Su origen es británico.
James Hinks, el encargado de estandarizar esta raza, fue quien allá por 1850 seleccionó la típica e inconfundible cabeza en forma de huevo que tanto destaca en esta raza.
El Club del Bull Terrier data de 1887, a pesar de esa antigüedad, lo cierto es que la raza no tuvo éxito hasta la I Guerra Mundial.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS:
- Su aspecto general es de un perro vigoroso, fuerte, bien musculado.
- Expresión vivaz, inteligente.
- Cabeza sin depresión fronto-nasal y con forma de huevo.
- Cuello musculoso, largo y arqueado
- Cuerpo redondeado.
- Espalda corta y fuerte.
- Pecho ancho.
- Cola corta, de implantación baja.
- Pelo corto y apretado.
- Colores: blanco puro, atigrado, negro, rojo o leonado.
CARÁCTER:
Animal muy valiente, lleno de espíritu, con una actitud cariñosa y divertida.
Es un perro muy obediente y de temperamento equilibrado.
Será siempre absolutamente leal hacia la familia con la que conviva.
UTILIZACIÓN EN LA CAZA:
Destaca por su olfato, tan bueno como el del Beagle o el del Harrier; pero también por su gran valentía y fuerza física.
Tradicionalmente ha sido utilizado para la caza de alimañas, ante cuyos mordiscos otras razas caninas fracasan de forma habitual.
Pero donde realmente puede destacar el Bull Terrier es en la caza mayor, para lo cual es fundamental realizar un adiestramiento muy riguroso.
CUIDADOS ESPECÍFICOS:
El Bull Terrier es un animal que disfruta en compañía de sus dueños; no son felices cuando se les aleja de la familia. Necesita, de forma desesperada, de todo tipo de atenciones por parte de las personas; si no cuenta con ellas tiene cierta tendencia hacia la depresión.
Por naturaleza son agresivos con otros animales (resulta normal que considere “presas” a los animales de menor tamaño), por lo que no conviene dejarlos en libertad absoluta.
