Los calcetines suelen ser los grandes olvidados a la hora de elegir la ropa técnica que necesitamos para ir a esquiar. Sin embargo su correcta elección resulta fundamental para que nuestra jornada en la nieve no se convierta en un desastre.
De nada sirve que invirtamos una gran cantidad de dinero en unas botas de última generación, si después las acompañamos con unos calcetines básicos que no se adaptan ni a nuestros pies ni a nuestra actividad.
Lo cierto es que los calcetines de esquí deben soportar un constante roce y fricción de las botas y, a pesar de eso, le exigimos que nos proporcionen el mayor nivel posible de comodidad, transpiración, una correcta regulación térmica bajo diferentes circunstancias, durabilidad…
En definitiva estamos ante una prenda técnica delicada en la que los fabricantes cada temporada presentan avances y novedades para ofrecernos modelos que cumplan con todos los requisitos necesarios: calcetines fabricados en los más variados materiales, con diseños y costuras especiales para cada actividad, con distintos grosores y tamaños… la variedad que podemos encontrar hoy en día en el mercado es tan grande que en ocasiones dificulta mucho la elección ¿cómo saber que estamos eligiendo el modelo que se adapta exactamente a nuestras necesidades?
A parte de la composición de los materiales de fabricación, hay una serie de detalles que debemos tener muy en cuenta a la hora de elegir los calcetines: composición, costuras, presencia de refuerzos en puntera y talón, transpirabilidad, comodidad etc a continuación analizaremos todos estos factores.
MATERIALES DE FABRICACIÓN
El primer factor de elección que debemos considerar es el de la composición del calcetín. Hoy en día los fabricantes aplican a sus calcetines todo tipo de tejidos técnicos que se adaptan a la perfección a las exigencias que podemos tener en el desarrollo de nuestra actividad.
Lo importante aquí es tener bien claro qué nos aporta cada material, sus ventajas y desventajas:
- Algodón: el material por antonomasia y aún hoy en día el más utilizado en la fabricación de calcetines. Se trata de una fibra natural con magníficas propiedades de absorción del sudor y una buena regulación térmica, si bien tienen el inconveniente de que tardan bastan en secar, con lo que retienen la humedad, lo que puede provocar que se produzcan arrugas en el calcetín, que sin duda acabarán transformándose en heridas, ampollas o rozaduras.
- Lana merino: Es un tejido muy valorado en el textil destinado a practicar actividades al aire libre. Aporta excelentes prestaciones y rendimiento. Uno de los puntos a tener en cuenta es el porcentaje que contenga. Cuanto mayor sea éste, más se notarán sus ventajas: excelentes propiedades térmicas, repelente al agua, buena absorción de humedad.
- Poliamida: fibra sintética, aconsejable cuando las temperaturas son algo elevadas. La poliamida se utiliza también para dar elasticidad a la prenda, con la que es consigue una mejor adaptación de ésta al pie de cada persona; por ello la gran mayoría de los calcetines llevan un pequeño porcentaje de este material.
- Elastómero o Elastano: fibra sintética que cuenta como principal propiedad con la de la elasticidad. Popularmente se conoce con el nombre de “lycra” (si bien éste es el nombre de una marca comercial de este tipo de material).
- Acrílico: fibra sintética que trabaja bien cuando las temperaturas son bajas.
- Modal: al igual que el algodón, es una fibra natural, aunque el modal destaca por su agradable tacto. Permite mantener el pie seco durante mucho tiempo.
- Coolmax: se trata de un hilo de poliester especial que tiene una sección específicamente diseñada para expandir el sudor y permitir su rápida y eficiente evaporación, enfriando la prenda en el proceso. Cuenta por tanto con un gran poder de transpiración: absorbe el sudor y mantiene el pie fresco. Cuenta con la ventaja añadida de que tiene un secado rápido.
- Thermalite: también es una fibra sintética transpirable, capaz de absorber el sudor y mantener el pie a una temperatura ideal aún en condiciones de frío. Es hueca y muy ligera, a pesar de lo cual cuenta con magníficas cualidades de abrigo.
En la búsqueda de materiales que nos ayuden a eliminar (o por lo menos reducir) las dolorosas ampollas, se han desarrollado polimicidas anti-ampollas, que dispersan el calor y con ellos consiguen retrasar su aparición.
CONSEJOS DE ELECCIÓN
A la hora de elegir sus calcetines, tenga en cuenta los siguientes puntos:
- Actividad a desarrollar: sin duda esto es lo más importante. No podemos elegir los mismos calcetines para ir a la oficina que para una larga jornada de esquí… la actividad a desarrollar y el nivel técnico de dicha actividad marcarán en gran parte las características de los calcetines que deberemos llevar puestos.
