FRÍO Y GOLF

Entrenamiento

Por lo general, todo cuesta más trabajo cuando hace frío…

La lluvia, el hielo, la niebla… todo parece estar en contra de que podamos disfrutar de una jornada de golf. Tenemos que llevar ropa especial que sin duda complica los movimientos, el campo y el equipo estarán mojados, los músculos se enfrían…

Sin embargo, pasar los largos meses de invierno sin jugar al golf no puede ser una opción!! Por eso, hemos decidido dedicar el boletín de este mes a recopilar los mejores consejos para que el frío no se convierta en un impedimento.

 

CALENTAR ANTES DE JUGAR

No nos cansaremos de remarcar que la realización de un calentamiento previo es imprescindible siempre que vamos a salir al campo. Pues bien, esta regla general se convierte en una “regla de oro” si nos encontramos en la temporada invernal; es más, cuanto más frío haga, más importante será dedicar entre 15 y 20 minutos al entrenamiento físico previo.

Cuando hace frío, debemos pensar que calentar es una parte más del juego y, sin duda, una parte imprescindible.

Con este calentamiento buscamos dos objetivos principales:

1/ Activar el cuerpo: ponerlo en marcha, “despertándolo” del adormecimiento que producen las bajas temperaturas.

2/ Proteger nuestros músculos del riesgo de lesión, antes de realizar el primer impacto.

Por supuesto, este calentamiento debe ser mucho más intenso que durante los días de temperaturas más altas y resulta imprescindible que hagamos un correcto repaso de todos los músculos, para asegurarnos de que no nos olvidarnos de ninguno antes de empezar a golpear a la bola.

En el calentamiento podemos diferenciar las siguientes fases:

– Calentamiento previo:

– Puesta en marcha de la musculatura: comenzaremos por realizar carreras a pie y saltos.

– Desarrollo de la flexibilidad, de cada músculo en particular.

Ni que decir tiene que deberemos ser capaces de desarrollar todo este calentamiento previo en un espacio cerrado, de tal forma que podamos salvaguardarnos de los fríos y humedades a las que es mejor hacer frente con el “cuerpo preparado”. Por lo tanto todos los ejercicios contemplados deberán poder realizarse en lugares cerrados (un gimnasio, el vestuario…)

– Calentamiento específico:

– Ejercicios de potenciación: que consistirán en golpes sucesivos a la bola, yendo de menos a más intensidad.

– Ejercicios de precisión: buscando practicar el putt y el putting green.

 

EL BUNKER EN EL INVIERNO

Durante el invierno, los bunkers sufren tanto o más que cualquier otra parte del campo. La arena se vuelve mucho más compacta a causa de la humedad y eso dificulta aún más el juego en esta zona.

Jugar desde el bunker puede convertirse por tanto en un auténtico reto, para el que conviene conocer más de un truco si queremos salir airosos:

– Asegúrate de que la cara del palo está cuadrada en el momento del impacto.

– Juega un golpe lo más vertical y cortado que te resulte posible.

– Apunta a un lugar situado a dos centímetros detrás de la bola. El metal del palo no llega a tocar la bola, sino que es la propia arena la que debe mover la bola hacia arriba y hacia fuera del bunker.

– Ten en cuenta que el golpe desde el bunker requiere de una buena acción de muñecas. Resulta fundamental pasar bien las manos a través de la bola, sobre todo no terminar nunca el golpe contra ella.

– Colócate en un stance ligeramente abierto, con la bola retrasada unos centímetros.

– No caigas en el error de realizar un golpe blando. Debes imprimir toda la potencia que te sea posible al palo.

 

ROUGH HÚMEDO

Sin duda uno de los terrenos más complicados que podemos encontrarnos es un rough húmedo y abundante, de esos en los que la hierba presenta un color verde oscuro.

En estos golpes, nuestras preocupaciones deberán girar alrededor de los siguientes elementos:

– Que el palo gire correctamente en el momento del impacto. Ten en cuenta que si la cara del palo se gira en el momento del impacto, la bola terminará volando hacia la izquierda. Por eso conviene mantener la cara del palo abierta durante el golpe y apuntar ligeramente hacia la derecha, en previsión de un posible hook.

– La cantidad de hierba que se va a interponer entre la bola y la cara del palo. Cuanta más hierba haya, más nos obligará a imprimir potencia al golpe para “salvarla”.

Ante esta situación muchos jugadores optan por realizar un golpe totalmente vertical, sin duda esta es una magnífica decisión, pero conviene tener en cuenta que, según el espesor de la hierba, no será posible conseguir un impacto limpio, ni siquiera con ese golpe vertical. Lo más recomendable es decantarse por un hierro 8 y tratar de pegarle lo más fuerte posible a la bola (necesitamos la máxima potencia posible para sacar la bola de allí).

Las características particulares del golpe que tenemos que dar en esta situación son:

– La mano izquierda y ambos antebrazos deberán permanecer firmes en el impacto: de esta forma contrarrestará la resistencia que le ofrece la hierba.

– Muñecas quebradas rápidamente en la subida.

– Pie derecho cerca de la bola.

– Swing vertical: que evitará que cojamos mucha hierba con la cabeza del palo.

– Además y en cuanto a la posición del palo, te aconsejamos que vigiles que la cara del palo esté abierta para que la bola se eleve.

