La correcta elección del traje de aguas es mucho más importante de lo que en principio pueda pensarse. Además de la necesaria comodidad y libertad de movimientos que todos exigimos, este tipo de prendas suelen ofrecernos toda una serie de cualidades técnicas que conviene conocer, para saber qué estamos adquiriendo (y tal vez así podremos llegar a entender por qué su precio es tan alto)
En principio las características más comunes de los trajes de aguas son:
– Impermeabilidad: totalmente necesaria en el mar, si no queremos acabar calados hasta los huesos. La impermeabilidad de una prenda depende principalmente de dos factores:
– Impermeabilidad del tejido: que se mide sometiendo un tejido estirado a la presión del agua una columna.
– Estanqueidad de las costuras: hay dos casos:
– Sobre materiales recubiertos: las costuras se pegan y recubren de una película estanca.
– Sobre materiales dotados de membrana: las costuras son termosoldadas (es decir, unidas por medio de una fuente de calor, de similar forma a como se hace con la fabricación de balsas salvavidas).
– Transpiración: se trata de la capacidad de intercambio de aire/agua de un material. Un material que sea transpirable deberá permitir el paso del aire (litro/m2/segundo) y del vapor de agua (g/m2/24h).
Un tejido transpirable debe actuar del mismo modo en que lo hace nuestra propia piel, cuya función natural es la de respirar y transpirar para preservar la temperatura de nuestro cuerpo.
En este sentido conviene saber que un revestimiento transpirable nos dará impermeabilidad al agua y al viento, evacuando la humedad de la ropa; pero también disponemos de la membrana que cumple estas mismas funciones con la ventaja de que su transpirabilidad es aún mayor.
– Revestimiento: habitualmente los trajes de agua llevaban un revestimiento microporoso, si bien este tipo de material tiene el defecto de que sus poros se deforman al desgastarse lo que, evidentemente, altera las prestaciones de la ropa técnica. En consecuencia se ha desarrollado un revestimiento de poliuretano hidrófugo que aporta una mejor resistencia a la fricción y a la abrasión.
Algunos consejos de mantenimiento:
Todos sabemos que la adquisición de un traje de agua adecuado para la navegación supone un importante desembolso.
Las características técnicas de este tipo de prendas no sólo hacen que sean realmente caras, sino que además suponen la necesidad de tener una serie de cuidados especiales si queremos que mantengan todas las prestaciones con las que inicialmente las compramos (impermeabilidad, estanqueidad, transpiración…).
Teniendo en cuenta todo esto, le aconsejamos que siga los siguientes consejos de uso y limpieza de los trajes de agua:
– Después de cada uso en el mar, aclare bien la prenda con abundante agua dulce. Debe ser consciente de que la sal presente en el agua de mar no sólo estropea la ropa a la larga sino que además la acumulación de sal puede provocar una desagradable sensación de frío y humedad a la hora de vestirse.
– Nunca seque la prenda cerca a una fuente de calor directa o a pleno sol: corre el riesgo de que se produzcan roturas.
– Nunca lo guarde hasta que esté totalmente seco. Si lo guarda húmedo en un lugar cerrado olvídese de que cuando lo vuelva a poner esté en buen estado: lo más normal es que haya generado moho y algunas costuras podrían romperse.
– Tenga en cuenta que existen productos líquidos y en spray que nos permiten reactivar el tratamiento deperlante (repelente al agua) de las prendas.
Por último y fundamental, respete siempre las instrucciones de limpieza que cada fabricante indica en las etiquetas de la prenda. Nunca lave un traje por encima de la temperatura indicada y, por supuesto, no lo planche.
