En nuestros días el Gore-Tex es un material básico en la montaña.
Utilizado por la práctica totalidad de los esquiadores en las más variadas prendas, es el único material que mantiene la promesa “Guaranteed to Keep you dry”, o lo que es lo mismo, garantiza que nos mantendrá perfectamente secos, sea cual sea la situación y el lugar… Es decir, un material imprescindible no solo en la nieve sino en múltiples situaciones en la montaña.
Este tipo de prendas son impermeables (nos mantienen secos) y transpirables (hacen que sudor “salga fuera”, evitando la humedad interna).
Pero para conseguir estas dos cualidades, se utilizan membranas, laminados y sellados de costuras especiales que, si no cuidamos correctamente, pueden llegar a deteriorarse y perder sus beneficios.
La buena noticia es que, a pesar de lo técnico de estas prendas, lo cierto es que su cuidado no tiene grandes complicaciones.
Ni que decir tiene que deben ser seguidas las instrucciones de lavado dadas por cada fabricante en particular, pero además de eso conviene saber que:
- Durante el lavado, no conviene utilizar suavizante.
- Si es necesario planchar, deberá colocarse un paño o toalla entre la prenda y la plancha.
- Las prendas con Gore-Tex pueden ser secadas con aire caliente, de hecho se recomienda hacerlo (es decir, el uso de la secadora es totalmente recomendable).
Todo calor tras el secado es beneficioso para la prenda porque el calor reactiva el tratamiento DWR (Durable Water Repellent), o lo que es lo mismo “tratamiento hidrófugo prolongado”.
Este tratamiento de impermeabilidad (DWR) no es permanente y la forma de reactivarlo es mediante el uso de secadora.
Conviene saber que si el agua no se acumula en la superficie de la prenda lavada y secada, significará que el tratamiento DWR ha finalizado su vida útil. En ese caso será necesario seguir las instrucciones dadas por cada fabricante en particular para la recuperación de la impermeabilidad.
