Cómo elegir tus flechas

Tipos de caza

Como cualquier elemento que vuele, la flecha se ve afectada por dos fuerzas: el peso (gravedad) y la resistencia aerodinámica.
Así, aunque el valor del peso permanezca constante, influirá en la variación de la dirección de la flecha, puesto que siempre se dirige hacia el suelo por el efecto de la gravedad. El peso se aplica siempre sobre el centro de gravedad de la flecha y cuanto mayor sea, mayor será también la inercia y por tanto mayores deberán ser las fuerzas necesarias para su desestabilización; o lo que es lo mismo: a mayor peso, mayor estabilidad.

Por otro lado y en relación a la resistencia aerodinámica, es aquella que se opone al movimiento de avance de la flecha. Esta se basa en dos causas: el rozamiento del aire y la existencia de una fuerza estabilizadora presente en las plumas y en las hojas de las puntas de caza.

Sabiendo todo esto, debemos ser conscientes de que para que una flecha realice un vuelo estable, es preciso que la superficie situada por detrás del centro de gravedad sea mayor que la situada por delante y directamente proporcional al peso de la punta.

Por lo tanto, cuando mayor sea el peso en la punta, más espacio de estabilización necesitaremos en las plumas con el objeto de mantener la flecha en su posición de equilibrio.

En caso de que el vuelo de su flecha no sea el adecuado, le recomendamos que revise los siguientes puntos:

  • Compruebe el calibre: asegúrese de que sea el correcto.
  • Pruebe a cambiar las plumas de plástico por otras naturales.
  • Aumente la altura de las plumas.
  • Considere la posibilidad de sustituir el emplumado de 3 plumas por otro de 4.
  • Aumente el ángulo de emplumado.
  • Aumente la superficie de estabilización.

La elección de la flecha para la caza con arco

La primera consulta que se nos planteará a la hora de seleccionar nuestras flechas para cazar es ¿mejor una flecha pesada o ligera? Sin duda aquí está el centro de la discusión de muchos cazadores arqueros.

En un primer momento resultaría lógico pensar que cuanto más pese nuestra flecha, será más difícil detener su vuelo, mayor será su capacidad de penetración en la pieza y en definitiva más opciones tendremos de obtener resultados. Sin embargo una flecha liviana ofrece la ventaja de volar más rápidamente, disminuyendo el posible error de cálculo de la distancia al blanco
Por tanto ¿qué resulta mejor?, ¿penetración o velocidad?

Hay quien defiende que las flechas de peso elevado son las que deben ser utilizadas para animales de gran tamaño, si bien otros opinan que todo dependerá de la distancia que deba recorrer la flecha hasta alcanzar su objetivo.
Una flecha rápida se verá menos influenciada por los efectos de la gravedad, del viento y del roce del aire, lo que conlleva que su trayectoria resulte más eficaz , necesitando menos ajustes a la hora de calcular la distancia. Sin embargo una flecha pesada caerá mucho más rápidamente y los errores de cálculo pueden hacerse mucho más notables.

De cualquier manera y aunque todo lo comentado resulta sin duda interesante para la elección de la flecha correcta para la caza, debemos tener en cuenta que lo que más influye en el correcto resultado de la acción cinegética es la adecuada selección de la punta.

Aquí podrá ver la Tabla Easton para la selección de flechas para la actividad cinegética. Pinche en la imagen para verla ampliada. En caso de que la visualización no sea la correcta, recomendamos su impresión.

Las partes de una flecha

A nivel general, conviene saber que una flecha cuenta con las siguientes partes:
PUNTA: parte metálica de la flecha cuya función es la de facilitar la penetración. Sin lugar a dudas es la parte más importante de la flecha y por ello merece mención a parte.

ADAPTADOR: parte que sujeta la punta al resto de la flecha. Puede ser de dos tipos:

Integrado: el adaptador forma parte de la propia flecha, lo que garantiza una buena alineación de la punta.