Por último, un consejo: intenta no complicarte; si te encuentras en un rough tan húmedo y con una vegetación tan espesa que hace que tu golpe sea muy complicado, lo mejor es que trates de devolver la bola a la calle, facilitando así el siguiente golpe. De otra forma corres el riesgo de embocar la bola en un sitio más difícil a cambio de ganar unos pocos metros; y si es así seguramente te verás obligado a dar más golpes para poder salir del rough.

 

LA BOLA EN EL INVIERNO

Jugar con la bola sucia o empapada es algo a lo que debemos acostumbrarnos en el invierno. Y en este sentido conviene saber que en ningún caso una bola se considerará inservible para ser jugada por el mero hecho de estar manchada con barro.

Sin embargo, es algo a lo que cualquier jugador debe prestar especial atención: un poco de barro en nuestra bola puede ser el causante de golpes enormemente desviados que, sin duda, echarán al traste cualquier tarjeta; pero no sólo eso, el barro es uno de los elementos que más pueden influir en el deterioro de la bola; ten en cuenta que cada vez que golpeas una bola sucia estarás estropeando su cubierta.

Por lo tanto, es recomendable que intentamos mantenerla limpia en todo momento. Si la bola está limpia volará más lejos y rodará mejor en los greenes. Para ello podremos valernos de los limpiabolas que hay al lado de los tees (es muy importante que te habitúes a limpiar tu bola antes de jugar un putt, ten en cuenta que es algo permitido por las Reglas de Golf y que te permitirá conseguir que la bola ruede tal y esperas).

Y un pequeño consejo: ten presente que si la superficie está helada o semi-helada, resultará muy complicado clavar un tee de madera o de plástico en ella. Por eso siempre se recomienda que en invierno acudamos al campo con tees de goma.

 

LOS PALOS EN EL INVIERNO

De la misma manera que sucede con las bolas, resulta imprescindible que procuremos mantener nuestros palos en perfectas condiciones y totalmente limpios.

Jugando en un terreno embarrado lo más natural es que en cada golpe manchemos el palo y sería un error básico seguir jugando con él sin proceder a limpiarlo previamente.

Si no lo hacemos, desde luego no nos servirá de nada realizar un swing perfecto, puesto que la cara del palo no realizará un buen contacto si lleva consigo restos de barro, hierba, arena… Por ello es recomendable que en este tipo de jornadas llevemos con nosotros al menos dos toallas y un cepillo que nos permita limpiar las estrías de los restos de tierra que sin duda nos encontraremos a cada golpe.

Juega siempre con un palo más si es posible: cuanta menor es la temperatura, la bola estará más fría y el aire más denso, con lo que resultará más complicado conseguir imprimir velocidad a la bola y las distancias se acortarán.

 

EL CALZADO

Los pies funcionan como base para el swing; es por ello fundamental que sean capaces de mantenerse perfectamente estables durante el golpe, sin que exista ningún motivo que pueda hacerles perder la necesaria estabilidad.

Con este objetivo, lo primero que conviene revisar son las suelas de nuestros zapatos, verificando que los clavos no estén desgastados antes de salir al campo.

Durante el partido vigilaremos que la tierra acumulada en las suelas no anule la función de los tacos, eliminando cualquier resto de la misma si así sucediera.

Evidentemente durante estos días lo mejor es salir al campo con zapatos impermeables y calcetines térmicos de golf de calidad, tanto si llueve como si no, ya que es muy incómodo estar tantas horas en el campo con los pies húmedos.

 

CONSEJOS PARA JUGAR

En principio la técnica de juego no debería variar con respecto a la que desarrollamos en los días de temperaturas altas, sin embargo es cierto que el frío nos “acartona” y provoca unos movimientos que no siempre son todo lo naturales que deberían ser.

Esto tiene varias consecuencias que debemos conocer y aprender a controlar:

– Por lo general, los golpes resultan más cortos. Conviene saberlo para rebajar nuestras expectativas sobre la distancia a alcanzar, para que juguemos con esos valores. Además, se recomienda jugar con palo más del que habitualmente cogeríamos.

– Con el frío, todos tenemos cierta tendencia a agarrar el palo más fuerte. Conviene que nos fijemos en cómo lo hacemos nosotros y tratemos de mantener una presión suave sobre el palo y hacer un swing fácil sin complicaciones.

– En el approach, juega golpes más bajos de lo que harías habitualmente.

– Vigila tu respiración: puede resultar absurdo, pero respirar de forma correcta nos servirá, no sólo para cansarnos menos, sino también para evitar catarros y todo tipo de enfermedades. Hay que inspirar por la nariz y expirar por la boca. Ten  en cuenta que la nariz es un órgano con dos funciones muy importantes: calentar el aire que viene de fuera y filtrar las impurezas y virus que puedan estar presentes en el mismo.

– Valora acortar tu tiempo de juego; plantéate jugar 9 hoyos en lugar de 18.

– Lleva bebidas calientes: te ayudarán a mantener tu cuerpo a la temperatura adecuada.

– Elige correctamente tus prendas: te recomendamos que vistas “por capas”, teniendo en cuenta que la capa más pegada a tu cuerpo debe ser la que más te proteja del frío: camisetas térmicas de manga larga con capacidad para protegerte del frío, al tiempo que mantienen tu cuerpo libre de la humedad provocada por el sudor. Por encima de esa primera capa deberemos utilizar prendas cómodas que nos permitan una total libertad de movimiento.

 

Publicado en: Golf, Entrenamiento

New Account Register

¿Ya tienes una cuenta?
Log in instead Or Reiniciar contraseña