Solución a los problemas típicos del barnizado

Cualquiera que haya probado la experiencia de aplicar un barniz en su embarcación, se habrá encontrado con una serie de problemas que sin lugar a dudas se repiten en todos los casos.
Unos problemas que nacen de la naturaleza propia del barniz, cuyo poco cuerpo conlleva la necesidad de tomar una serie de precauciones:

• Combatir el polvo: sin duda es el principal problema y el de más difícil solución, puesto que resulta imposible eliminar todo el polvo que hay en el ambiente.
  Lo más recomendable siempre es realizar el trabajo dentro de un garaje, humedeciendo el suelo y procurando tapar todas las aberturas, evitando la entrada del indeseable polvo.
  Ponga especial cuidado en todas y cada una de las capas que de (no sólo en la última) y en el material que utiliza (resulta obvio decir que deberá estar perfectamente limpio).
• Filtrar el barniz: si trabajamos con un barniz que no esté bien filtrado con seguridad aparecerán partículas y picos duros que simulan motas de polvo, echando por tierra el mejor trabajo.
  Para evitar que esto suceda deberemos filtrar adecuadamente el barniz, para lo que usaremos una capa doble de media de nylon. Esta filtración la haremos, para mayor seguridad, incluso cuando abramos una lata de barniz totalmente nueva.
• Conseguir una superficie lisa: el gran objetivo. Muchos afirman que podremos sentirnos del todo orgullosos su contamos hasta diez picos por cada treinta centímetros cuadrados de superficie (el número medio se establece en 50, pero si no tenemos precaución podremos llegar a contabilizar hasta quinientos).

  Para evitar que aparezcan estos picos, siga los siguientes pasos:

  • Utilice un trapo o bayeta para desempolvar la zona antes de aplicar el barnizado. La elección de este trapo es fundamental, teniendo en cuenta que uno seco resultará inútil mientras que uno húmedo puede debilitar la adherencia del barniz.
    El trapo deberá estar impregnado con resina viscosa y cerrado herméticamente en una envoltura impermeable que garantice sus cualidades.
    Por supuesto, deberá desecharlo en el momento en que aprecie suciedad en él o cuando esté seco.
  • Ponga especial cuidado con las condiciones climatológicas; en invierno o con frío es preciso finalizar el trabajo antes de las 14:00 horas, ya que de otro modo la superficie podría empañarse, matando el brillo de la pintura o barniz.

La cabina

La cabina requiere de un cierto toque decorativo, puesto que es una de las zonas donde pasaremos más tiempo. En la pintura de las cabinas lo más natural es decantarse por los esmaltes de poliuretano, puesto que son más duros y no se estropean ante fuentes de calor (estufas); al tiempo que pueden ser renovados mediante pulidos.
Debe saber que los acabados mates y de cáscara de huevo ayudan a reducir los efectos de la condensación.
Tenga en cuenta los siguientes consejos:

• Asegúrese de que la pintura elegida está garantizada contra el moho
• Decántese por esmalte resistente al calor para las zonas de estufas.