El carro de golf: su caddie con ruedas

Material

Los caddies se cotizan caros… Quizás en esta afirmación se encuentre la idea que dio lugar a los carros de golf.
Estamos de acuerdo, este es un deporte para andar; pero una cosa es ejercitar nuestras piernas con caminatas que serán de lo más saludables y otra muy distinta es machacar nuestra espalda cargando con una bolsa llena de palos. Por eso debemos considerar los carros como una de las mejores ideas de cuantas se han presentado en el mundo del golf.
Ya sean eléctricos o manuales, a falta de un caddie, estos carros nos ayudan a hacer kilómetros por el campo con suma comodidad.
Tanto es así que se han convertido en uno de los instrumentos básicos del jugador amateur, por lo que consideramos importante dedicarle uno de nuestros artículos mensuales. Analizaremos los diferentes tipos de carros, le daremos consejos para su compra, pero lo que es más importantes, hablaremos sobre cómo debe utilizarse correctamente en el campo.

Funciones del carro

El carro o, como muchos le llaman, “carrito”; tiene la única y básica función de ayudarnos a transportar la bolsa llena de palos a lo largo de todo el recorrido; con lo que conseguiremos no cargar la espalda y, en definitiva, evitar posibles lesiones futuras en esa zona.
Pero el uso del carro nos permite llevar al campo otras muchas cosas que pueden sernos de gran utilidad: ropa de abrigo o para la lluvia, bebida, algo para picar, complementos (guantes, toallas…); es decir, toda una serie de cosas que sin duda agradeceremos tener a lo largo de las largas horas que puede durar un partido.
Y todo ello con la comodidad que supone no tener que cargar con todo el peso.

Cómo elegir el carro adecuado

Si tuviéramos que destacar una serie de características definitorias del carro ideal para cualquier jugador, éstas serían:

  • Material de fabricación: aluminio. Reduce notablemente el peso del carro, haciendo que resulte mucho más cómodo su transporte.
  • Ruedas anchas: no sólo facilitan su desplazamiento, sino que además provocan un daño mucho menor en el césped.
  • Ruedas montadas en rodamientos de bolas: sin duda incrementarán el confort.
  • Correctamente equilibrado.
  • Plegable: para poder guardarlo en cualquier sitio, pero sobre todo, en el maletero del coche.

Carro manual versus carro eléctrico

Sin duda el carro manual supuso en sus días una auténtica revolución, puesto que ofrecía al jugador la posibilidad de llevar al campo todo lo necesario sin tener que contar con un caddie o, lo que era peor, sin tener que cargar un gran peso a la espalda.
Su aparición influyó en cierta manera en el auge de este deporte, pero sobre todo resultó una gran evolución para los jugadores de edad.
Hace relativamente poco tiempo, irrumpieron en el mercado los carros eléctricos, sin duda algo esperado por muchos golfistas (sobre todo los más mayores). Estos carros disponen de una batería con la que se pueden desplazar a lo largo del campo, sin necesidad de que el jugador lo tenga que empujar.
A pesar de que son más pesados que los manuales, los eléctricos pueden ser utilizados en todos los terrenos y bajo cualquier clima, por lo que resultan sumamente útiles.
Sin duda los preferiremos cuando nos encontremos ante la necesidad de subir cualquier tipo de montículo, puesto que, mientras los manuales deben ser empujados, los eléctricos se desplazan por sí mismos gracias a su batería.
Los carros eléctricos suponen, sin duda, una importante mejora con respecto a los manuales, por lo que son más recomendables. A nuestro modo de ver sólo tienen un inconveniente: su precio, puesto que suponen la necesidad de realizar una inversión mayor que para un carro manual.

Puede consultar aquí nuestra sección de carros de golf manuales y eléctricos

Problemas más comunes

El uso incorrecto del carro a lo largo de un recorrido puede conllevar una serie de problemas de distinta índole que pueden afectar tanto a nuestro juego como al de nuestros compañeros de campo.
Conviene conocerlos:
Robo de espacio vital al jugador: cuando caminamos con el carro, nuestra reacción más normal es dejarlo pocos metros antes de llegar a la bola (con el objetivo de no tener que desplazarnos después para ir a buscarlo). En ocasiones esos pocos metros son tan escasos que realmente provocamos que el carro entorpezca nuestro juego.
Por su tamaño, el carro puede hacer que distraigamos nuestra colocación, algo que siempre debemos evitar. Para ello un buen consejo es dejar el carro cerca de la bola, en la perpendicular de la dirección del golpe, donde sin duda no le robará ningún tipo de espacio.
Colocación del carro junto al green: muchas veces, cuando vamos a patear, dejamos el carro en la orilla del green. Conviene no hacerlo, puesto que debemos ser conscientes de que puede suponer una gran molestia para los jugadores que se encuentran disputando ese hoyo, ya que supondrá una referencia diferente a la bandera, al tiempo que actúa como un auténtico muro.
Dejar el carro en el camino del siguiente tee es siempre una buena idea, porque además de no molestar, en esa posición no tendremos que volver atrás a recogerlo para continuar jugando.
Desgaste del campo: hágase a la idea de que los mismos caminos por los que usted pasa con su carro son transitados a diario por cientos de jugadores que portan sus respectivos carros… se imaginará el desgaste que esto puede suponer para el campo.
El constante paso con carritos obliga a los responsables del campo a hacer reparaciones y resiembras, pero no sólo eso, las ruedas acaban por formar surcos que, además de resultar poco estéticos, provocan un serio perjuicio para el juego.
Efectivamente, podemos dar el golpe más acertado del mundo que si la bola cae en un terreno desgastado, sin hierba y con surcos, dará un mal bote y no podremos controlar dónde acabará su trayectoria. Es decir, el mejor golpe se convertirá en un golpe totalmente descontrolado.

Casi todos los campos cuentan con indicaciones en las que se señalan los caminos que deben ser seguidos tanto por los carros como por los coches; pero en caso de que éstas no existan, siga las siguientes normas de comportamiento:
Tras darle a su bola en la salida, lleve el carro por el camino lateral de los tees, sin atravesar los tees que encontraremos delante del nuestro.
Evite las zonas estrechas.
No busque atajos; normalmente hay un camino preestablecido que conduce de un hoyo a otro.
Lo más importante de todo y fundamental para poder seguir estas reglas de correcto funcionamiento, es no cegarse por el absurdo afán de llegar cuanto antes a la bola para dar el siguiente golpe.

Cuidado del carro

Como todos los elementos del equipo, el carro precisa de una serie de pequeños cuidados con los que garantizaremos su perfecto funcionamiento a lo largo del tiempo:

  • Es conveniente limpiar los carros periódicamente.
  • Engrase los rodamientos con aceite o grasa.
  • Si su carro es eléctrico procure, además, cargarlo sólo cuando sea estrictamente necesario. Una vez cargado, desconecte el cargador. Tenga en cuenta que la batería irá perdiendo capacidad con el uso, por lo que deberá sustituirla cada cierto tiempo.

 

Etiqueta: Carro de golf
Publicado en: Golf, Material

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