Sistema R.P.S. (Replacement Point System), el más utilizado en nuestros días, puesto que permite la posibilidad de intercambiar distintos tipos de flecha, simplemente enroscándolos a la flecha. Tiene la desventaja de que una mala instalación puede conllevar la incorrecta alineación de la punta, lo que afectará al vuelo de la flecha.

ASTIL: es el elemento que confiere la rigidez y rectitud necesaria a la flecha. A pesar de que a lo largo de la historia se ha venido realizando siempre en madera, hoy en día podemos encontrarlos en gran variedad de materiales, cada uno de los cuales c uenta, obviamente, con sus ventajas e inconvenientes:

Madera: el material originario y por ello el utilizado para arcos tradicionales. Su precio suele ser bajo; si bien cuentan con la desventaja de que requiere cuidados especiales y mantenimiento para evitar que la humedad haga destrozos en la flecha.

Actualmente se están utilizando maderas de cedro y laminadas con las que se trata de reducir al máximo estos problemas.

Aluminio: en nuestros días el más común, gracias a su enorme consistencia (resultan muy duraderas y de hecho si se doblan casi siempre tenemos la opción de enderezarlas para un nuevo uso), escaso mantenimiento y desde luego, por su bajo precio. Además y en cuanto a la caza, tiene la posibilidad de encontrarse en muy diferentes calibres. Como desventaja señalaremos el ruido metálico que producen al golpear contra algo, lo que en una jornada de caza puede alertar a las posibles presas.

Carbono: su aparición en el mercado supuso una auténtica revolución en el mundo de las flechas. Su gran rigidez permite la construcción de astiles de menor diámetro y peso, disminuyendo el efecto del viento sobre ellas y mejorando notablemente la velocidad alcanzada por la flecha. Pero también esta rigidez se convierte en el mayor defecto de este tipo de astiles, puesto que nunca se doblan: directamente se rompen o astillan, de tal manera que pueden resultar peligrosas para quienes las manipulan.

Compuestos aluminio-carbono: es lo que podríamos denominar la última generación en la construcción de flechas. Se fabrican a partir de una matriz de aluminio, la cual se va recubriendo de finas capas de carbono, hasta conseguir el calibre deseado. Su ventaja principal es su ligereza, si bien cuentan con el problema de que se rompen con cierta facilidad, al tiempo que resultan bastante caras.

CRESTA: se dice que el origen de esta parte de la flecha viene de la necesidad de los arqueros ingleses de marcar sus flechas para un posterior reconocimiento. En nuestros días su papel es más bien decorativo: anillos de vivos colores que en ocasiones se convierten en auténticas obras de arte.

CORONA: nos servirá para poder visualizar la flecha a lo largo de todo su vuelo, de ahí que se realice en colores muy vivos (principalmente y más recomendable, en blanco).

PLUMAS o ESTABILIZACIÓN: elemento colocado en la flecha para compensar los posibles desequilibrios durante el vuelo de la misma, orientándola hacia el objetivo. Existen dos tipos.

Naturales: elaboradas de las remeras del pavo doméstico, teñidas de diferentes colores. Tienen un gran poder de estabilización y son realmente rápidas. Sus inconvenientes: son ruidosas y pueden dar mal funcionamiento en caso de que se mojen.

De plástico: más duraderas que las naturales, son también silenciosas y inmunes a las variaciones climáticas.

CULATÍN: parte que nos permite la sujeción de la flecha a la cuerda del arco y, por tanto, uno de los elementos más importantes de la flecha puesto que una mala orientación provocará que la fuerza de tensión del arco no se aplique correctamente, provocando una desestabilización incluso antes de realizar el tiro.

El culatín deberá abrazar la cuerda de manera que la flecha no se caiga, pero sin que quede demasiado apretada.

Etiqueta: Caza con arco
Publicado en: Caza, Tipos de caza

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