La bola cae en un búnker y aún queda una larga distancia para llegar al green. ¿Qué es lo primero que piensas? Una situación complicada que puede solucionarse de una manera sencilla…. Te contamos cómo!!
Lo primero que tienes que hacer es elegir el palo más adecuado.
Estudia la posición de la bola y el recorrido que debes realizar.
Visualiza el golpe.
Echa un vistazo alrededor y fíjate también en el tamaño del talud.
¿A qué distancia se encuentra el green?
- Si este está a menos de 120 metros, te recomendamos optar por un hierro 7 u 8, que permitirá golpear sin realizar cambios significativos en tu swing.
- En cambio, si estamos a más de esta distancia, elige una madera 5-7.
No obstante, existe otra regla no escrita para cualquier jugador: escoge un palo más del que usarías en caso de que la bola estuviera en la misma posición, olvidándonos de que estamos en un búnker.
¿Qué ángulo tiene el talud? Fíjate bien. Cuanto mayor sea este desnivel, más abierto deberá ser el palo que usemos.
Con el palo seleccionado y una duda menos, enfócate ahora en impactar la bola de forma limpia, levantando la menor cantidad de arena posible. Para ello…
- Colócate respecto a la bola con la punta de la cabeza del palo, no con la parte central de la cara.
- Sitúate a dos o tres centímetros de la bola.
- Los pies no influyen en el golpe, por lo que mantén las extremidades inferiores lo más relajadas posibles.
- Golpea la bola de arriba hacia abajo, haciendo un swing más vertical y retrasando la posición de la bola hacia el pie derecho.
