Golf en verano

Consejos

Con el verano a las puertas, es necesario hablar sobre el calor y como puede afectarnos a la hora de jugar al golf. Durante los meses estivales el calor puede llegar a ser excesivo, debemos tomar una serie de precauciones para no sufrir ningún percance y que nuestro juego no se vea afectado. Realizar un buen calentamiento, comer y beber adecuadamente, elegir la equipación correcta… Son aspectos fundamentales para jugar al golf que cobran aun mayor importancia los días más calurosos.

El campo de golf

Respecto al campo de golf tenemos que tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Debido al calor puede suceder que el terreno esté duro, lo que significará que si pegamos la bola atrás, el palo rebotará y la bola saldrá baja, sin que llegue a perder mucha distancia.

  • Cuidado con las calvas en el campo, pueden aparecer en algunas zonas del campo, aunque si los sistemas de riego funcionan correctamente no deberían existir.

  • Con terrenos secos y uniformes, lo normal es que las calles estén mejor cortadas, los greens se sieguen más bajos y esto provoca que la bola ruede mucho más de lo habitual.

  • Para que nuestro juego corto no se vea afectado, deberemos entrenar con distintos tipos de bolas (duras y blandas) para comprobar las diferentes respuestas en los approachs y pats.

  • En el bunker, al estar la arena más seca facilitará el paso del palo por debajo y a través de la bola. Por supuesto esto nos ayudará a realizar los golpes, pero también provocará que las bolas queden más hundidas.

La equipación

Para jugar al golf cómodamente debemos llevar la ropa adecuada a nuestras características y constitución física, y siempre teniendo en cuenta la climatología. Durante los días de calor la equipación tiene que tener las siguientes características:

  • Utilizar ropa, ligera y transpirable. El objetivo es que la ropa no se nos pegue al cuerpo por el sudor sino que sea transpirable.

  • Que la ropa sea de colores más claros ya que reflejan más los rayos del sol a diferencia de los colores oscuros que lo que hacen es absorber todo el calor hacia uno mismo.

  • Llevar gorra, preferiblemente con visera, para minimizar los efectos del sol sobre nuestra cara y gafas de sol, que nos permitirán una mejor visión aún cuando tengamos que jugar con el sol de frente.

  • Llevar un guante de repuesto para cuando el que estemos usando esté húmedo por el sudor es una buena idea. Otra opción sería usar guantes de lluvia, ya que están diseñados para jugar en condiciones de humedad.

  • El calzado, debe ser ligero y con máxima ventilación. Incorporar una suela sin tacos es otra de las particularidades del calzado de golf estival. En verano llueve menos y se hace necesaria una tracción más versátil, que permita calzarse el zapato de la mañana a la noche.

Mención a parte necesita el tema de los palos. En verano podemos sorprendernos a nosotros mismos consiguiendo distancias que ni soñábamos. Por supuesto esto tiene una explicación: el calor provoca que la densidad del aire sea menor y , por tanto, también su resistencia a la penetración, lo que da como consecuencia golpes mucho más largos. Este hecho deberá ser muy tenido en cuenta a la hora de elegir el palo a jugar en cada momento: una madera 3 puede llegar a alcanzar la distancia de un driver, exigiéndonos además un esfuerzo menor y permitiéndole un golpe mucho mejor dirigido.

Protección solar

Hoy en día todos estamos concienciados sobre la necesidad de utilizar cremas solares. Sin embargo, no siempre las usamos correctamente o, por lo menos, no lo hacemos en todas las situaciones en las que deberíamos. Un buen ejemplo de ello son los jugadores de golf: en su gran mayoría “olvidan” aplicarse una buena protectora solar antes de salir a jugar .En general, las cremas o filtros solares se clasifican en grados según su número de factor de protección solar (FPS): cuanto mayor es el número de FPS, mayor es la protección. El FPS es un número que indica cuál es el múltiplo de tiempo al que se puede exponer la piel protegida para conseguir el mismo efecto eritematoso que se obtendría si no se hubiese aplicado ninguna protección. Por ejemplo: si una persona puede exponerse al sol el primer día 10 minutos sin tener enrojecimiento ni quemaduras, un FPS 15 utilizado adecuadamente la protegerá del sol durante 150 minutos (10×15), aunque no es tan correlativo.

Los puntos claves para evitar quemaduras solares son:

  • Correcta selección del factor de protección, para lo cual deberemos tener en cuenta nuestro tipo de piel (Piel fina y pálida: precisará de fuerte protección, como mínimo será de un factor 20.)

