Contar con una nevera a bordo supone grandes ventajas sobre todo ahora que el calor aprieta en nuestras costas, ¿quién quiere beber un refresco o comer una ensalada caliente en pleno agosto?
Las ventajas de contar con un elemento de este tipo a bordo son evidentes: disponer de bebidas frías, mejor conservación de alimentos perecederos, en algunos casos disponibilidad de hielo, e incluso dependiendo del plan de navegación y espacio disponible podemos optar por un arcón congelador que nos abre grandes posibilidades.
Sin duda la tecnología actual ofrece grandes posibilidades más allá de las neveras portátiles como cajas aislantes cargadas con cubitos de hielo. Pese a que este sistema clásico sigue hoy en día plenamente vigente, la tecnología ha evolucionado de forma notable y nos ofrece numerosos modelos con sofisticados sistemas de refrigeración alternativos que veremos a continuación.
La oferta actual que ofrece el mercado crece año a año por lo que en un primer momento podemos no tener claro qué es lo que realmente necesitamos. Por ello repasaremos las claves a tener en cuenta a la hora de elegir una nevera para instalar a bordo.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA
El tipo de navegación que realizamos habitualmente marcará el tipo de nevera o refrigerador que deberíamos instalar a bordo. No es lo mismo salir a navegar un par de horas para bañarse, bucear o pescar que una travesía de varios días donde se vive a bordo de forma autónoma etc.
La primera diferencia que debemos tener en cuenta es el tipo de barco que tenemos, si es de vela o de motor; por el espacio, la escora normal de los veleros, el tipo de movimiento y por supuesto la producción de electricidad a bordo de forma constante (a motor) o esporádica (vela).
No es lo mismo poder conectar la nevera a un enchufe en un barco a motor que está produciendo electricidad de forma constante y recargando sus baterías o incluso ofreciendo 220 voltios de corriente gracias a un grupo electrógeno o generador, que a un velero que en travesía navega a vela y pondrá el motor en marcha un par de horas para cargar las baterías. La fuente energética de la que la nevera debe nutrirse debe estar clara y resuelta desde un principio.
Las horas de funcionamiento dependerán del tipo del barco y del tipo de navegación que realicemos. Cuanto más frío queramos, más energía eléctrica necesitaremos, más carga de baterías con el motor o generador, más ruido etc.
Se trata de alcanzar una temperatura razonable en su interior y mantenerla el mayor tiempo posible, con un buen aislante y un buen termostato que mantenga las condiciones bajo control. Debemos aprovechar las estancias en puerto para enchufar y cargar frío de forma fácil sin consumir baterías, antes de una salida o al regreso de la misma.
SISTEMAS DE REFRIGERACIÓN
El mercado actual ofrece un amplio abanico de posibilidades, que podemos resumir en tres tecnologías dependiendo del uso y las necesidades de cada usuario: tecnología de absorción, sistemas termoeléctricos y tecnologías de compresor.
Cada forma de producir frío tendrá sus ventajas e inconvenientes que incluso pueden hacerlos incompatibles con la utilización náutica. Por tanto debemos pensar bien en el tipo de nevera ideal con el fin de hacer una buena elección.
La compresión: Es la que utilizamos normalmente en casa en la nevera de la cocina, congelador o climatizador. Hay que tener claro que un refrigerador con compresor sólo puede funcionar mediante electricidad, ya sea alterna de 220 v o continua de 12 o 24 v.
Los modelos con compresor tienen una excelente capacidad de refrigeración incluso a temperaturas ambiente extremas y además permiten disponer de congelador. Tienen un mínimo consumo de energía y permiten su uso con energía solar, así como también se pueden usar en posición inclinada. Al contrario que las neveras termoeléctricas, el compresor funciona de forma intermitente y sólo hace ruido de forma momentánea. La noción de ruido es muy personal por lo que debemos tener este criterio en cuenta a la hora de escoger pensando que a bordo el espacio suele ser reducido y el ruido puede ser más molesto que en casa. Un pequeño truco en este sentido puede ser bajar el termostato durante la noche (subir la temperatura de la nevera) para que el ruido sea menor al requerir menor aporte de frío.
