Preparando el barco para el verano

Consejos

Nos encontramos a las puertas de un nuevo verano en el que los largos días, las cálidas temperaturas y las vacaciones nos permitirán disfrutar con mayor intensidad de nuestra afición favorita. Pero antes debemos realizar una limpeza a fondo y una una revisión minuciosa de todos sus elementos, con el fin de evitar que durante la temporada surjan problemas que en muchos casos se podrían haber evitado con facilidad con un poco de mantenimiento.

A continuación realizaremos una revisión de seguridad a su barco de varios pasos de proa a popa, que garantizarán su bienestar y el de los suyos mientras navega. Una tarea relativamente sencilla si nos hemos tomado las molestias de haber guardado todo correctamente la temporada anterior.

LIMPIEZA A FONDO

Lo primero que debemos hacer tanto si hemos dado algo de uso a la embarcación como si ha estado invernada es realizar una limpieza a fondo que además de dejar a punto la embarción, nos ayudará a percatarnos de posibles daños o desgastes que puedan haber pasado desapercibidos.

Para ello realizaremos un repaso del exterior del barco de proa a popa limpiando con agua a presión y un poco de detergente potente especial para limpieza marina para eliminar la suciedad incrustada.

EXTINTORES Y BALSA AUXILIAR

Posteriormente comprobaremos si toca revisar los extintores, lo cual estará indicado en la tarjeta unida al mismo, la caducidad de las señales pirotécnicas, y la bombona de la bocina de niebla.

Si el barco dispone de balsa salvavidas habrá que enviarla a revisar por una estación autorizada cada año, y si lleva radiobaliza, también debe revisarse anualmente, comprobando el dispositivo automático de liberación y la caducidad de su batería.

REVISIÓN DE LA INSTALACIÓN ELÉCTRICA

Otro factor de gran importancia en la puesta a punto de la embarcación es la revisión de la instalación eléctrica que debe estar en óptimas condiciones. Una tarea que no siempre resulta sencilla, puesto que la humedad del aire marino se encargará de complicarla.

La corrosión provocada por el óxido amenaza el funcionamiento de componentes como la radio, la brújula, el GPS, el medidor de profundidad y otros dispositivos responsables de la seguridad de su viaje.

Hacer un correcto mantenimiento eléctrico por tanto es esencial para la seguridad, evitando problemas en el funcionamiento del barco, arranque del motor e incluso posibles incendios debido a conexiones defectuosas.

Cada año todo el complejo eléctrico debe ser revisado; no debemos fiarnos de ningún empalme, de ninguna conexión, ni de ningún terminal; principalmente si no se encuentran impermeabilizados. Cuando menos lo pensemos, cualquiera de ellos podrá convertirse en un grave problema.

EL MOTOR

El motor debe ser revisado aunque ya se hiciera en el momento del invernaje. Si hemos tenido la precaución de invernar el motor con un aceite especial, ahora sólo habrá que vaciar y reemplazar por el aceite habitual.

Pero si este no es su caso y dejó en el motor el aceite habitual, deberá vaciarlo por completo (el aceite estancado durante tiempo pierde sus cualidades lubricantes) y comprobar que no existen signos de oxidación.

También resulta recomendable cambiar el aceite del inversor, teniendo en cuenta que se trata de un aceite especial.

Después engrasaremos todas las partes exteriores del motor.

Deberemos cambiar el filtro del combustible y comprobar el estado de el del agua, que deberá estar perfectamente limpio.

La correa del alternador también deberá ser revisada comprobando que no existe ningún signo de deshilachado, en cuyo caso procederíamos a realizar un cambio inmediato.

Antes de proceder a arrancar el motor a modo de prueba, comprobaremos todos los niveles de agua y aceite, además revisaremos si existe corrosión en manguitos y abrazaderas.

La primera vez que se arranca suele ser normal que humee un poco, un humo que deberá desaparecer al poco tiempo; en caso de que transcurridos dos minutos el humo no desaparezca, deberemos apagar el motor, comprobando la toma del agua.

REVISIÓN DEL CASCO

Nos bastará con la realización de una varada rápida. Así si nos ponemos de acuerdo con un varadero podremos conseguir una suspensión en una grúa a una hora en la que ésta no sea demasiado necesaria. Muchos clubes náuticos disponen de estas grúas e incluso ofrecen a los socios la realización de dos varadas rápidas de este tipo al año, para la revisión de sus embarcaciones.

En este tipo de varadas dispondremos de alrededor de dos horas. Esto supone un breve tiempo para poder revisar los fondos de nuestro barco, por lo que conviene tener bien claro lo que necesitamos revisar y el orden en que debe realizarse esta revisión, para lo cual le recomendamos que siga los siguientes pasos:

  • Limpiaremos la zona con un chorro de agua dulce a presión.

  • Revisaremos y limpiaremos las hélices.

  • Cambiaremos los ánodos, en caso de que éstos estén desgastados. (Los ánodos deben ser sustituidos antes de que su desgaste los haya reducido un 50 % de su tamaño original.)

  • Retiraremos el caracolillo de las diferentes tomas de agua del barco.

  • Repasaremos todo lo concerniente a la obra viva.

  • En caso de que dispongamos del tiempo necesario, podremos aprovechar para dar una capa de antifouling.

  • Por último no es mala costumbre revisar la cadena del ancla cada cierto tiempo, aprovechando la varada.

LA CUBIERTA

La cubierta suele ser la zona que más sufre durante los meses del invierno, pues es la que está más expuesta al frío, la lluvia, el sol, el aire…

Limpiaremos a conciencia con agua templada a presión mezclada con algún producto de limpieza adecuado a la superficie específica de nuestra embarcación.

En cuanto al producto de limpieza a utilizar, dependerá del tipo de superficie del que se trate. En el mercado encontraremos todo tipo de artículos en función de lo que tengamos que limpiar: teca, fibra, gelcoat…

Conviene tener presente las distancias de seguridad a la hora de utilizar máquinas de limpieza a presión para evitar dañar las partes más débiles. Tras la aplicación de agua a presión convendrá comprobar que no entra agua en la cabina y en otras partes similares.

El resto de las partes deberán ser limpiadas a conciencia o bien engrasadas, comprobando siempre que no existe signo alguno de oxidación.

En el caso de los Molinetes, actuaremos de forma similar, comenzando siempre por un buen manguerazo de agua dulce para después proceder a desmontarlos y limpiar su interior con gasoil, añadiendo en los muelles una gota de aceite.

Por último convendrá aclarar toda la superficie de cubierta con abundante agua dulce, poniendo especial atención en cada rincón.

Publicado en: Náutica, Consejos

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