Preparar el barco para una larga travesía

Consejos

Cruzar el Atlántico, dar la vuelta al mundo o realizar una travesía bordeando el Mediterráneo, para largas travesías de este tipo es fundamental contar con una buena preparación previa del viaje y asegurar en la medida de lo posible la mayor autonomía en todos los aspectos.

Un tema muy importante, que necesitará de la colaboración de todos los tripulantes, es el de la puesta a punto de la embarcación. Esta tarea pasa por la revisión de cada uno de los elementos del barco, empezando por el aparejo y terminando por las velas o el motor, según sea el caso.

Efectivamente, lo más importante cuando planificamos un crucero es tener la completa seguridad de que todo en nuestro barco se encuentra en perfectas condiciones. Debemos ser conscientes de que podemos encontrarnos con el mal tiempo de súbito, situación que nuestra embarcación deberá afrontar sin ningún tipo de averías. Revisaremos en primer lugar el aparejo, que deberá estar compuesto por:

Una driza de mayor y un amantillo que pueda servirnos de driza mayor de respeto.

Una driza de foque o Génova o una driza de spí que pueda servir de driza de génova de respeto.

Un amantillo para el tangón.

Una retenida para el tangón.

Una retenida para la botavara.

Una escota de foque.

Una escota de mayor.

Además, debemos reforzar los elementos de la jarcia que más trabajen especialmente drizas y escotas. Es fundamental llevar repuestos para drizas y escotas ya que trabajarán mucho y no es posible pasar sin ellas.

Al preparar el barco deberemos asegurarnos de que nos sea totalmente posible reducir la superficie de las velas según lo requiera la fuerza del viento.

Tras el aparejo revisaremos las velas, una a una, comprobando todas sus costuras y puños. En caso de que deseemos limpiar las velas lo haremos con detergente líquido para fibras delicadas y agua templada.

Otro elemento fundamental que deberá ser analizado concienzudamente es el motor, pues en definitiva se utilizará bastante durante las jornadas sin viento, para recargar baterías, cuando navegamos de un fondeadero a otro, para atracar

en un puerto, etc.

Hay que llevar a bordo los repuestos más típicos como correas y repuestos para la bomba de agua, y no estará de más hacer un pequeño cursillo sobre motores diésel. Y mejor aún si es sobre su propio motor.

Tenga presente que los repuestos están para ser utilizados y que por ejemplo la típica turbina de la bomba de agua está pensada para ser sustituida tras unas 600 horas de uso. El prensa estopas también debe ser revisado cada varios cientos de horas y las correas ajustadas a su tensión correcta. Por supuesto también deberá cambiarse el filtro y el aceite.

En caso de que el motor sea de gasolina limpiaremos el carburador y cambiaremos las bujías (su resistencia en el mar es mínima). Cargaremos las baterías de forma lenta, dejando al cargador funcionar un mínimo de 24 horas.

No podemos pasar por alto la bomba de agua de refrigeración.

Por supuesto, comprobaremos que disponemos de absolutamente todo el material de seguridad exigido para cada uno de

los miembros de la tripulación.

Otro lugar en el que poner especial cuidado es en la mesa de navegación, donde todos los elementos deberán permanecer perfectamente colocados en su sitio: compás de puntas, cuaderno de bitácora, regla, transportador… todo debe estar a mano para cuando se necesite.

Pero si hay una zona en el barco que precisa de especial atención, ésta es la cocina. Aunque cada vez menos, aún en nuestros días muchas cocinas utilizan bombonas de butano, a pesar de que estamos acostumbrados a ellas en nuestra propia cocina, deberemos tener un especial cuidado para que no exista ningún tipo de escape, que podría causar una explosión de importantes consecuencias. Le recomendamos que intente encender y apagar la cocina el menor número de

veces, una buena solución que nos evitará el uso de la cocina más veces de las necesarias es la de preparar bebidas calientes (café, té, leche) una única vez y guardarlas en termos.

Antes de zarpar es conveniente revisar que todos los anclajes del mobiliario del barco se encuentran en perfectas condiciones.

Publicado en: Náutica, Consejos

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