Tratamos en este apartado sobre una modalidad de caza que despierta pasiones encontradas. Ciertamente, el Parany no deja indiferente a nadie: o lo amas o lo odias.
Pocas técnicas cinegéticas cuentan con un enfrentamiento tan feroz y pocas también son tan apasionantemente defendidas por quienes la consideran una práctica tradicional y respetuosa con la naturaleza ¿qué sector tiene la razón? Como en tantas otras cuestiones relacionadas con la caza, en las que entran a consideración sentimientos y valores ancestrales, lo cierto es que resulta sumamente difícil dar la razón a unos para quitársela a otros.
Por eso vamos a intentar tratar el tema del Parany desde una óptica imparcial, exponiendo los argumentos de quienes lo defienden a ultranza y de quienes lo denuncian. Sin duda, el cazador podrá ser lo suficientemente objetivo para obtener sus propias conclusiones…
Argumentos a favor
El Parany es una técnica tradicionalmente utilizada en la Comunidad Valenciana, donde cuenta con gran número de fieles seguidores.
Todos ellos exponen una serie de argumentos en su defensa que podríamos resumir en los siguientes puntos:
- Caza selectiva: únicamente se persigue la caza del zorzal, por lo que en el momento en que otra ave entra en la trampa, será puesta de inmediato en libertad.
La selección comienza en la propia utilización del reclamo de llamada, que atrae únicamente a los túrdidos (los pájaros enjaulados únicamente llaman a los de su especie) y finaliza en el cazador.
Porque el Parany es ante todo un método de selección personal e individual, en el que la responsabilidad última se deja en manos del propio cazador. Siempre bajo la suposición de que se trata de un ser humano con inteligencia suficiente como para poder discernir entre el bien y el mal.
- No se utilizan armas; lo que provoca que no se dañe ningún ave que no sea objeto de caza. En el Parany, los animales se capturan vivos y en correcto estado de vuelo, por lo todos aquellos que se capturen sin ser zorzales deberán ser puestos en libertad automáticamente.
Antes de ponerles en libertad, deben ser correctamente limpiados con un disolvente sintético que elimina con garantía cualquier resto de pegamento.
- Limitación de permisos y reducción del cupo de capturas:efectivamente, el Parany es una modalidad totalmente vigilada y regulada, por lo que las restricciones impuestas sobre ella son mucho mayores, al igual que el control.
- Bajo número de capturas: el parany es ciertamente un método que entraña gran dificultad, por lo que la obtención de resultados no es algo que esté, ni de lejos, garantizado.
- Parany y agricultura: el auténtico paranyer es cazador y agricultor a una misma vez. Efectivamente, el mundo del Parany no se limita exclusivamente al mes escaso que dura la temporada legalmente establecida para la práctica de esta actividad. Muy al contrario, el paranyer se dedica a lo largo de todo el año a cuidar los árboles y cultivos para que estén en perfectas condiciones.
Por último, pero no menos importante, quienes practican esta modalidad de caza señalan la tradición como uno de sus argumentos principales. El Parany es una técnica ancestral, de la que se tiene conocimiento desde hace más de 2.500 años (cuando se tiene constancia a través de un dibujo de un vaso griego).
Para quienes la practican, la caza con Parany supone una herencia cultural de gran valor, que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
Argumentos en contra
Tan válidos como son los argumentos que se dan a favor, pueden serlo los que se indican en contra del Parany:
- Caza no selectiva: quienes se muestran en contra del Parany exponen como primera causa el hecho de que no se trate de una modalidad de caza selectiva; puesto que en las varas impregnadas de pegamento puede quedar pegada cualquier tipo de ave.
Una acusación que se hace aún más grave al indicar que entre estas aves atrapadas pueden encontrarse especies protegidas por Medio Ambiente.
- Puede causar la muerte o el deterioro del plumaje del ave (lo que en ocasiones es la causa de una posterior muerte).
- Efecto prolongado: se acusa a los paranyers de dejar las varas con el pegamento a lo largo de todo el día, lo que provoca que muchas aves sean atrapadas a cualquier hora, sin que los cazadores se encuentren presentes.
- Utilización de reclamos eléctricos: grabaciones con el sonido de diferentes aves.
Según quienes se muestran en contra, el Parany incumple una serie de leyes, entre las que se citan:
- El Convenio de Berna.
- La Directiva Europea 79/409 sobre la Conservación de las Aves Silvestres.
- La Ley española 4/1989 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres.
Asimismo se denuncia la falta de un control más exhaustivo y profesional de la actividad: falta de una comprobación controlada del número de capturas, de la utilización de reclamos ilegales, de la cantidad de aves afectadas y de los pasos seguidos con las aves que deben ser liberadas.
Se denuncia también la comercialización de los resultados obtenidos con esta modalidad de caza, algo terminantemente prohibido en la Ley de Caza de todas las autonomías.
La ley
Según publicábamos el pasado 27/09/2002, en la sección de noticias de nuestra web:
EL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA VALENCIANO ANULA EL DECRETO DE LA CAZA CON PARANY
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha anulado el decreto de la Generalitat que permite la práctica de la caza con “parany” por considerarlo “contrario a derecho” y al estimar que no cuenta con las “garantías científicas mínimas” que aseguren la selectividad de este método de caza.
