Puntos básicos de revisión en el motor

Consejos

El motor debe ser revisado aunque ya se hiciera en el momento del invernaje. Si hemos tenido la precaución de invernar el motor con un aceite especial, ahora sólo habrá que vaciar y reemplazar por el aceite habitual.

Pero si este no es su caso y dejó en el motor el aceite habitual, deberá vaciarlo por completo (el aceite estancado durante tiempo pierde sus cualidades lubricantes) y comprobar que no existen signos de oxidación.

Recuerde que el mejor aliado de un motor es un aceite siempre limpio, de modo que saque la varilla medidora, compruebe el nivel y observe el aspecto del lubricante. A veces el nivel está más alto de lo normal y esto se puede deber a que algo de refrigerante del circuito interior del intercambiador pasa al carter. Lo detectará en un aspecto algo ‘lechoso’ del aceite. Si esto sucede el motor requiere asistencia profesional inmediata

También resulta recomendable cambiar el aceite del inversor, teniendo en cuenta que se trata de un aceite especial. Respecto al filtro solo será necesario si han pasado el número de horas estipuladas por el fabricante. Muchas veces no se le presta el cuidado necesario a la transmisión que debemos cuidar también sustituyendo el aceite pero sobre todo comprobando el nivel con la varilla.

Los filtros del diesel son de gran importancia para que el motor no tosa o simplemente no arranque. Después de un hibernaje es importante desmontar el decantador para ver si existe presencia de agua. Sustitúyalos si fuera necesario.
El filtro de aire debe ser limpiado una vez al año y si estuviera muy sucio sustitúyalo directamente sin ni siquiera intentar limpiarlo.

Después engrasaremos todas las partes exteriores del motor. Si alguna parte está oxidada, arranque la costra de oxido y lije la zona oxidada para prepararla, antes de pintar con esmalte anticalórico. Si la pieza se encuentra demasiado oxidada habrá que desmontarla y mandarla a un taller para que la limpien con chorro de arena a presión y dejarla como nueva. Recuerde que un exceso de oxido hace sospechar del ánodo de zinc de protección. Debemos verificar su estado y sustituirlo si fuese necesario.

La correa del alternador también deberá ser revisada comprobando que no existe ningún signo de deshilachado, en cuyo caso procederíamos a realizar un cambio inmediato. Las correas tienden a aflojarse con el tiempo y también a cuartearse o vitrificarse, en cuyos casos las deberemos sustituir también. Una correa demasiado floja no permitirá que cargue el alternador. Con el motor parado, y al apretarla con el dedo en el punto medio, esta no debe ceder más de un par de centímetros.

Si a bajas revoluciones escucha un sonido agudo que desaparece al acelerar es signo de una correa demasiado suelta.

Pero no la tense demasiado ya que podrían desgastar prematuramente los cojinetes de las poleas de esta correa, los del alternador, o de la bomba de agua.

Antes de proceder a arrancar el motor a modo de prueba, comprobaremos todos los niveles de agua y aceite, además revisaremos si existe corrosión en manguitos y abrazaderas. Verifique que suena la alarma de presión de aceite y que las agujas de los indicadores funcionan. Haga una rápida inspección buscando las conexiones eléctricas del alternador y demás cables del motor. Si un cable estuviera oxidado crecerá su resistencia eléctrica lo que hará que se caliente y pueda ser una potencial causa de incendio.

La primera vez que se arranca suele ser normal que humee un poco, un humo que deberá desaparecer al poco tiempo; en caso de que transcurridos dos minutos el humo no desaparezca, deberemos apagar el motor, comprobando la toma del agua.

Publicado en: Náutica, Consejos

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