Como sucede en cualquier deporte, todos queremos aprovechar al máximo cada sesión práctica que realizamos, y queremos ver resultados lo antes posible.
En el golf, como en todo, podemos pasar por periodos de estancamiento, en los que todo tiempo parece perdido; pero también pasaremos por otros periodos en los que superaremos nuestras propias expectativas… Pero en definitiva, todo termina demostrándose en el campo: si hemos practicado de forma eficiente, sin duda tendremos resultados positivos.
Te explicaremos con detalles una fórmula infalible, con ella sabrás combinar las variables de calidad de tiempo al entrenar, la asimilación de los conocimientos y una medición más real de las expectativas.
Esperamos que todo esto te lleve a una notoria mejoría en tus resultados, aunque recuerda! Deberás ser constante para alcanzar tus metas.
EL TIEMPO: CALIDAD VERSUS CANTIDAD
Por regla general todos pensamos que más tiempo es sinónimo de más aprendizaje.
Esto puede resultar frustrante hasta cierto punto: seguro que conoces a otros golfistas que le dedican dos o tres horas a practicar mientras tú únicamente dispones de una hora, significa eso que estás destinado a nunca alcanzar el nivel de los otros.
Nosotros creemos que no: lo realmente importante, lo que sí da resultados, es la correcta inversión del tiempo o mejor dicho, la calidad del tiempo de práctica.
Seguramente te habrá pasado, no necesariamente en el golf, que has dedicado horas a una actividad que al final, sientes que no aprovechaste. Y por supuesto, en el caso contrario, con poco tiempo habrás logrado adquirir un conocimiento o aprender una técnica.
Por todo esto, consideramos que todo se resume a una planificación eficiente del tiempo. Pero, ¿cómo se consigue esa eficacia? Pues bien, lo primero sin duda es tener muy claro qué aspecto o aspectos quieres mejorar de tu juego. Si se trata de un conjunto de puntos a trabajar, nuestra recomendación es que empieces por lo más sencillo y vayas avanzando hasta lo más engorroso.
A la hora de establecer el orden de puntos, deberás considerar aquellos que tengan relación unos con otros, para ir avanzando de forma ordenada. De esta forma, podrás siempre mantener un ritmo de aprendizaje en la práctica sin caer en la frustración.
PRINCIPALES FALLOS
Hemos ideado una lista de los fallos más habituales durante las sesiones de entrenamiento, al ser genéricos, probablemente te suene alguno de ellos…
Mantener una práctica desordenada, sin tomar las anotaciones correspondientes, sin valorar aquellas posturas que necesitan más atención.
No saber en realidad qué queremos mejorar o en dónde estamos fallando.
Perder tiempo conversando, entendiendo que somos seres de naturaleza sociable y que es inevitable toparnos con un colega al practicar. Sin embargo, debemos de gestionar nuestro tiempo para que tenga un valor real.
Elegir mal a nuestro compañero. Muchos golfistas simplemente disfrutan de jugar, no tienen la intención de ir más allá o de explotar su talento en el campo. Por esta razón, si tú de verdad te encuentras con el deseo de mejorar, debes de encontrar a un compañero que camine en la misma dirección. Si no es así, también puedes entrenar por tu cuenta y será enriquecedor de igual manera.
Distraernos constantemente, ya sea con el móvil, con compañeros, con la bola que no es tuya, entre otros. La calidad del tiempo invertido depende exclusivamente del nivel de concentración sostenida ininterrumpidamente.
RECOMENDACIONES
Llegado a este punto, entendemos que la cantidad de tiempo no necesariamente influye en nuestro desarrollo como golfista, sino más bien; la calidad del tiempo que empleamos practicando.
Para optimizar al máximo tu práctica, te ofrecemos las siguientes recomendaciones:
- Crea un sistema adaptado a tu medida, esto es algo que no siempre lo enseñan. Al final, muchos golfistas van dando tumbos en el camino hacia su mejoría. Por lo tanto, elabora una planificación detallada, si es posible, lleva un diario de tu entrenamiento. Empieza colocando cuáles son tus debilidades y fortalezas, con esta información podrás crear una estructura con los parámetros necesarios. Posteriormente, distribuye de menor a mayor lo que deseas mejorar o aprender, así evitarás la frustración.
Algunas posturas o movimientos requerirán mayor práctica que otras. Lleva un control de todo lo que practiques, los palos que uses, la distancia de cada golpe, los resultados de cada hoyo, todas las estadísticas, etc. Aunque pueda parecer un poco “rollo” a la larga te será sumamente útil para controlar tus resultados.
- Opta por una planificación flexible, con el diario de tus prácticas podrás redefinir tu planificación orientándola a los puntos débiles, sobre todo a aquellos que te cuesta un poco más.
- Objetivos realistas, en ocasiones podemos tener la tendencia a valorar erróneamente nuestro ritmo de aprendizaje. Existen días en donde lo harás muy bien, pero también habrán otros en donde falles. Entender que no siempre tenemos la misma energía es importante, esto no significa que lo estemos haciendo mal. Al principio tus objetivos deben de ser más sencillos de alcanzar, cuando ya la práctica sea rutina, podrás proponerte nuevos retos más exigentes.
- Anotar los logros obtenidos, esto reforzará tu confianza y te permitirá afrontar otra semana de prácticas con entusiasmo.
- Nunca te compares, tienes tu propio ritmo y respetar ese hecho, hará que logres el éxito.
LOS CONOCIMIENTOS
En ocasiones tenemos la tendencia a considerar que ya hemos aprendido lo suficiente. O bien, pensamos que se aprende haciendo, algo que sí es cierto, pero si tenemos la oportunidad de poder seguir formándonos, será un plus a nuestro favor.
El cerebro funciona y se activa a través de estímulos que vienen de diferentes direcciones. Si aprendemos por ejemplo, a través de un buen libro de golf y luego en el campo lo llevamos a la práctica, vamos a lograr un nivel de comprensión superior.
Esta actividad también nos ayudará en nuestra planificación, en cómo plantear nuestro sistema de una forma más eficiente, se nos plantearán otro tipo de preguntas, en general, todo es beneficio.
Lo recomendable es optar por fuentes fiables, como un instructor profesional, libros reconocidos, webs oficiales, academias de renombre, entre otros.
CONTROL DE LAS EXPECTATIVAS
Si has realizado y cumplido tu sistema de entrenamiento, has visto tus resultados, teniendo una mejoría indudable en tu juego, seguramente querrás presentarte a un torneo de golf. Puede que sucedan dos cosas, la primera, que tus expectativas sean muy altas y te enfoques más que nada en lograr menos golpes de tu hándicap. Debes de ser consciente del campo en donde vas a jugar, del nivel que exige, del tiempo que tienes para realizar las últimas prácticas… De esta forma en vez de tener expectativas, podrás ajustar la realidad a tus fortalezas.
Es preferible dedicar tiempo a crear una estrategia y desarrollarla practicando, que tener unas expectativas exorbitantes para ese torneo. De esta forma no pecaremos en confiados, seremos precavidos y daremos lo mejor de nosotros en el campo.