  • El momento de la aplicación: si aplicamos la crema justo antes de desarrollar una actividad física y rompemos a sudar, la crema desaparecerá de inmediato. Todos los expertos recomiendan un mínimo de 30 minutos desde que se aplica la crema hasta que exponemos la piel a la acción solar.

  • Para que la aplicación sea correcta, la crema debe echarse sobre la piel seca.

  • Utilice crema aún en los días nublados, ya que un alto porcentaje de las radiaciones solares pueden seguir alcanzándonos.

Todos los expertos recomiendan que adaptemos nuestra piel al sol de manera gradual. Esto supone ir aumentando el tiempo de exposición poco a poco, día a día. ¿Cómo hacemos para practicar golf? En principio lo más recomendable sería que comenzáramos por jugar 9 hoyos, para ir aumentando su número hasta completar un recorrido con el pasar de los días.

El calentamiento

Sea cual sea la temperatura, debemos dedicar unos pocos minutos a preparar nuestro cuerpo para el ejercicio físico que vamos a realizar. Muchos jugadores caen en el error de pensar que este calentamiento sólo debe realizarse durante el invierno o en las jornadas frías: gran error, también en el verano es necesario hacer unos ejercicios previos que nos ayuden a que nuestros músculos cojan la tonalidad adecuada para el juego. Por supuesto no es necesario realizar fuertes esfuerzos, que resultarían totalmente contraproducentes por las altas temperaturas, pero sí realizaremos unos sencillos ejercicios, como

por ejemplo:

  • Carrera suave: necesaria para despertar al músculo. No hace falta echar una gran carrera, simplemente correremos suavemente durante unos cinco minutos.

  • Movimiento de brazos: al final de la carrera, antes de parar, comenzaremos a mover los brazos hacia delante y hacia detrás del tronco, manteniéndolos estirados. Emplearemos unos 45 segundos en este ejercicio.

Tras estos sencillos ejercicios, podremos proceder con algunos estiramientos, empezando por los brazos y terminando

por las piernas, con los que consigamos llegar al punto correcto de preparación para nuestros músculos.

La alimentación y la bebida

Muchas veces nos olvidamos de que el golf es un deportes, y por lo tanto exige un esfuerzo físico al organismo, debido a esto, nuestro cuerpo necesita energía y ésta se consigue de dos maneras: comiendo y bebiendo adecuadamente.

La mejor manera de hacerlo es con una preparación desde el día anterior a base de una cena rica en carbohidratos (pastas o arroces) de liberación lenta, para que nos dure durante el juego. Y luego, mientras estemos practicando, hay que alimentarse con barritas energéticas, frutas o frutos secos e hidratarse constantemente. No se trata de beberse dos litros de golpe, sino de llevar algún líquido en la bolsa (agua o bebidas isotónicas) y de dar pequeños tragos poco a poco. Respecto a saber qué cantidad de líquidos es la es la correcta, deberás tener en cuenta toda una serie de condicionantes:

  • Andas o vas en cochecito: si camina es recomendable aumentar la cantidad de líquido a ingerir.

  • El ritmo: cada jugador suele marcarse su propio ritmo de juego por lo que el desgaste puede ser muy diferente de uno a otro.

  • La climatología reinante: por supuesto, un día de extremo calor u otro de mucho frío exigirán mucho más de nuestro cuerpo. El calor aumenta la sudoración de forma notable, mientras que el frío favorece la contracción de los vasos y facilita la diuresis.

  • Mucha atención deberemos poner también si el lugar donde jugamos se caracteriza por ser una zona húmeda puesto que el sudor será también mayor.

  • El viento: puede suponer la necesidad de realizar un mayor esfuerzo en cada golpe dado.

Al terminar de jugar casi con seguridad notaremos una fuerte sed, debida a la actividad física desarrollada. En esos momentos conviene beber toda la cantidad que el cuerpo nos admita, pero nunca bebidas gaseosas, zumos de frutas ácidos, ni bebidas heladas; ya que cualquiera de ellas puede sentar muy pesada en el estómago. Hágalo nada más terminar, la compensación hídrica debe realizarse siempre lo antes posible. Las bebidas isotónicas son aconsejables en estos momentos, puesto que las cantidades de carbohidratos, azúcares y minerales que presentan son muy similares a las de nuestra sangre, lo que propicia que la asimilación sea muy rápida.

Publicado en: Golf, Consejos

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