Guardar el equipo de esquí

Material

Ahora que llega el fin de temporada de nieve, es momento de guardar el material de esquí. No debemos hacerlo de cualquier modo, si quieres encontrar tu equipo en perfecto estado la próxima temporada Conviene dedicar algo de tiempo para guardar todo el material de forma correcta. Así evitarás que se deteriore.

LIMPIAR EL EQUIPO DE ESQUÍ

La limpieza del equipo resulta fundamental para garantizar su correcta conservación, siempre hay que limpiarlo después de cada uso, pero hay que hacerlo más cuidadosamente cuando lo vamos a guardar durante un largo periodo de tiempo. Cada parte del equipo debe limpiarse de una forma determinada, debido a los materiales que están realizados y a sus características:

La ropa por norma general es aconsejable lavar toda la ropa con agua fría y un jabón indicado para ese tipo de prenda según la información de la etiqueta, ya que un jabón muy agresivo puede estropearlo. No es aconsejable la utilización de suavizante, al fin y al cabo con que esté limpia es más que suficiente. El secado debe ser a la sombra, ya que el sol directo podría dañar los tejidos y colores. Hay que prestar especial atención a los consejos del fabricante especificados en la etiqueta especialmente en la ropa impermeable, que pierde sus cualidades con el transcurso de los meses y la suciedad que se incrusta en ella.

Los esquís conviene es importante limpiarlos después de cada uso, para evitar que la suciedad los deforme o desgaste en exceso. Hay que limpiarlos con trapo para eliminar la suciedad y la humedad, para evitar la oxidación. Para quitar manchas y ceras, existen productos especiales en el mercado que garantizan una correcta limpieza de las tablas, antes de utilizarlos lea atentamente las instrucciones de uso, respetando los tiempos y modos de aplicación.

Las botas es aconsejable limpiarlas periódicamente con un paño, agua y jabón suave por el exterior, no hay que usar detergentes químicos, ya que pueden estropearlas. Para los botines es mejor sacarlos y lavarlos ya que generalmente guardan mucha humedad y mal olor… Antes de guardarlos asegúrese de que estén secos y hágalo en un lugar limpio y seco, lejos de la humedad y de la luz del sol. Es aconsejable dejar todos los cierres abiertos al máximo, para que así no cedan con el tiempo, y permanezcan en perfecto estado. Si hay algún desperfecto en las botas es el momento idóneo para repararlo antes de guardar las botas.

Las fijaciones, al igual que el resto del material, deberán limpiarse siempre que observemos algo de suciedad en ellas o, al menos, una vez por temporada. Para limpiarlas lo haremos unicamente con un paño ligeramente húmedo, sin detergentes, ten cuidado ya que el exceso de agua al limpiarlas puede dañarlas.

El calor puede dañar nuestro equipo

Aunque a primera vista podamos no apreciar ningún tipo de problema, el calor puede haber causado graves daños a nuestros esquís o a cualquier parte del equipo, y sin duda estos daños los notaremos nada más comencemos a deslizarnos por la nieve. Los efectos más habituales del calor sobre el equipo de esquí son:

  • Esquís que no se agarran bien a la nieve.

  • Falta de deslizamiento.

  • Botas que pierden su forma.

  • Fijaciones más duras de lo habitual.

Por supuesto sobra mencionar la enorme importancia de mantener todas las partes del equipo bien alejadas de cualquier fuente de calor directa.

ACONDICIONAMIENTO DEL EQUIPO

Ademas de limpiar y colocarlo medianamente ordenado conviene tener una serie de precauciones especiales con cada elemento del equipo antes de guardarlo:

Con las tablas lo más recomendable, es es acudir a un taller de esquí en donde prepararán nuestras tablas para que las acondicionen para que este´n perfectas la próxima vez que las utilicemos. En el taller relajarán la tensión del muelle hasta ponerla al mínimo para que éste no pierda potencia ni elasticidad. Además prepararán los cantos, dándoles una pasada por la máquina de piedra cerámica para después impregnarlos de algún producto especializado que los proteja de la temida oxidación.

