Las bujías

Que las bujías son una de las partes fundamentales del motor de nuestra embarcación es algo que todos sabemos y compartimos: la bujía es la encargada de producir la chispa que enciende el combustible en el cilindro. Sin esta chispa, no hay combustión y aquí es donde nacen la mayoría de las averías…

A continuación hacemos un repaso sobre algunos de los puntos fundamentales sobre las bujías:

1. Las bujías nunca deben ser limpiadas (a pesar de lo que muchos opinan y hacen), puesto que siempre está presente el peligro de un cortocircuito.
2. El cambio de bujías debe realizarse teóricamente a las 100 horas de navegación o, como máximo, al comienzo de cada temporada (aunque en la práctica esto dependerá de la regulación y del funcionamiento concreto de su motor).
3. Mucho cuidado al elegir las bujías: en apariencia todas son muy similares, pero no tienen los mismos índices términos ni, por supuesto, las mismas características (varían la longitud y el diámetro del asiento). Siempre conviene utilizar las bujías aconsejadas por el fabricante del motor en concreto, cuya referencia podremos encontrar en el propio manual del motor.
4. Cuidado especial deberemos tener a la hora de desmontar las bujías, ya que el riesgo a quemarse es alto, teniendo en cuenta que la cerámica puede llegar hasta los 80º de temperatura.
5. En su cambio, convendrá ir una a una, para no caer en error: quitaremos cuidadosamente la pipa, desenroscamos la bujía con la ayuda de una llave de 16 ó 21 y la extraemos con suma precaución sin forzar la cerámica (que corre el riesgo constante de romper).

Para colocar la nueva bujía, comenzaremos apretando manualmente hasta que su asiento esté en contacto con la culata. Acabaremos de apretar siguiendo las instrucciones del siguiente cuadro:

Una bujía se considera normal si después de utilizarla el electrodo es de un color marrón claro (blanco sobre una bujía nueva) y los electrodos no están dañados.