GOLPEAR CON EL CUELLO DEL PALO

Entrenamiento

Nos ha pasado a casi todos; golpear con la caña o el cuello del palo.

 

Al principio no sabemos cómo ni por qué sucede; pero nuestras bolas salen desviadas en ángulos casi rectos, sin que podamos hacer nada por evitarlo.

Cualquiera que ha pasado por algo así sabe que es un error difícil de superar y que puede echar por tierra la confianza en nuestro propio juego.

Estamos golpeando a la bola con el cuello del palo, en lugar de con la cara y eso siempre producirá golpes desviados.

 

CONSEJOS PRÁCTICOS

La reacción natural de muchos jugadores que observan con desesperación cómo comienzan a golpear con el cuello de su palo, es la de alejarse un poco de la bola.

Craso error, de esta forma lo único que vamos a conseguir es un swing más plano y, en consecuencia, mayores posibilidades de volver a caer en el mismo problema.

La decisión más acertada es la de colocarnos más cerca de la bola, para que el swing sea más vertical, permitiendo así que la cara del palo se encuentre en ángulo recto en el momento de golpear a la bola.

Deberemos acentuar nuestra inclinación y el giro de hombros, lo que ayudará a conseguir ese swing vertical del que hablamos.

La distancia entre el pie derecho y la bola no debe ser demasiado corta; puesto que si es así al girar el hombro derecho daremos la vuelta a la cara del palo en el impacto y una cara cerrada puede producir un nuevo “cañazo”.

Publicado en: Golf, Entrenamiento

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