Partiendo de la base de que escoger un putter depende de la sensación que este nos proporciona, pero no obstante es posible establecer algunos aspectos tales como la longitud, peso, grip, grados etc que determinarán en buena medida cuál se adapta mejor a nuestro juego.
Podemos encontrar putters de todas las formas y colores, tamaños, pesos, colocación de varilla, longitud y estética, y por si fuera poco, las sensaciones que ofrecen dos modelos aparentemente iguales pueden ser completamente diferentes.
Si hay un palo de los que llevamos en la bolsa, en el que tenemos que tener confianza, ese es el putter, y no es para menos ya que es el palo que más se utiliza en una vuelta regular de golf. Un jugador amateur puede efectuar entre 30 y 40 putts en una vuelta, mientras que solo utilizará el driver en 12 o 14 ocasiones.
Tipos de putter
Los putters están clasificados según el diseño de su cabeza y según la posición de la varilla con respecto a la cabeza del palo:
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Por el diseño de cabeza, podemos encontrar tres tipos de putters: como son los Los blade, los hell-toe y los mallet.
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Por la posición de la varilla en relación con la cabeza del palo, tenemos los putters de varilla de talón o los de varilla centrada.
En ambos casos encontraremos modelos en los que la varilla entra dentro de la cabeza, con hosel, con offset y sin él. El líneas generales, el putter de varilla centrada marca mejor la línea y ofrece un mayor control de la cabeza del palo en golpes cortos y el putter sin offset reduce los errores cuando hay tendencia a dejar las manos atrás. Por el contrario el putter con offset facilita que la cara llegue cuadrada cuando el jugador adelanta las manos y es más tolerante cuando se trata de swings largos.
Luego está el conocido como putt escoba. Se trata del palo que tiene una varilla más larga de forma que el jugador lo sujeta con una mano contra su pecho mientras con la otra realiza el golpe. Desde el año 2016 su uso está prohibido, ya que no se puede anclar el putt a ninguna parte del cuerpo. El Royal and Ancient (R&A) y la United States Golf Association (USGA), decidieron su prohibición a partir del año 2016. La nueva regla 14-1 B, que fue aprobada también por la PGA y la Carrera hacia Dubai, esta regla prohíbe que el putter toque cualquier parte del cuerpo del jugador que impida el balanceo natural (swing) del palo en el recorrido hacia la bola.
Diseño de la cabeza
Según el diseño de la cabeza los 3 modelos habituales son: Los blade, los hell-toe y los mallet.
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Los blade: hoy en día están en vías de extinción y su uso queda relegado a unos pocos jugadores que son capaces de dominarlos o que se inclinan por la estética clásica. Su diseño viene de los primeros putters que no eran más que hierros con pocos grados, así que no ofrecen ninguna ventaja en la alineación y su distribución de masa carga demasiado peso en el centro de gravedad, ofreciendo poco perdón en los golpes descentrados.
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Los putters hell-toe (punta-talón) parten de un tamaño similar a los blade, pero reparten más peso en los extremos consiguiendo así un punto dulce más amplio. La mayoría aprovechan la cavidad para marcar una línea de referencia que ayuda a colocar el palo. Exceptuando los que utilizan varilla centrada, el resto tienen offset, en mayor o menor medida, lo que reduce el efecto push. Suelen estar fabricados en acero y algunos disponen de insertos que suavizan el impacto.
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Por último los putters mallet, prolongan su parte posterior para conseguir una visión más amplia de la cuadratura de la cara y llegaron a estar prohibidos por el R&A a principios del siglo XX por considerar que facilitaban el juego en exceso. Su superficie permite a los diseñadores jugar con la distribución de pesos y fabricar putters con un mayor momento de inercia. Se encuentran fabricados en diversidad de materiales, desde aluminio a compuestos de resina o incluso en madera.
La varilla
El primer punto a tener en cuenta para elegir un putter, es la longitud de la varilla ya que afecta a la posición y a la distancia a la bola, Si tenemos un putter con la longitud correcta, nos podremos colocar con la postura correcta a la distancia idónea.
Si hablamos de putters estándar, la mayoría de los que encontramos en el mercado son de 34” para hombres y 32-33” para mujeres.
Para elegir la longitud más adecuada, hay que intentar encontrar el equilibrio entre distancia y control. Con una varilla más larga es necesario menos arco de swing, mientras que con una varilla más corta siempre tendremos más control de la cabeza del palo. Todo esto sin olvidar que un jugador de 190 cm de altura tendrá serios problemas para jugar y practicar con un putter de solo 33” de longitud por ejemplo.
El peso
El peso estándar de la cabeza del putter para 35” de varilla es de 360 gramos, cuanto menor sea la varilla es recomendable optar por un mayor peso. Hay que resaltar que realizar un buen fitting es fundamental para saber que nos conviene.
El grip
El grip es muy importante ya que es la única parte del palo con la que tenemos contacto al hacer un putt, y tiene que adaptarse a nosotros y ser muy cómodo, existen de diferentes tamaño, forma y tacto, y todas estas variales influyen en el aguarre y en la comodidad.
Uno de los grips mas es el Superstroke, ya que tienen un tamaño y grosor muy superior al resto, así como mismo grosor en todos sus puntos, lo que hace que no quebremos las muñecas durante el golpeo y que se ejecute, en teoría, un golpe más sólido, mejorando el impacto en el punto dulce del putter.
Balance del peso
El equilibrio o balande del peso es uno de los factores fundamentales a la hora de escoger un putter. Dependiendo de la forma en la que se reparte el peso en la cabeza del putter existen dos tipos de cabeza Face balanced y Toe weighted.
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En los Face balanced el peso se encuentra repartido de forma uniforme por toda la cabeza del putter. Este tipo de putter son perfectos para los golfistas que hacen el movimiento pendular correctamente en el golpeo.
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Los Toe weighted tienen el peso mayoritario desplazado hacia el talón. Son ideales para los golfistas que hacen el movimiento pendular en forma de arco o con una leve curva, pues ayudan a que la cara llegue cuadrada en el momento del impacto y para los que tienden a fallar por la derecha del hoyo.
Existen putters más tolerantes con los golpes descentrados que otros. La permisividad en un putter va relacionada con el
momento de inercia de este. Cuanto mayor sea el M.O.I. menos se desviará la bola en golpes descentrados.
Para terminar decir que en el golf, se basa en gran parte en las sensaciones que te den los palos, y en caso del putter esta sensación es más importante todavía. Lo ideal para escoger un putter es tener la posibilidad de probar distintos putter y configuraciones, y sentir las diferentes sensaciones que te proyectan. Para tomar la decisión correcta déjate asesorar por los profesionales, pero en el caso del putter tus sensaciones deben de estar por encima, ya que es el palo mas personal de todos cuantos llevas en al bolsa.
