Iniciarse en el esquí durante la jubilación

Consejos

La jubilación es un momento en la vida de muchos que puede significar diversas emociones, situaciones… y oportunidades!!

Sin duda dispondremos de más tiempo para dedicarnos a otras actividades que nos generen felicidad, distracción, aprendizaje y, si además nos permiten mejorar nuestra salud será un plus que debemos de aprovechar.

Iniciarse en la práctica del esquí alrededor de los sesenta años, engloba una serie de beneficios importantes en nuestra salud tanto física como mental.

También es importante destacar que la mayoría de las estaciones de esquí a nivel mundial ofrecen una entrada gratuita para los mayores de 70 años.

Otra motivación adicional para muchos es que, muchas veces, se trata de un deporte familiar: ¡qué mejor manera de compartir tiempo con nietos, hijos y demás allegados que esquiando juntos, recorriendo la estación de esquí y aprovechando unas vacaciones en la nieve inolvidables!

Dedicamos el boletín de este mes a todos nuestros mayores que están pensando en iniciarse en el esquí.

ESQUIANDO EN LA TERCERA EDAD

El esquí es el deporte perfecto para cualquier edad ya que se trata de una actividad física que involucra la capacidad motriz que tenemos y reactiva diversas zonas del cerebro, así como también del hipocampo,  responsable de nuestra memoria. A medida que vamos cumpliendo años, resulta más importante y útil tratar de aprender algo nuevo y mantener nuestro cuerpo ejercitado.

Cuando nos iniciamos en este deporte, el esquí, en la tercera edad, supone también un contacto nuevo interpersonal.

Hoy en día muchas estaciones o escuelas de esquí cuentan con grupos poco numerosos de adultos mayores que desean estrenarse como esquiadores. Mantener y renovar las relaciones humanas cuando se alcanza la tercera edad permite un buen ánimo sostenido, así como también se motiva al adulto mayor a participar en actividades que son nuevas, lo motiva al esparcimiento, comunicación y además lo mantiene activo físicamente.

Otro punto importante a destacar es el propio disfrute de esquiar en la estación de esquí. Así como la playa es un relajante natural, la montaña también lo es. Para un adulto mayor estar en contacto con la naturaleza siempre es positivo, y el ver un atardecer entre montañas de nieve sin duda es una experiencia renovadora…

PRECAUCIONES: LESIONES MÁS COMUNES

A pesar de que esquiar es un deporte bastante seguro, debemos tener presente que las caídas van implícitas y si el esquiador de la tercera edad que se está iniciando no toma las precauciones necesarias, podrá sufrir una lesión que limite seguir disfrutando de esta actividad. Debemos ser conscientes de que nuestro cuerpo y energía van cambiando con los años, aunque claro, todos conocemos a esa persona de 65 años que aún puede correr diez kilómetros. En otras palabras, no todos podemos disponer de una resistencia cardiovascular ideal para exigirnos más de la cuenta.

Dicho esto, principalmente debemos forzar nuestro cuerpo, nuestros músculos y nuestra capacidad pulmonar para alcanzar nuevas velocidades mientras estamos aprendiendo a esquiar en la tercera edad.

También hay que destacar que en estos años las articulaciones tendrán un mayor desgaste y por tanto una menor protección y que la recuperación de fibras musculares rotas por la actividad física será más lenta que a otras edades.

Es importante realizar un calentamiento previo y escuchar siempre a nuestro cuerpo, detenernos en el momento indicado puede evitar una lesión que perjudique nuestras vacaciones en la nieve, nuestro avance en el deporte y el disfrute de la actividad.

En el caso de la tercera edad, tenemos que considerar las lesiones más comunes para poder evitarlas, dentro de las cuales destacan las lesiones de rodillas, hombros, muñecas, tobillos, pelvis y espalda. También podemos incluir desgarres musculares. Para evitar cualquier lesión, debemos aprender a caer de forma correcta y evitar en la medida de lo posible ir al ritmo de otra persona con mayor capacidad física.

¿DÓNDE ESQUIAR?

Elegir la estación de esquí adecuada es muy importante, sobre todo si nos estamos iniciando en el deporte. Lo principal es elegir aquella estación con pistas sencillas, amables, sin descensos pronunciados.

Dentro de las estaciones conocidas más aptas para los adultos mayores, podemos mencionar en primer lugar la Candanchú en Huesca, disponiendo de 22 pistas entre verdes y azules, siendo la opción perfecta para los mayores y también, para una escapada familiar.

También son altamente recomendables las estaciones Formigal, Port del Comte, Sierra Nevada y Cerler.

Dicho esto, conviene saber que la mayoría de las estaciones de esquí cuentan con actividades recreativas adicionales, tales como el paseo en trineo o con raquetas, siendo perfecto para que el adulto mayor pueda tener espacios de descanso mientras continúa disfrutando con otras situaciones o actividades.

Publicado en: Esquí, Consejos

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