El swing es la base del golf.
En repetidas ocasiones hemos hablado de la importancia de que cada jugador desarrolle su propio swing, que busque su propia cadencia de juego, puesto que intentar imitar a otros jugadores o a profesionales siempre supone forzar hasta cierto punto nuestros movimientos y un swing forzado siempre es un mal swing.
Lo más importante no es realizar un swing como el de Woods, como el de García o como el de cualquier otro jugador al que admiremos, sino tener nuestro propio ritmo, con el que sentirnos cómodos y seguros a la hora de disponernos a dar un golpe.
A continuación vamos a desarrollar una serie de ejercicios que le serán de gran ayuda a la hora de desarrollar su propio ritmo de swing.
PRACTICAR EL SWING
Hay dos puntos fundamentales que deben ser practicados para conseguir un swing completo adecuado:
- Giro: debemos asegurarnos de que realizamos un movimiento giratorio correcto.
La forma más adecuada de practicar es cruzando las manos sobre el pecho (colocaremos la mano derecha sobre el hombro izquierdo y la izquierda sobre el derecho). Giramos los hombros en un plano horizontal en relación con el ángulo de la columna, tal y como haremos al realizar un swing completo.
Conviene repetir este ejercicio varias veces para memorizar el giro y para que nuestro cuerpo tome conciencia del movimiento a realizar.
- El segundo punto hace referencia a la distribución de su peso durante el swing, algo que resulta importantísimo si se pretende conseguir buenos golpes.
Tenga en cuenta lo siguiente:
- Al final del backswing el peso del cuerpo deberá encontrarse aproximadamente un 70% sobre el pie derecho.
- En el finish el peso deberá estar al 90% sobre el pie izquierdo.
Un ejercicio sumamente sencillo y que nos ayudará a transferir el peso adecuadamente es el de lanzar una bola con nuestra mano derecha. Procure lanzarla con la mayor fuerza posible, sabiendo siempre el lugar exacto que desea alcanzar. Notará como, para conseguir la mayor distancia posible, estirará su brazo hacia detrás tomando impulso y luego hacia delante, para lanzarla.
Trate de asimilar todos estos movimientos, procurando recordar como se transfiere el peso de un lado a otro del cuerpo; después pase esta misma sensación al terreno de juego.
Ha aprendido a transferir el peso correctamente.
