Antes de comenzar a desmontar cualquier pieza que consideremos que puede estar estropeada, deberemos valorar la situación en la que ésta se encuentra y ser totalmente conscientes del enorme daño que podemos provocar si la quitamos bruscamente.
Bajo ningún concepto es adecuado forzar una pieza y mucho menos si no sabemos de qué forma está instalada.
Los tornillos de latón que se encuentran en un ambiente salino, con el tiempo perderán la capa de cinc y tenderán a volverse quebradizos, en caso de que así sea será necesario desmontarlos, para lo cual es recomendable tener en cuenta los siguientes puntos:
- Sabremos que el tornillo está estropeado si presenta un tono rojizo. Es fundamental realizar una simple revisión visual previa.
- En caso de que no podamos moverlo con facilidad, podremos suavizarlo echando un poco de aceite penetrante.
- Tras ello daremos un pequeño golpe con el mango del destornillador, de forma que la rosca se mueva y se afloje el tornillo.
- Es importante seleccionar el mayor destornillador que encaje en la cabeza del tornillo.
- En caso de que la punta del destornillador se haya desgastado con el uso, la afilaremos hasta dejarla recta, de manera que pueda ajustar exactamente en la ranura del tornillo.
- Asegurándonos de que la punta del destornillador está perfectamente fijada en el tornillo, le daremos una vuelta completa. Este es un punto muy importante, ya que si tenemos la mala suerte de que el destornillador nos resbale, casi con total seguridad estropearemos la cabeza del tornillo, dejándolo inservible para siempre. Para evitarlo echaremos el peso de nuestro cuerpo sobre el destornillador, empujando sobre él al mismo tiempo que le damos un pequeño giro; existen destornilladores de impacto que reproducen este empujón, en cualquiera de ellos deberemos tener perfectamente claro que si el destornillador no se encuentra correctamente encajado puede romper la cabeza del tornillo produciendo un problema que puede ser irreparable.
- Si se trata de tornillos de gran tamaño es preferible intentar la extracción entre dos personas.
- En caso de que nos encontremos con una hilera de tornillos, lo más adecuado es ir quitándolos de forma aleatoria, ya que si lo hacemos siguiendo el orden impuesto lo único que podremos conseguir es generar presión sobre los tornillos que aún quedan colocados, lo que hará que después sean más difíciles de quitar.
