Las velas son la parte más importante de un velero, comúnmente se considera que el uso excesivo es la causa con mayor peso de rotura de velas, sin embargo; la verdad es otra. Las velas, como todo, se desgastan con el uso, pero el detonador principal de su rotura es la falta de mantenimiento y el maltrato, ya que debilitan las telas y sus costuras, promoviendo la rotura. Y como bien sabemos, ser prevenidos es la mayor cualidad de un navegante, debes darle prioridad al mantenimiento de las velas.
Las velas sufren un mayor desgaste en situaciones específicas, como por ejemplo; si se encuentra navegando sobrevelado, mientras que la vela mayor o la baluma flamean. Este es un caso en particular donde el desgaste es muy alto, para evitarlo se recomienda trimar las velas de forma correcta y achicar a tiempo. En el caso de las costuras, se ven resentidas por los rayos UVA, por lo tanto, se debe de tener presente la correcta protección que llevan las velas de enrollar o bien, la funda de la vela mayor. También al momento de guardarlas, debemos de evitar que exista humedad, ubicándolas en un lugar seco.
Para realizar el aseo de las velas, se puede recurrir a empresas que se dedican a esta labor, sin embargo, lo más importante es nunca guardarlas mojadas o húmedas, ya que traerá como consecuencia la proliferación de hongos. Además las velas se deben de limpiar con agua dulce para retirar la sal marina acumulada.
En el caso de percibir manchas de grasa o aceite, se puede disminuir con un cepillo suave y jabón desengrasante biodegradable. Dependiendo del material con el cual se haya construido la vela, puede variar los productos para retirar las manchas, en caso de dudas siempre es mejor consultar a empresas especializadas en la materia.
Otro aspecto a valorar al momento de navegar, es llevar siempre un kit de reparación aunque sea sencillo, donde tengas a la mano cinta adhesiva de tu preferencia, hilo encerado y aguja. Así tendremos a la mano herramientas necesarias para resolver la situación momentáneamente.
