor incluso si es tierra, pero nunca en un elemento de la embarcación), suele dar también buen resultado.

Publicado en: Náutica, Salud y seguridad

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