- Temperatura: la temperatura exterior de la zona donde vamos a desarrollar la actividad marcará también el tipo de tejido que debemos elegir para garantizar nuestra comodidad. Así, si estamos en una época o zona con clima caluroso, convendrá decantarnos por un calcetín que contenga Coolmax, un material capaz de sacar fuera el sudor del pie. Para actividades desarrolladas en temperaturas bajas, optaremos por una mezcla de lana con material del tipo Thermolite, capaz de abrigar aún estando mojado.
- Transpiración: cuando hablamos de transpiración nos referimos a que el calcetín debe ser capaz de mantener el pie lo más seco posible y para ello deberá cumplir dos misiones: expulsar el sudor hacia fuera y evitar que la humedad entre dentro (algo a veces complicado cuando estamos horas y horas en la nieve).
- Ajuste: para que un calcetín resulte cómodo es imprescindible que se ajuste perfectamente a nuestro pie. En este sentido y desde hace relativamente poco tiempo, los fabricantes nos ofrecen pares de calcetines en los que se diferencia el pie derecho del izquierdo, es muy importante respetar este punto, porque estos calcetines están especialmente diseñados para adaptarse a la forma de cada pie y, si los utilizamos al revés, pueden causarnos daño.
- Talla: Ante la duda en la talla, siempre es mejor tirar hacia abajo. Una talla justa es más fácil de solucionar, ya que el calcetín es elástico. Si nos pasamos de talla, los pliegues puede que creen ampollas, con la consiguiente molestia y dolores.
- Altura: la altura del calcetín dependerá principalmente del tipo de calzado que vayamos a utilizar con ese calcetín en concreto. Si usamos botas de caña media o alta, nos veremos obligados a elegir un calcetín de media pierna, que cubra la zona donde termina la bota para evitar rozaduras.
- Costuras: en la medida de lo posible, siempre resulta preferible evitar las costuras, porque allí donde hay una costura hay un posible riesgo de ampolla… por ello los calcetines más técnicos han ido eliminando las costuras, pero la gran mayoría de calcetines cuentan todavía con alguna, en este caso, mejor aquellas denominadas “costuras planas”, que minimizan el riesgo de ampollas…
CALCETINES PARA ESQUIAR
Además de todo lo que hemos comentado sobre los calcetines a nivel general, le recomendamos que tenga en cuenta los siguientes puntos a la hora de ponerse unos calcetines para ir a esquiar:
- Cuanto más grueso mejor ¡¡olvídese de esto!! durante mucho tiempo se pensó que cuanto más grueso podría ser mejor porque con ello estaríamos garantizando un mayor abrigo, mejor protección contra las durezas de las botas… nada más lejos de la realidad. En la actualidad disponemos de calcetines muy finos que ofrecen una magnífica protección térmica y la máxima comodidad. El calcetín de esquiar debe ser fino, pero con refuerzos especiales en las zonas del talón y de la puntera (sin duda las que más pueden desgastarse al esquiar).
- Acolchado: algunos modelos ofrecen un acolchado especial en la planta del pie, con ello se mejora el confort, protección y el contacto con la bota. Asegúrate de que la cantidad de acolchado no haga que tu bota no quede muy apretada. Los modelos específicos para el esquí normalmente cuentan con refuerzo en la parte de la espinilla y tobillos, siendo esto un valor añadido que no debemos despreciar.
- Altura: un calcetín de esquí debe quedarnos entre tres y cuatro dedos por debajo de la rodilla. Evite que le roce la rodilla porque, de ser así, los movimientos que haga con la rodilla mientras está esquiando, provocará que se vaya bajando el calcetín, volviéndolo sumamente incómodo.
- Pie derecho/Pie izquierdo: como hemos comentado, los modelos de calcetín que diferencian entre pie derecho e izquierdo ofrecen un mejor ajuste a cada pie y esto sin duda se agradece cuando estamos esquiando: un calcetín que se baja o que hace arrugas será un suplicio constante.
- Tejidos: optaremos por tejidos transpirables y, a poder ser, antibacterianos.
- Conviene tener en cuenta que algunos fabricantes, como el reconocido Lorpen, han desarrollado modelos de calcetines específicos para la práctica del esquí, con tecnologías que regulan la temperatura, minimizan el riesgo de aparición de bacterias y logran por tanto el máximo bienestar.
CUIDADOS DEL CALCETÍN
Como con cualquier otra prenda, con los calcetines deberemos respetar una serie de reglas de cuidado y mantenimiento que nos ayudarán a mantener sus prestaciones técnicas por más tiempo.
A continuación recogemos una serie de consejos que le serán de gran ayuda en este sentido:
- Lave siempre sus calcetines del revés.
- No utilice suavizantes.
- No lavar a más de 35 grados.
- No planchar.
- No lavar en seco.
- Evitar el secado directo al sol.
De cualquier manera, lo más recomendable es respetar siempre las instrucciones de lavado indicadas por cada fabricante para cada modelo en concreto.
