Fondeo nocturno, aspectos a tener en cuenta

Consejos

La calidad del fondeo es lo más importante para la seguridad de la tripulación y la tranquilidad del patrón. Antes de fondear deberemos elegir un lugar cuidadosamente, que deberá tener las siguientes características:

Estar bien resguardado de la costa.

Que nos ofrezca abrigo a los vientos y al oleaje.

Lugar amplio, que nos permita zarpar sin problemas cuando queramos hacerlo.

Con buen tenedero (calidad del fondo de un fondeadero). Son buenos los fondos de fango y los de arena y son malos los de piedra, alga y arcilla.

Una vez escogido el sitio para fondear y pasar la noche comienza el proceso de fondeo. A ser posible con luz de día.

A la hora de fondear deberemos tener en cuenta que el ancla tendrá que vencer la fuerza producida por diferentes elementos, como el viento, la corriente, las fuerzas centrífugas… La resistencia que opongan el ancla y su cadena será mayor cuanto mayor sea el ángulo que forma la cadena con respecto al fondo: para disminuir este ángulo será necesario filar (es decir, aflojar) la cantidad de cadena suficiente para formar la mayor curvatura posible.

Si el tenedero es malo o no se ha filado lo suficiente la cadena, el ancla garreará, es decir, se arrastrará por el fondo sin que se llegue a clavar. Para evitar que esto suceda, daremos atrás para obligar a que se clave y verificar que así ha sido, para ello apretaremos el freno y daremos paladas atrás: si la cadena entra en fuerza, será señal de que el ancla se ha clavado.

Al fondear deberemos poner especial atención en no hacerlo cerca de otros barcos, ya que el viento puede cambiar, haciéndonos bornear (esto es, cuando un barco fondeado da vueltas alrededor del ancla por acción del viento o la corriente). En sitios pequeños deberemos evitar el borneo echando un anclote por la popa.

Es conveniente verificar cada cierto tiempo que el barco no garrea. Para comprobar que es así, una vez fondeados tomaremos varias marcaciones a puntos de tierra y la sonda bajo la quilla, lo que nos valdrá para verificar si realmente nos hemos movido o no.

En los casos en los que nos veamos obligados a fondear en fondos de roca, es conveniente colocar un orinque en el ancla; se trata de un boyarín que va amarrado a la cruz del ancla por un cabo fino y que nos sirve para balizar el ancla por si ésta quedase enrocada y también para evitar que otros barcos fondeen sobre ella.

Por último programaremos la alarma de la sonda con un fondo mínimo y máximo por si nos acercamos a la costa o si nos vamos hacia mar adentro si falla el ancla y encendemos la luz de fondeo.

Publicado en: Náutica, Consejos

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