Malos hábitos en el esquí

Salud y seguridad

Todos en determinado momento adoptamos alguna mala costumbre o hábito inadecuado al esquiar, ya sea porque se nos las han inculcado, porque lo hemos aprendido observando a los demás, porque resulta más cómodo… Incluso, en algunos casos son costumbres innatas en nosotros.

Sin embargo, aunque así sea, siempre es recomendable identificar a tiempo estos malos hábitos, ya que sin duda estarán siendo un lastre que no nos deja mejorar nuestras técnicas para esquiar.

A continuación te presentamos un listado con los malos hábitos más comunes al esquiar:

  1. Ubicar el esquí en el asiento trasero, inclinándose demasiado hacia atrás al bajar una colina. Siendo uno de los hábitos más populares en los esquiadores novatos. Para mejorar este mal hábito, presiona la zona delantera de la bota con la espinilla, mientras que empujas las rodillas hacia los dedos de los pies, de esta forma lograrás que el tobillo se flexione, debes de empujar hasta que visualices dicha flexión en tu bota. Existe el caso de tener o alquilar unas botas que no se ajustan bien, esto inevitablemente te llevará a tener el esquí en el asiento trasero. Este tipo de hábito es recurrente en aquellas personas que tienen la tendencia a caerse con frecuencia hacia atrás, presentan dolor en los músculos de los muslos o tienen dolores en la espinilla.
  2. Los movimientos incorrectos de los brazos alteran el equilibrio de cualquier postura. Por ejemplo, si tienes brazos agitadores, puedes causar un giro irregular. Es el mismo caso con los brazos perezosos o caídos, repercuten en el gasto de energía innecesario activando otros músculos del cuerpo que no son los ideales y provocando desequilibrio. Para corregirlo mantén siempre tus brazos a una altura que puedas ver los codos sin girar la cabeza, como si fueras a abrazar a alguien. Al principio te resultará incomodo pero luego agradecerás tener una correcta postura.
  3. No desarrollar la vista panorámica, centrándose únicamente en la vista corta, donde aprecias solamente el giro que haces y no lo que viene después, por lo tanto, te encuentras improvisando constantemente. Para corregirlo, debes de mirar de forma horizontal en todo momento, en vez de mirar hacia abajo. Asó podrás mantener el equilibrio, en conjunto con una posición neutral del cuerpo y tomarás decisiones con mayor información.
  4. No continuar con las clases de esquí sólo porque tienes lo básico para disfrutar de la nieve. Esto es un error, es cierto que deseas disfrutar de tus vacaciones y si es posible, gastar en otra cosa o actividad. Sin embargo, las estaciones tienen diferentes tipos de nieve e incluso, estas van cambiando con el clima. Siempre se debe de continuar por lo menos con una hora de clase. Así podrás disfrutar de la nieve por el resto del día. Al final, es cómo manejar bicicleta, nunca se olvida. Por lo tanto, continúa con las clases y fórmate correctamente.
Publicado en: Esquí, Salud y seguridad

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