Navegando con niños

Consejos

En los meses estivales es mucho más habitual que lo niños suban a bordo de los barcos y por ello vamos a repasar las principales precauciones que debemos tomar para minimizar los riesgos que pueden suponer. Debido al periodo de vacaciones, se puede generar un cierto caos a bordo y para ello es mejor que el patrón tenga en mente los siguientes puntos:

¿A QUÉ EDAD DEBE EMBARCAR UN NIÑO?

Si bien es cierto que no existe una respuesta global a esta pregunta, la primera edad de embarque de un niño debe tener en cuenta los siguientes factores:

  • La salud del niño: es uno de principales puntos a considerar ya que cualquier persona debe encontrarse en perfectas condiciones antes de embarcar.

  • La propia embarcación: el tipo de barco del que dispongamos así como los servicios que tengamos en él, serán determinantes para la posibilidad de que embarquen o no niño de corta edad.

  • La travesía que vayamos a realizar: ya que no implican las mismas necesidades un paseo corto por la costa que una travesía larga en la que de visiten diferentes puertos.

Dicho esto, se puede decir que para la mayoría de los casos, la edad más adecuada para iniciar a un niño en el mundo de la navegación son los 3 años de edad, cuando el niño ya cuenta con un sentido del equilibrio desarrollado. Así podrá moverse tanto en situaciones comunes como en pequeños momentos más complicados en las que además podrán contar con la capacidad de adquirir algún tipo de responsabilidad.

A partir de los 3 años, por lo general, un niño ya puede participar en algunas actividades del barco, entenderlas y en definitiva disfrutarlas.

Sin embargo, un punto primordial y recomendado por todos los instructores, es que el niño sepa nadar, ya que si no, puede suponer un gran riesgo totalmente innecesario.

De todos modos, tenemos que tener en cuenta que cuanto más pequeño sea el niño, más sensible será a alguien tipo de agresión térmica ( frío, congelación, sobre exposición solar, golpe de calor…).

LA SALUD

Antes de embarcar, todo niño debe haber pasado por la consulta del pediatra para realizar una revisión general de su salud y además nos indicará qué productos debemos incluir en el botiquín a bordo pensando especialmente en la salud de los más pequeños.

Se recomienda que se apunte por escrito todo aquello que nos recomiende el pediatra en lo referente a la toma de medicamentos ya que no sabemos qué puede pasar ni quién le dará la medicación en caso de que la necesite.

Además siempre podremos contar a bordo con un manual de puericultura y otro de socorrismo para tener a mano durante la travesía ya que en el mar no hay médicos y no siempre dispondremos de cobertura para contactar con uno.

*Mareos*

Uno de los principales problemas que nos podremos encontrar, es el mareo. Lo que puede comenzar como una pequeña indisposición o malestar general, se transforma rápidamente en vómitos, dolor de cabeza o incluso somnolencia. Este problema es más acusado en los niños pequeños ya que no saben muy bien cómo expresar lo que están sintiendo y en ocasiones pueden llegar a asustarse, lo que todavía complicaría más la situación.

Aunque puede aparecer en cualquier momento, existen cierto factores que lo favorecen como puede ser el nerviosismo o la sobre excitación y por eso es muy importante vigilar que los niños duermen lo suficiente y respetar sus horas de descanso.

Otro factor que también puede aumentar la aparición de los mareos son las temperaturas extremas, tanto de frío como de calor ya que debilitan el estado físico del niño por lo que es conveniente vestirlos con la ropa adecuada en cada momento.

Además es necesario también evitar las comidas copiosas y las grasas así como la repostería poniendo especial atención a las ingestas previas a la salida ya que tenemos que procurar que vaya con el estómago vacío pero que tampoco coma en exceso, por lo que lo mejor sería darle fruta, galletas o tostadas de desayuno.

Si quieres evitar males mayores, puedes contar con la ayuda de los medios antimareo disponibles en el mercado como pastillas, pulseras etc.

Aunque tomemos todas las precauciones que consideremos oportunas, el mareo podrá aparecer igualmente así que conviene saber cómo deberemos actuar para pasarlo. Lo más importante es tranquilizar al niño explicándoles qué está pasando y que es algo pasajero y que pasará en poco tiempo. A continuación lo acostaremos en un lugar ventilado en cubierta, sin olores y evitando que el cansancio vaya a más. Intentaremos que coman algo de fruta como puede ser un plátano, obviando los alimentos ácidos.

Por lo general es un estado que no debe durar muchas horas aunque el malestar puede llegar a prolongarse durante todo el día.

*Caídas*

Otro de los principales problemas con los que nos podemos encontrar a bordo son las caídas ya que por lo normal los niños son suelen ser muy conscientes de los peligros que puede haber en una embarcación.

Cualquier niño o adulto puede cesarse en el día a día pero no cabe duda de que en el mar existen más posibilidades de esto ocurra y pueden provocar consecuencias nefastas ya que a bordo todo está lleno de rincones y salientes por lo que se convierte en un lugar más peligroso.

Con esto presente y como principal medida de precaución, los niños nunca deberían permanecer en cubierta mientras se realizan maniobras.

Durante el resto del tiempo lo más recomendable es mantenerse alertar para evitar en la medida de lo posible cualquier tipo de accidente o resbalo ya que la mayoría de estos pequeños golpes son evitables.

ALIMENTACIÓN

Si vamos a realizar salidas cortas, la alimentación no es algo muy importante ya que con llevar un pequeño suministro de alimento es suficiente.

Por el contrario, si vamos a realizar un viaje largo, tendremos que vigilar este punto mucho más de cerca ya que tendremos que aportar a los niños las suficientes proteínas y energía para lo que implican estas jornadas de navegación.

Para controlar periodos de anemia, uno de los principales problemas que se suelen encontrar, es contar siempre con fruta fresca a bordo. Además los cereales también son un alimento muy recomendable a bordo tanto en desayunos como cenas.

Debemos evitar que el niño se deje llevar comiendo golosinas o pasteles ya que durante la navegación es habitual que tengan hambre de manera constante.

Las hortalizas, patatas, cebollas, zanahorias o frutos secos son alimentos que se conservan de manera sencilla y pueden llegar a durar hasta varias semanas.

Hay que tener en cuenta también que durante la época estival, los alimento se conservan mucho menos tiempo así que procura desconfiar de la comida que haya sobrado incluso si es de mediodía a la noche ya que aunque tenga buen aspecto puede que no esté en buen estado y esto para cualquier niño supone un peligro en potencia.

JUEGOS

Es muy importante mantener a los niños ocupados y entretenidos mientras están a bordo así que en la medida de lo posible si podremos llevarles todos aquellos juguetes que no sean excesivamente voluminosos.

Cuando paremos en los puertos, es recomendable buscar otros niños que puedan jugar con ellos para que así se desarrollen plenamente.

Publicado en: Náutica, Consejos

New Account Register

¿Ya tienes una cuenta?
Log in instead Or Reiniciar contraseña