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Ventajas:
-Rápida subida de frío y frío más intenso en caso de mucho calor.
-Coste menor de fabricación.
-Consumo eléctrico inferior al de un modelo de absorción del mismo volumen.
-Menor necesidad de ventilación que los modelos de absorción.
-Algunos compresores admiten cierta inclinación lo que es útil navegando.
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Inconvenientes:
-Ruido regular ya que el compresor es un motor.
-Mayor espacio de instalación por la presencia del compresor.
-Mayor dificultad para encontrar aparatos pequeños con poca profundidad para encastrarlos.
-Fuente de energía única, con la necesidad de corriente para alimentar el motor eléctrico.
La absorción: La tecnología de absorción consta de una solución concentrada de amoniaco que se calienta en una caldera y sale en forma de vapor. El gas de amoniaco a presión es licuado en un condensador. Por adición de hidrógeno se evapora y extrae el calor de la cámara a ser enfriada. A continuación, el gas de amoniaco entra en el absorbedor donde es reabsorbido en una solución débil de amoniaco. Finalmente, la solución saturada vuelve a fluir hacia la caldera y el ciclo se inicia de nuevo. Las ventajas de este sistema de refrigeración son que es autónomo, ya que puede funcionar con botellas de gas, y el funcionamiento es completamente silencioso.
Más conocida y utilizada por caravanas, mobil-homes y hoteleros. De forma general suele ser un error instalar un modelo de este tipo en un barco ya que estos aparatos deben quedar perfectamente instalados en horizontal para funcionar correctamente. Suelen utilizarse principalmente en caravanas. Sí se podría instalar en catamaranes con buena estabilidad, embarcaciones fluviales y barcos-vivienda que permanezcan permanentemente amarrados.
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Ventajas:
-Pequeños volúmenes (desde 20 litros) lo que permite situarlas en multitud de sitios.
-No hay motor, por lo que no hay ruido.
-Gran fiabilidad del sistema y escasas averías.
-Varias fuentes de energía: 220v 12v, 24v, gas, petróleo…
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Inconvenientes:
-Coste de fabricación elevado.
-Limitación del volumen de absorción.
-Funcionamiento correcto hasta los 32ºC de temperatura.
-Consumo eléctrico algo más elevado que una nevera de compresión.
-Necesita una buena ventilación posterior.
-Es necesario instalara perfectamente horizontal.
El efecto peltier, también conocido como proceso termo-eléctrico. El principio se basa en el hecho de que al circular corriente continua se genera, en función de la polaridad, frío o calor en el punto de unión de diferentes metales. Además, la capacidad de calentamiento o de enfriamiento se aumenta mediante intercambiadores de calor y ventiladores.
Este sistema es ideal para volúmenes de refrigeración pequeños y medianos. Las neveras termoeléctricas funcionan independientemente de la inclinación y son ligeras y económicas; pero el ruido constante del ventilador puede ser un inconveniente para aquellos usuarios a los que les molesta el ruido.
Una nevera termoeléctrica de calidad no es un producto caro pero tiene sus limitaciones por lo que es más bien un “refrescador” puede ser una opción interesante para ciertas aplicaciones no muy exigentes.
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Ventajas:
-Aparatos económicos.
-Pequeños volúmenes (pocos litros) lo que permite colocarlas en muchos sitios pequeños.
-Mecánica reducida por lo que no requiere mucho espacio.
-Gran fiabilidad y pocas averías.
-Multi fuente de energía: 12, 24 o 220v
-Algunos modelos también sirven para calentar hasta 50ºC
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Inconvenientes:
-Ruido permanente de un micro ventilador que elimina el aire caliente.
-No hay mandos de reglaje para regular temperatura.
-Proporciona normalmente una temperatura de 20 a 25ºC inferior a la exterior, hasta un tope de 32ºC ambientales.
– No fabrica hielo.
Estos tres sistemas ofrecen cada uno sus ventajas e inconvenientes. El sistema de compresión domina claramente el mercado doméstico y también en la náutica de recreo, la absorción en los entornos en los que el silencio total, el poco espacio y el uso del gas son criterios determinantes y el termoeléctrico se suele utilizar en pequeñas neveras portátiles de 12 voltios.
