La postura está enteramente influenciada por la complexión física de cada jugador, la tarea más importante es poder adaptarse a la tensión del gesto deportivo e ir adoptando las posturas propias del juego. La práctica continua para corregir lo estético del swing, que viene siendo el stance, va a determinar la calidad de tu juego y por supuesto, es pieza clave para ir mejorando en cada partido.
Si el stance no se va perfeccionando, inevitablemente te convertirás en un jugador irregular en cuanto a calidad de golpes, teniendo como resultado distancias variables. Con el tiempo, la postura incorrecta creará estragos en tu potencia y precisión.
Se pueden identificar ciertas consecuencias de una mala postura, como por ejemplo, una mala rotación del cuerpo, ya que el arco del swing será muy estrecho. El resultado de este golpe será la pérdida de la coordinación en la bajada.
Si quieres continuar formándote como golfista, te recomendamos continuar practicando tu postura hasta que la interiorices y sea algo natural. Como el clavado de un nadador, que de tanto practicarlo ya no necesita detenerse a evaluar cada paso del movimiento. También toma en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Trata de que el grip sea neutro, orienta la cara del palo hacia el objetivo.
- Coloca tus pies, cadera y hombros paralelos al objetivo.
- Si vas a utilizar las maderas de calles, híbridos, hierros largos y el driver, deberás de repartir tu peso entre cada pie.
- Tu espalda debe de estar recta a 45 grados.
- Los brazos siempre deben de estar relajados en línea vertical con dirección al suelo.
