El Abierto de los Estados Unidos es el campeonato más antiguo de los Estados Unidos, celebrado desde 1895 y considerado por los norteamericanos como el más importante del mundo.
A pesar de que en sus orígenes sólo contó con once participantes (diez profesionales y un amateur), actualmente es el torneo que más participantes reúne: casi seis mil jugadores, profesionales y aficionados, venidos de todo el mundo, pasan por las diferentes fases de clasificación que se celebran alrededor del territorio de América del Norte.
El U.S. Open ha mantenido a lo largo de su historia la reputación de ser una competición de enorme dificultad; los campos que lo han acogido son clásicos test de golf, con raf muy alto al borde de las calles y alrededor de los greens con lo que se penaliza al jugador que falla el golpe y elimina la espectacularidad de los golpes de recuperación. Estos campos son diseñados por la U.S.G.A. (federación amateur americana de golf), que cada año propone recorridos diferentes.
Su primera edición tuvo lugar en Newport, en Rhode Island y se saldó con la sorprendente victoria del inglés Horace Rawlins, en aquella ocasión el recorrido consistía en cuatro vueltas de nueve hoyos, a disputar en un solo día. Durante los primeros años de vida de este torneo casi todos los premios cayeron en manos de ingleses afincados en Estados Unidos; no fue así en 1911 y en 1912, ediciones en las que John McDermott se hizo con la victoria, convirtiéndose en el primer americano en conseguirlo, con tan sólo diecinueve años.
La década de los veinte estuvo protagonizada por el gran jugador amateur: Bobby Jones, quien ganó cuatro títulos entre 1922 y 1930 y quedó en segundo puesto en otras dos ocasiones. Tuvieron que pasar años hasta que el Abierto de Estados Unidos lograra alcanzar las cimas de emoción que se habían logrado con Jones; lo conseguiría el legendario Ben Hogan en las décadas de los cuarenta y cincuenta quien logró cuatro títulos y dos segundos puestos. Posteriormente, en la década de los sesenta, la hegemonía de victorias caería en manos del mejor triunvirato de la historia del golf: Gary Player, Arnold Palmer y Jack Nicklaus.
El U.S. Open cuenta además con la característica de ser el único campeonato del mundo en el que se siguen disputando desempates a dieciocho hoyos, el día siguiente al de la última jornada.
