Podemos decir que los puntos más importantes a tener en cuenta para conseguir que nuestra bola rebote en el agua correctamente son:
- Trayectoria: sin duda es lo más importante, tanto que sin tener en cuenta la potencia con la que se golpee la bola, ésta sólo se desplazará sobre el agua si el ángulo de aproximación no es perpendicular a la superficie del agua.
Evidentemente si la bola termina por meterse dentro del agua, deberás decir adiós al golpe.
En consecuencia, ten en cuenta que el ángulo de roce de la bola con el agua no deberá superar nunca los 15 grados.
En resumen, es totalmente necesario conseguir una trayectoria muy baja.
Habitualmente conseguiremos esta trayectoria baja si no imprimimos suficiente efecto de retroceso a la bola, con esto conseguimos que la bola caiga antes y que recorra una distancia menor.
- Swing: como hemos dicho, sin una buena trayectoria de la bola no importará la potencia que podamos imprimir a la misma; sin embargo esto no debe hacernos caer en el error de pensar que debemos realizar un swing débil, muy al contrario, este tipo de golpe de rebote exige aceleración. Incluso con ángulos bajos de trayectoria, si la bola no lleva una cierta aceleración no llegará nunca a rebotar en el agua.
Así, en principio podemos pensar que cuanto más rápida vaya la bola, mejor resultado obtendremos.
No podemos olvidarnos de que la bola pierde casi la mitad de su velocidad en cada bote sobre el agua, por lo que este tipo de golpe exige una potencia y aceleración superiores para superar el rozamiento.
El backswing será, sin embargo, mínimo. Por otro lado, ten presente que un fin de swing bajo ayudará a conseguir un vuelo de la bola más rápido, que permanece con una trayectoria baja y sin demasiado efecto, es decir, justamente lo que estamos buscando.
En relación con esto, ten en cuenta que lo más importante para conseguir la deseada potencia es lograr un golpe en el que brazos, palo y cuerpo funcionen como si de un único elemento se tratara, sobre todo tras el propio impacto.
Para ello existen varias claves:
* Colocación de la varilla paralela a la línea del objetivo, situada justo por detrás de las manos.
* Durante el cambio, la parte inferior de ambos antebrazos estarán al mismo nivel. O
* La punta del palo apunta hacia arriba.
Tras golpear la bola, la cabeza del palo deberá quedar ligeramente por debajo de las manos y siempre apuntando hacia arriba.
- Nada de efectos: hay quien piensa que para poder hacer botar es preciso imprimir a la bola cierto efecto; pues bien, nada más lejos de la realidad, cuanto menos efecto lleve la bola, mejor rebotará en el agua.
Esto nos lleva a la necesidad de decantarnos por un palo que tenga un loft muy bajo, como un hierro 3 o 4.