En caso de que exista alguna ralladura, deberá repararse con la correspondiente máquina de inyección de plástico, para realizar un posterior encerado de protección. Deberán guardarse así, sin llegar a rascar la tabla, de manera que el esquí permanezca con una capa de cera que le servirá como la mejor protección.

Ni que decir tiene que para finalizar correctamente el trabajo deberemos guardar las tablas en su correspondiente funda.

Si queremos que las botas no se deformen, deberemos tener una serie de precauciones:

  • Extraer los botines y dejar que se sequen por completo. Para este secado conviene dejarlos al aire libre, sin estar expuestos a una fuente de calor directa.

  • Cuando comprobemos que están totalmente secos, sin resto alguno de humedad, los volveremos a colocar en su carcasa, procurando que queden perfectamente ajustados y, muy importante, sin pliegues.

  • Cerraremos los ganchos, tratando de evitar las deformaciones, para lo cual les aplicaremos la mínima tensión. Las guardaremos en su correspondiente funda.

Antes de guardar los bastones tenemos que asegurarnos de que no hay ninguna base rota, y si la hay la sustituimos, o, si están torcidos, enderezarlos. Revisar que las correas y las arandelas estén en óptimas condiciones. En caso de rotura existen repuestos en el mercado.

Las máscaras y cascos deben guardarse por separados y, a ser posible en una bolsa para proteger de los golpes. Deja la máscara bien limpia para la próxima temporada, simplemente necesitas un líquido especial y un trapo para cristales y quedarán listas para guardar.

DÓNDE GUARDAR EL EQUIPO

El equipo de esquí resulta muy voluminoso y por tanto complicado de ser guardado, debemos tener en cuenta que podemos pasar unos seis meses sin tocar los esquís, por lo que deberán guardarse en un lugar que no nos obligue a estar moviéndolos continuamente, ya que lo único que podría golpearse con tanto cambio.

El lugar donde lo guardemos debe tener unas condiciones especiales, no debe ser húmedo, pero tampoco debe alcanzar altas temperaturas, y evidentemente no puede estar expuesto a la acción directa del sol. Si disponemos de un trastero podría ser el lugar adecuado, pero deberemos tener mucha precaución para no ir poniendo cosas por encima, puesto que el riesgo de dañar los esquís es muy alto.

Debido a la falta de espacio muchos optan por colocar los esquís debajo de la cama, aparentemente no es una mala opción, pero te obligaría a moverlos para limpiar el suelo esto siempre conlleva riesgos de golpes, además si el equipo no está perfectamente enfundado, se ensuciará más de lo deseado.

Guardar los esquís en un armario empotrado, en una zona de difícil acceso, puede ser otra opción, nadie andará tocándolos y no molestarán a nadie. Además suele ser una zona protegida de la humedad y del calor excesivo.

CONSEJOS GENERALES

Estos sencillos consejos te ayudarán a mantener su equipo como el primer día:

  • Guardar todo el equipo en sus correspondientes fundas de protección resulta totalmente necesario para garantizar su correcto estado.

  • Asegurarnos de que todo el equipo está seco.

  • Alejar el equipo de la humedad y de fuentes de calor directas.

  • No mantenerlo expuestos a la acción directa del sol.

  • En cuanto a la ropa, bastará con limpiarla siguiendo estrictamente las indicaciones dadas por el fabricante para cada pieza y guardarla totalmente seca y perfectamente doblada.

  • Nunca está de más realizar una revisión del equipo a mitad de vacaciones, para comprobar que todo sigue estando en perfecto estado.

Por último, comentar la necesidad de realizar una correcta regulación de las fijaciones y el rascar la cera protectora de la suela de la tabla antes de comenzar la temporada. Si hemos seguido todo lo comentado, nuestros esquís estarán como nuevos.

Publicado en: Esquí, Material

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