Con el nombre de “Chuleta” denominamos al pedazo de hierba que arrancamos del suelo como consecuencia de algunos golpes.
Realizar una chuleta no supone un error en sí y además puede ayudarnos enormemente a conocer, entre otras cosas, la trayectoria del swing en el impacto. Si sabemos interpretarlas, las chuletas nos facilitarán gran cantidad de información relevante sobre nuestro propio juego, datos de los que tal vez no seamos conscientes, pero que sin duda están condicionando nuestros resultados.
CÓMO INTERPRETAR UNA CHULETA
Resumimos a continuación unas normas “básicas” de interpretación
– Chuleta estrecha y más profunda en la punta: sin duda ésta es la más común de las chuletas. Se produce casi con total seguridad por un bloqueo de las muñecas en el momento del impacto. Las manos se habrán levantado en la subida, alejándose demasiado del cuerpo y provocando el bloqueo de las muñecas.
Este error conllevará la pérdida de velocidad en la cabeza del palo y consecuentemente una reducción en la distancia alcanzada.
Llamamos “Chuletas de punta” a aquellas que son más profundas en la punta que en el talón.
Este tipo de chuleta nos dice lo siguiente sobre nuestro juego:
– La trayectoria del swing es de fuera a dentro.
– El golpe a la bola ha sido, casi con seguridad, inconsistente.
– Existe una alta probabilidad de que el golpe haya salido desviado.
Pues bien, si observas que has realizado este tipo de chuleta, te recomendamos los siguientes consejos para solucionarlo:
– Revisa tu postura: la causa más habitual de este tipo de chuletas son posturas incorrectas en el momento del impacto. En este sentido deberás comprobar tres puntos fundamentales:
– Las rodillas deben estar bien flexionadas.
– La parte superior del cuerpo debe estar flexionada a la altura de las caderas.
– Evita posturas erguidas.
– Deberás mantener la misma postura de la colocación durante todo el impacto.
– Chuleta profunda: significa que estamos colocándonos a la bola en un stance demasiado vertical. Este tipo de golpes suelen conllevar “flyers” (ausencia de efecto de vuelo sobre la bola), que supondrán pérdida de distancia y descontrol de la bola.
Para evitar este tipo de chuletas, te recomendamos que arrastres hacia atrás la cabeza del palo cerca del suelo en la subida y gires la parte derecha de su cuerpo.
Por otro lado, conviene tener en cuenta que los jugadores altos suelen obtener una chuleta más profunda que los de baja estatura, ya que llegan a la bola en un ángulo de ataque más vertical.
– Chuleta poco profunda: las chuletas poco profundas indican que se ha llegado al suelo antes de impactar con la bola, lo que supone que existe desviación en la bajada. El error más habitual que suele llevar a este tipo de chuletas es el de colocarnos a la bola con los pies demasiado separados.
Si observas que te sucede esto, prueba a juntar más los pies en el stance.
– Chuleta estrecha y profunda en el talón: sucede únicamente en los casos en los que el palo con el que estemos jugando disponga de un lie (ángulo de la cabeza del palo con respecto a su varilla) demasiado vertical.
Se trata por tanto más de un problema del equipo que del propio jugador: revisa que los palos con los que estás jugando se ajustan a lo que necesitas.
Este tipo de chuletas nos dicen que el golpe habrá sido:
– Con pull.
– Con hook ahogado.
El problema aquí se encuentra, básicamente, en una mala distribución de los pesos durante el golpe, por lo que conviene.
– Asegurarse de que el peso reposa sobre la parte delantera de los pies.
– Revisar los cambios de peso durante el desarrollo del swing.
– Practicar golpes con el talón derecho levantado, lo que te obligará a apoyarte sobre el lado izquierdo para realizar el ataque a la bola, lo que es absolutamente necesario para golpear con potencia y de forma limpia.
– Chuleta antes de la bola: puede producirse por dos causas: mantener el peso en el pie de detrás en la bajada o empujar el palo con la mano derecha desde arriba.
Para evitar este tipo de chuletas, deberás asegurarte de que comienzas la bajada en el lado izquierdo.
BOLA EN UNA CHULETA
Aunque es norma de cortesía que cada uno de nosotros cubra y arregle cualquier posible chuleta que provoquemos en el campo, todos somos conscientes de que esto no siempre se hace, o por lo menos no se hace con el cuidado que debería hacerse, y por eso no resulta extraño que en alguna ocasión nuestra bola acabe dentro de una de estas “malditas” chuletas.
Cuando esto sucede, la primera reacción suele ser de rabia y preocupación… ¿¡cómo haré ahora para sacar de ahí mi bola1?… Y es que algunas de estas chuletas pueden llegar a tener hasta dos centímetros de profundidad, lo que sin duda complica el golpe.
Cuando nuestra bola reposa en una chuleta generada por un jugador de una partida anterior, y golpeamos la bola normalmente los resultados pueden ser nefastos.
Para salir airosos de esta situación lo principal es mantener la calma, estudiar la posición de la bola y seguir los siguientes consejos:
- Si realizamos nuestro golpe habitual posiblemente golpearemos en la parte superior de la bola, y al estar la bola por debajo del plano del césped saldrá la bola topada, es decir, dando esos botecitos a escasos centímetros del suelo.
- Para sacar la bola de la chuleta, hay que atacar la bola de forma que la cara del palo se incruste en la chuleta y golpee a la bola haciéndola subir. Para ello en el stance colocamos la bola al pie derecho y nuestro peso reposará en el pie izquierdo. Mantendremos las manos adelantadas de forma que en el golpeo nuestras manos estén por delante de la bola.
- Una vez iniciado el downswing, debemos imprimir potencia al golpe ya que debemos atacar a la bola con fuerza. Eso sí, asegurándonos que las manos siguen adelantadas, de forma que el ángulo de ataque sea lo suficientemente pronunciado como para sacar la bola de la chuleta.
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA GOLPEAR UNA BOLA QUE HA CAÍDO EN UNA CHULETA.-
– A la hora de jugar una bola que ha caído en una chuleta, colócate como si fueras a dar un golpe por bajo. Evidentemente la bola se encuentra por debajo del nivel del suelo, por lo que tendrás que bajar verticalmente hacia la bola.
– Coloca la bola retrasada en el stance, esto te hará impulsar tus manos por delante de la bola.
– Coge el palo más corto, ya que eso te proporcionará la sensación de controlarlo mejor.
– Intenta poner más peso sobre el pie de delante en la colocación.
– Controla la agresión en tu swing: baja con dureza hacia la bola, pero intentado mantener el equilibrio en todo momento.
– Adelanta las manos en el momento del impacto.
– Mantén las muñecas firmes a lo largo de todo el golpe.
Ten en cuenta que existe una alta probabilidad de que realices una chuleta más larga que la primera sobre la que reposaba tu bola; ser consciente de esto sin duda te restará presión en el golpe y, más relajado, podrás afrontar mejor el lance.
