Guía para un buen amarre

Consejos

Amarrar nuestra embarcación de la manera correcta es algo completamente fundamental si no queremos llevarnos ningún susto cundo visitemos el pantalán. Por lo general, el espacio del que disponemos a la hora de hacer esta maniobra es muy reducido por lo que es necesario dejarle perfectamente sujeta, evitando choques y roces inesperados y desagradables.

La movilización de nuestra embarcación, depende directamente del amarre que realicemos y puede llegar a resultar mucho más complicado de lo que a simple vista parece ya que hay varios factores a tener en cuenta como pueden ser el estado del mar, el oleaje exterior o el viento que no están bajo nuestro control. Por ello, lo mejor es contar de base con un material idóneo para realizar esta maniobra de la manera más segura que podamos.

CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA AMARRA

Como amarras, podemos hablas de cabos o estachas, que son aquellas que sirven para sujetar nuestro buque al atraque. Estachas son las amarras utilizadas en los atraques y en los remolques y son cabos de un groso considerable. El rango es muy amplio, desde un simple cabo de cáñamo hasta uno trenzado y sofisticado de una fibra de calidad y cada una de ellas está diseñada para un momento y un lugar diferentes.

El cabo que compone la amarra tiene que lo suficientemente elástico y manejable, además de estar trenzado, si es posible en poliéster ya que es mucho más suave al tacto y más fácil trabajar con él a pesar de que realizar costuras o empalmes sea un poco más complicado.

Si las condiciones meteorológicas son adversas, es aquí cuando las amarres cumplen su función de aguantas sólidamente, ser elásticas y amortiguar los tirones permitiendo que el barco se mueva dentro de los límites establecidos.

Por ello hay que tener en cuenta que el grosor no debe ser demasiado ya que su fijación con dos o tres vueltas a una cornamusa sería mucho más complicada. La amarra ha de poder atarse de manera muy sencilla y rápida sin llenar el punto de amarre a bordo con la primera vuelta. Si la bita es simple o doble, nos permitirá un grosor de cabo mayor y más vueltas, dejando las cornamusas para la navegación deportivo o barcos de tamaño medio.

La amarra quedará en estado de trabajar y aguantar siempre y cuando el noray esté en su sitio, el cabo amarrado a él con un paso suave pro el guiacabos y tengamos suficientes vueltas aseguradas en una cornamusa.

No hay que olvidarse de que la amarra ha de respetar a los demás; no puede dificultar las de otros barcos, pasando los cabos por debajo de los suyos nunca y utilizando siempre el espacio estrictamente necesario para permitir a los demás que hagan lo mismo.

Las características de nuestra amarra, por lo tanto han de ser:

  • Cabo elástico y resistente, del grosor preciso.
  • Camino libre y directo hasta la tierra.
  • Longitud suficiente.
  • Misma altura en el barco que en tierra.
  • Ausencia de roces.
  • Protecciones en los puntos de roce.
  • Pasos forzados con guías suaves.
  • Punto de amarre a bordo suficiente y sencillo.
  • Gaza en uno de sus extremos.
  • Amortiguación en el punto de amarre en tierra.
  • Materiales inoxidables o protegidos si son metálicos.
  • Cadena de seguridad si hay amortiguación en tierra.
  • Aclarado con agua dulce.
  • Revisión periódica de todos los puntos y eslabones.

TIPOS DE AMARRAS

Dependiendo de la dirección en la que trabajar el salir del buque por la guía o por la gatera, las amarras tienen nombres distintos:

Largos: son aquellas que salen por la proa o popa y trabajan hacia la proa o popa respectivamente. Los largos de proa trabajarán hacia proa y los largos de popa lo harán hacia popa. Se emplean para colocar el barco en una posición inicial y se dan lo más lejos posible. Mantienen el buque pegado al muelle de atraque y evitan desplazamientos longitudinales.

Springs: estas salen por la proa o popa y trabajan hacia proa o popa, es decir, trabajan hacia la cabeza contraria de aquella por la que salen. Los springs de proa trabajarán hacia popa y los springs de popa, hacia proa. Se utilizan para dejar el barco parado y en su posición. Evitan los movimientos longitudinales del barco cuando está atracado.

Traveses: trabajan perpendicularmente al plano longitudinal del buque y se utilizan para dejar el barco pegado o aconchado. Evitan que el barco se despesque de su atraque y los desplazamientos transversales.

Coderas: Se dan en las cabezas y se amarran a la banda contraria a la del atraque, haciéndolas firmes a una boya, muerto etc. Trabajan en la dirección perpendicular al plano longitudinal del buque. Mantienen el barco separado del muelle cuando el mar y el viento lo demandan, evitando golpes en el costado contra el muelle de atraque.

CÓMO REALIZAR UNA BUENA MANIOBRA DE AMARRE

Cada maniobra es única, ya que se puede realizar de muchas formas distintas en función de la propia configuración del atraque, el espacio del que dispongamos, las condiciones del mar etc. De todos modos, todas las maniobras deben repasar los siguientes puntos:

1. Previsión: Es totalmente necesario preparar con antelación la maniobra que mayor seguridad nos dé, así aumentaremos la posibilidad de que la efectuemos con éxito.

2. Observación: Factores como la dirección del viento cuando atraquemos, su intensidad, el oleaje etc, en resumen, todos aquellos factores que no están bajo nuestro control. Por lo tanto, si sabemos que el viento incidirá por proa, nuestra embarcación se abatirá, si el viento es transversal, por lo contrario, será nuestra principal preocupación. En el caso de que no dispongamos de información del puerto en el que atraquemos, tendremos que estudiar insitu el portulano para ver dónde se ubican los pantalanes.

3. Decisión: Es aquí, donde después de haber analizado la situación, y haber dibujado mentalmente el atraque tendremos que decidir cómo ejecutarlo. De proa, de popa recorriendo la lámina de agua, realizando una ciaboga etc. escogiendo siempre la opción más sencilla y más segura para nosotros y los barcos que nos rodean.

4. Organización: Hay que disponer de toda la tripulación en la ayuda de los labores de atraque y desatraque. Para evitar el caos, lo mejor será explicar detenidamente la maniobra y cómo queremos realizarla. Así, por ejemplo, una persona se puede encargar de preparar las amarras de popa y otro las de proa etc. Tendremos que advertir de cuál es la primera amarra de hacer en firme; la de barlovento.

5. Actuación: Aquí debemos mantenernos serenos y tranquilos ya que no servirá de nada realizar movimiento bruscos ni aceleraciones innecesarias. Si finalmente hemos optado por una ciaboga, lo más recomendable es empezar a virar justo cuando el mástil se sitúe en el centro del atraque. La virada ha de ser rápida y regulando la arrancada con el motor para evitar así un desplazamiento lateral.

Etiqueta: Amarre
Publicado en: Náutica, Consejos

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