La sección tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJCV, en una sentencia hecha pública ayer, admite el recurso presentado por la organización Acción Ecologista Agró contra el decreto 135/2000 de la Generalitat, por el que se establecen las condiciones y requisitos para la concesión de las autorizaciones excepcionales para la caza de tordos con parany en la Comunidad Valenciana.
El parany es un método de caza en el que se utilizan unas varetas dispuestas sobre las perchas de los árboles e impregnadas con un disolvente.
Las especies autorizadas para su captura mediante este método son sólo el zorzal común, el zorzal real, el zorzal alirrojo y zorzal charlo.
Según argumenta la resolución judicial, el Gobierno de la Generalitat “ha dictado una norma sin contar con las garantías científicas mínimas que aseguren la selectividad del método de caza con ‘parany’ que recoge el decreto”. Añade que ha de ser la Administración valenciana “quien acredite, con precisión y certeza plena, que las numerosas prevenciones que introduce para la caza de tordos en ‘parany’ hacen de éste un método totalmente selectivo”.
Según la sentencia, la Generalitat “carece de ‘discrecionalidad técnica’ para apreciar si las prevenciones a la caza de tordos con parany que introduce del Decreto 135/2000 constituyen un método selectivo/no selectivo” y ha de demostrar científicamente que estas prevenciones no causan daños a otras aves distintas a las cuatro especies de zorzales.
El fallo hace referencia a un informe elaborado poro el servicio de Caza y Pesca de la Generalitat, en el que se detalla que el número de paranys autorizados existentes en la Comunidad Valenciana en el año 2000 era de 3.868, de las que 3.198 estaban en la provincia de Castellón, 603 en la de Valencia y 67 en la de Alicante.
También se refiere a un informe del departamento de Ecología de la Universidad de Alicante, que indica que el periodo hábil de caza del “parany” se solapa en general con el periodo migratorio de especies passeriformes insectívoras como el petirrojo y la curruca capirotada, cuya captura no está autorizada y que son muy similares a las especies de zorzales.
En este sentido, la sentencia establece que no existe garantía científica alguna de que la aplicación de los disolventes sobre las aves passeriformes “no objetivo” evita daños relevantes a estos que afecten a su capacidad de vuelo o posibilidades de supervivencia.
Según recogen los fundamentos de derecho, los recurrentes señalan que la caza de tordos con parany es un método esencialmente no selectivo y que, por ello, incumple la normativa básica estatal de protección del medio ambiente, En este sentido, la Generalitat, la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana y el Club de Cazadores APAVAL, también co-demandados, entienden que las “abundantes prevenciones o cautelas” que introduce el decreto permiten concluir que este método de caza no causa daños a terceras especies de aves.
Lejos de querer llegar a una conclusión definitiva (pues no es ese el objetivo de este artículo), no queremos terminar sin señalar que, como en tantos otros aspectos de la caza y de la vida misma; el problema real no se encuentra en la modalidad de caza utilizada en sí; sino en la conciencia ecológica del propio cazador.
Cualquier cazador, practique el tipo de caza que practique, debe ser perfectamente conocedor de los peligros que entrañan los métodos de caza por él practicados y las obligaciones que ello conlleva.
El paranyer es totalmente consciente de que el futuro de esta actividad depende directamente de la actuación desarrollada en el presente, lo que pasa por una concienciación personal.
Qué es el Parany
El término “Parany” significa “Trampa” en valenciano, lo que sin duda nos ayuda enormemente a saber determinar las bases mismas de esta modalidad de caza.
En pocas palabras, podemos decir que consiste en atraer a los zorzales o tordos hacia una serie de árboles previamente preparados; estos árboles se podan para hacer pasillos en los que se colocan unas maderas en las que se insertan unas pequeñas varas generalmente de esparto, que se untan con una sustancia pegajosa, liga o visc. El objetivo es hacer que esta sustancia se impregne en las alas de los zorzales, tras lo cual caerán al suelo.
Además de la correcta preparación de los árboles, el punto más importante de esta modalidad de caza es el método utilizado para el reclamo de los zorzales. Existen dos tipos de reclamo fundamentalmente:
- Reclamo vivo: zorzales enjaulados cuyo canto provoca que sus congéneres se sientan empujados a adentrarse en el Parany.
- Reclamo artificial: choqueo, manejado por el propio paranyer; requiere de una gran destreza para su correcta utilización. Sin duda, hoy prácticamente en desuso.
Debemos señalar aquí que el uso de grabaciones o cassettes en las que se imita el sonido de los pájaros no forma parte del Parany, esto no es más que un mal e ilegal uso de la técnica, realizado por algunos desaprensivos que no deben ser considerados cazadores y cuanto menos paranyers.
El Parany es legal en la Comunidad Valenciana, si bien no entra dentro de la legalidad fuera de esta zona.
Se practica fundamentalmente durante el mes de octubre, puesto que es esa la época en la que llegan las aves que acuden a invernar a esta zona.
