Esquiar sobre placas

Consejos

La placa se forma por la acción del sol de helar y deshelar, o bien por la acción del viento. Por ello antes de salir a esquiar en una zona desconocida conviene tener muy en cuenta el tiempo reinante durante los últimos días (por supuesto que consultar al servicio de información de la zona nunca está de más).
La placa es una de las situaciones más difíciles y peligrosas que nos podremos encontrar esquiando, por lo que toda precaución será poca cuando nos la encontremos.
Lo primero que deberemos valorar es si la placa se rompe con consistencia o sólo en algunos puntos.

En el segundo caso no será complicado cruzarla, pero el problema llega cuando se rompe totalmente, en cuyo caso deberemos poner especial cuidado en todos y cada uno de los pasos que demos:

  • En primer lugar adoptaremos una posición baja sobre los esquís, centrándonos en la presión bajo nuestros pies. Es muy importante que procuremos analizar cada una de las sensaciones que los pies nos transmitan, puesto que pueden avisarnos de cualquier cambio en la superficie de la nieve y, cuanto antes la apreciemos, más tiempo y posibilidades para la reacción.
  • Realice giros graduales y de un radio mediano, para poder prevenir cualquier movimiento brusco que pueda producir el rompimiento de la superficie.
  • Al finalizar un giro, procure empujar sus esquís hacia la superficie, diríjalos suavemente teniendo en cuenta que si gira demasiado hará que éstos se hundan.
  • Procure mantener equilibradamente distribuida la presión en ambos esquís, para conseguir que sus tobillos se mantengan en un ángulo de 90º en relación a sus pies; lo que le permitirá controlar sus cantos con más suavidad.
  • Tenga presente que cuanto más incline sus esquís, más posibilidades tendrá de romper la placa.
  • Mantenga una total confianza en sus posibilidades, debe esquiar sin miedo.
  • El silencio es otro elemento importante, aprenda a “escuchar” a la nieve, para llegar a intuir la posible rotura.
  • Una buena técnica es la del monoesquí, utilizando ambos esquís como si de uno solo se tratara. Para eso deberá mantener ambas piernas muy juntas.

Sea como sea, debe tener en cuenta que lo más importante es la confianza en uno mismo, el no dudar ante una situación que puede ser peligrosa. Cuanto más confíe en sus posibilidades de pasar de un giro a otro, más fácil le resultará hacerlo.

Publicado en: Esquí, Consejos

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