¿Qué molinete de anclas elegir?

Material

En el mercado podemos encontrar muchos modelos distintos adaptados para cada tipo de embarcación y utilización prevista. Diseñados para diferentes diámetros de cadena y cabo, adaptables a la cubierta, buscando maximizar el rendimiento en el menor espacio posible.

De forma muy general podemos hablar de dos tipos de molinetes: el vertical y el horizontal. En un molinete vertical tanto el winche como la roldana están montados sobre la cubierta, mientras que el motor está por debajo de ella. Esta configuración es ideal para las embarcaciones con un limitado espacio en cubierta. En un molinete horizontal todo el conjunto se encuentra sobre la cubierta, aunque en ocasiones puede ser también montado en el pozo de anclas. Esta ultima ubicación tiene la gran ventaja de dejar esa zona de cubierta totalmente despejada.

El molinete debe estar acorde con la eslora y el desplazamiento de nuestra embarcación con un tamaño y potencia adecuados para soportar el desplazamiento del barco tirón tras tirón.

Por ello a la hora de elegir nuestro molinete deberemos tener en cuenta:

  • El desplazamiento del barco.
  • La carga aerodinámica.
  • La fuerza de arranque del motor eléctrico.

Estas tres variables marcarán las características del modelo que en concreto necesitamos; teniendo en cuenta que en mercado encontraremos muchos diferentes y que, además, cada vez son más compactos y con un diseño superior.

Por otro lado debemos tener en cuenta que, tal y como ya hemos comentado, tenemos molinetes verticales y horizontales. El primero es ideal para embarcaciones con poco espacio en cubierta.

A la hora de colocarlo, debe tener en cuenta que las amarras y sus pasos nunca deben molestar al molinete. Debe ir colocado en la proa donde suele haber más espacio y campo libre para largarlo y recogerlo sin dificultad.

Puede estar sobre la cubierta, dentro del pozo de anclas, o con el motor por debajo de cubierta para evitar trastos molestos sobre la cubierta y además bajar un poco el centro de gravedad.

El pozo de anclas o de cadenas, quedará por debajo con una entrada de la cadena clara y lo más retrasada y baja posible para ayudar al centrado de pesos lo que favorecerá la navegación.

Antes de plantearse la compra de un molinete, hay que comprobar algunos puntos. Los primeros son de tipo eléctrico. Un molinete es un gran consumidor y, en consecuencia, el alternador debe poder compensar, aunque sea solo parcialmente, el consumo. Debe ser como mínimo de 50 amperios.

También cuenta la capacidad de las baterías y su tecnología. No se recomienda una capacidad inferior a 75 Ah. En cuanto a la tecnología, debe ser la misma que la de una batería de arranque con capacidad para aceptar una descarga punta elevada. Este tipo de baterías se usan generalmente para el motor de arranque y para la hélice de proa.

En definitiva, se trata de escoger un modelo con la potencia adecuada, el consumo acorde a nuestra capacidad de carga y almacenamiento eléctrico e instalarlo en el sitio más cómodo y lógico teniendo en cuenta las limitaciones de espacio si es que el astillero no lo ha instalado ya.

¿MANUAL O ELÉCTRICO?

Es habitual que en los barcos sin motor intraborda suela preferirse un modelo manual. En este caso, dispondremos de una fuerza de leva de 200 kg, que de hecho ya es superior a la fuerza de un tripulante. Su principal punto débil es la lentitud de izado. Para hacerse una idea, en promedio, se cuenta una ida y vuelta de palanca cada dos segundos, lo que representa, en función del diámetro del barbotén, 5 mm de cadena remontada. Imaginemos 30 metros de cadena: esto representa 6 minutos. En la práctica, se utiliza el molinete manual para controlar el descenso de la cadena y para desenganchar el ancla y remontarla los primeros metros. Tras ello, el esfuerzo a realizar es menos importante y se puede considerar seguir con el izado a mano.

Respecto a los modelos motorizados, podemos hablar de molinetes eléctricos e hidráulicos ( para potencias superiores necesarias en barcos con más metros de eslora) y, esto, en múltiples presentaciones: con barbotén horizontal o vertical, con o sin un tambor (cabirón) para cabo. En los modelos verticales, cuando hay tambor de cabo, está encima del barbotén; en los horizontales, puede estar a un lado o a otro del mismo.

Cualquier molinete se compone de los siguientes elementos: barbotén, embrague y freno. A continuación los repasamos en profundidad.

Etiqueta: Anclas
Publicado en: Náutica, Material

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