LA ELECCIÓN
Vistas las características y ventajas de cada sistema de refrigeración ¿Qué tipo de nevera portátil se adapta a nuestras características de uso?Ahora que tenemos las ideas un poco más claras sobre cómo se puede producir frío en una nevera y qué sistemas podemos utilizar a bordo habrá que decidirse por un modelo concreto. En general podemos escoger entre los sistemas y productos más probados y montados actualmente.
Para barcos pequeños: Tanto de motor como de vela si su uso se limita a salidas diarias, ir de pesca, a bucear etc…tal vez no merece la pena hacer grandes instalaciones que necesiten suficiente espacio, alternador, baterías, controles, etc. Una nevera portátil para pasar el día y refrescar las bebidas y comida puede ser suficiente. Podremos usar una nevera portátil a la que añadiremos hielo o bien optar por un sistema termo eléctrico, una nevera portátil o móvil, de mayor o menor tamaño y que se pueda conectar a una toma eléctrica a bordo de 12 o 24 voltios. De tamaño contenido y fácil mantenimiento, puede ser la elección ideal. Si el barco es habitable habrá que contar con un emplazamiento fijo si no queremos tener rodando por el suelo o en algún cofre la nevera portátil.
Para barcos de motor de tamaño medio: Podemos instalar una nevera de tipo casa con puerta vertical, de menor tamaño, con una fácil conexión y mantenimiento sencillo pero suficiente para cubrir nuestras necesidades de frío sin aumentar mucho nuestro consumo eléctrico.
Desde 30 a 40 litros hasta capacidades de 130 litros y consumos de entre 20 y 25 W/h hay muchas posibilidades donde escoger.
Debemos contar con el espacio disponible a bordo y nuestra capacidad energética para acertar en la elección. Un detalle importante en este tipo de modelos es que cuenten con sistemas de bloqueo en la puerta para evitar que se abran accidentalmente.
Para esloras grandes: El problema de conseguir y almacenar electricidad no es tan importante, tanto en barcos de motor como de vela, por lo que las opciones son más amplias. En barcos a motor de gran eslora habrá generadores, altura como en una casa y sólo tendremos que escoger el modelo que más se adapte a nuestras necesidades.
Si el barco es de vela dependiendo del plan de navegación necesitaremos instalaciones “serias” e incluso ya pensadas desde el propio astillero. Cuanto más tiempo vivamos a bordo, mayor uso le daremos a la nevera y mejor estará controlado el gasto energético.
En cuanto a volumen de refrigeración, hay todo tipo de tamaños en el mercado. Sin embargo, debemos tener en cuenta que a mayor tamaño de refrigeración también aumenta el consumo de energía del aparato. Además, una nevera de gran tamaño pesa más y ocupa mucho más espacio en nuestra embarcación.
EL AISLAMIENTO
Un factor que suele pasar desapercibido pero que es de vital importancia para el correcto funcionamiento de la nevera es el aislamiento. E el secreto de toda nevera o cofre donde se pretenda guardar frío producido por cualquier tipo de sistema.
Lo ideal para conseguir los mejores resultados sería tener diez centímetros de pared aislante por todas partes sin fallos en esquinas y rincones. Con una estanqueidad con reinas o pintura a toda prueba y un perfecto y estanco encaje de la tapa en el mueble.
Si le damos la importancia que se merece al aislamiento dispondremos de una nevera eficaz que aguante bien el frío en todas las condiciones, esto también ayudará a reducir los consumos eléctricos y un menor ruido al ponerse en marcha menos tiempo.
El tipo de aislante que debemos utilizar se encuentra fácilmente en cualquier tienda especializada y será el complemento ideal de nuestra nevera.
MANTENIMIENTO
El mantenimiento de una nevera es bastante sencillo: una limpieza a fondo de forma regular como en casa y un uso racional del termostato. Durante el invernaje de la embarcación debemos vaciarla completamente, limpiarla a fondo y dejar que se seque para después dejar las puerta o tapa abierta para evitar humedades.
