Tobillos en forma

Salud y seguridad

Con el parón estival, muchos esquiadores se animan a salir a practicar otras actividades deportivas al aire libre: caminar, andar en bicicleta, nadar, o simplemente jugar un pachanga de fútbol con los amigos…

Cualquier tipo de actividad física es siempre muy saludable, ya que nos mantiene en forma, pero antes de lanzarnos a practicar un deporte al que no estamos habituados, debemos ser cuidadosos y valorar si estamos realmente preparados para practicar ese deporte. Y decimos esto porque la época veraniega es la temporada del año en la que se producen mayor número de lesiones musculares y la gran mayoría de ellas están relacionadas con nuestros tobillos, ya que es una de las partes que habitualmente sufren más al realizar cualquier deporte.

Si no eres cuidadoso comenzarás la temporada de esquí con problemas de tobillo, lo que te dificultará enormemente la práctica de este deporte, pudiendo llegar incluso a impedirte esquiar.

Por eso hemos creído tan interesante tratar aquí el tema de las lesiones de tobillos, cómo prevenirlas y cómo tratarlas.

MORFOLOGÍA DEL TOBILLO

El tobillo es una articulación tipo “bisagra”, esto significa que recibe cargas muy grandes, sobre todo cuando corremos o en deportes como el esquí en los que es necesario girar la extremidad.

El tobillo conecta el pie con la pierna. Es la unión de tres huesos, la tibia, el talus y el peroné. La sección articular más importante está realmente entre el talus y la tibia. Esta sección se estabiliza por ligamentos múltiples. En la parte exterior o lateral del tobillo los ligamentos estabilizadores más importantes son el ligamento anterior talofibular, el ligamento calcaneofibular, y el ligamento posterior talofibular.

El ligamento deltoides es el estabilizador primario en la sección media o interna del tobillo. Este es un ligamento ancho, complicado y muy fuerte. El tejido espeso que une la tibia y el peroné se llama el syndesmosis.

EL ESGUINCE DE TOBILLO

Una de las lesiones más frecuentes que sufre cualquier deportista es el esguince de tobillos.

El esguince es una torcedura o distensión violenta de una articulación.

Generalmente, la torcedura sucede cuando los ligamentos que conectan los huesos del tobillo se estiran, se rompen parcialmente o se rasgan del todo.

Teniendo en cuenta estas posibilidades y a nivel general se habla de los siguientes grados de esguince:

Esguince Grado I o benigno: se trata de una distensión del ligamento que, aunque esté intacto, se habrá estirado más allá de sus posibilidades. Puede haber inflamación y dolor, pero podrá distinguirlo de un esguince de grado más grave porque en el benigno no hay hematoma, ya que el ligamento no se ha roto.

Esguince Grado II o moderado: en esta ocasión ha habido un desgarro del ligamento, por lo que sí habrá hematoma e incluso inflamación del tobillo.

Esguince Grado III o grave: el ligamento se ha roto completamente. Hay hematoma e inflamación. A pesar de eso, es posible que un esguince grave duela menos que uno moderado o leve, lo que hace que muchos deportistas se confíen y piensen que no ha sido nada. Esto es por supuesto un error, si observa que existe hematoma, es porque se ha roto el ligamento, y será necesario acudir al médico traumatólogo para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Por supuesto, el esguince no solamente se puede producir haciendo deporte, podemos lesionarnos por una simple mala pisada o por una caída, por lo que hay que tener cuidado y vigilar por donde uno pisa.

EL CALENTAMIENTO, LA CLAVE DE LA PREVENCIÓN

El calentamiento es lo más importante a tener en cuenta para prevenir una lesión en cualquier deporte, realizar un calentamiento correcto nos evitará padecer cualquier tipo de lesión no solo de tobillo… sin embargo cuando vamos a practicar alguna actividad de forma esporádica en un día de verano, solemos olvidarnos de esto.

El calentamiento es la única forma que tenemos de garantizar que hemos preparado la zona para el esfuerzo. Si obligamos a nuestros tobillos a realizar cualquier actividad extra estando “en frío” el porcentaje de posibilidades de lesión será muy alto.

La gran mayoría de las personas que practican deporte habitualmente, están concienciados en cuanto al tema del calentamiento, y suelen centrarlo en los brazos y en las piernas, olvidándose la gran mayoría de las veces de realizar ejercicios con los pies.

Calentar los pies para el ejercicio es algo muy sencillo de hacer y no debemos olvidarlo nunca.

La mejor manera de realizar este calentamiento para nuestros pies es balanceándonos sobre talones y puntas, de forma consecutiva.

Otra buena forma de calentar el tobillo es fijando con una mano la punta del pie, mientras con la otra movemos el tobillo realizando amplios círculos. Estos círculos deberán realizarse primero en un sentido y después al contrario.

CÓMO ACTUAR ANTE UNA LESIÓN DE TOBILLO

si tras una caída aprecias un dolor agudo que te impide caminar con normalidad, te recomendamos que actúes de la siguiente forma:

Aplica hielo en ese mismo momento: deberás mantener el hielo en la zona durante aproximadamente 20 minutos. Hazlo con un paño, no apliques hielo directamente a la piel, ya que podrías provocarte una quemadura. Después puedes repetir esta acción cada 3-6 horas.

Reposa: cualquier carga para el pie en los primeros días tras aparecer la lesión, la complicarán y harán que la curación resulte más lenta.

Siempre que te resulte posible, mantén la pierna elevada, a 45º por encima de la horizontal. Es importante mantener el tobillo por encima de la altura del corazón.

Acude a un especialista cualificado a que te examine la lesión y determine la gravedad de la misma.

El esguince de tobillo es una dolencia localizada y de bastante fácil curación, si bien deberán seguirse una serie de normas estrictas, ya que el mayor peligro es que tiene una enorme tendencia a convertirse en un problema crónico que afectará no sólo a nuestro esquí, sino a nuestra vida diaria.

Si cometemos el error de intentar acelerar la recuperación, lo más normal es que el tobillo no quede como antes y nos busquemos una dolencia de por vida.

Y en esto da lo mismo el grado de esguince que hayamos sufrido, sea cual sea deberemos respetar los tiempos de reposo, vendaje, etc.; que requiera nuestra recuperación en concreto y que nos hayan sido indicados por el médico en concreto.

A nivel general, el tratamiento que se recomienda para un esguince de tobillo es el reposo absoluto. El pie se inmoviliza por medio de vendajes o escayolas, durante un tiempo que deberá prescribir el médico.

Solo en los casos más graves se optará por la cirugía.

Publicado en: Esquí, Salud y seguridad

New Account Register

¿Ya tienes una cuenta?
Log in instead Or Reiniciar contraseña