VESTIRSE PARA CAZAR EN VERANO

Equipo de caza

Cuando te enfrentas a días calurosos durante la caza, lo más importante es utilizar prendas que te mantengan fresco y cómodo, pero sin que eso suponga comprometer la seguridad ni la funcionalidad que son absolutamente imprescindibles durante el desarrollo de la actividad cinegética.

Adaptar tu vestimenta a las circunstancias y condiciones climatológicas, sin duda te ayudará a disfrutar mucho más de la caza, pero también te garantizará una mayor seguridad.

En este artículo hablamos a fondo sobre las prendas más adecuadas para la caza en los días de calor.

 

MATERIALES
A la hora de elegir el material de las prendas que vamos a llevar en nuestra jornada de caza, deberemos primar dos cosas: transpiración (para evitar que el exceso de sudor se convierta en un problema) y ligereza, que sin duda agradeceremos después de pasar varias horas a altas temperaturas.

En nuestros días tenemos la posibilidad de elegir prendas confeccionadas en materiales altamente transpirables. Disponemos de prendas con tecnología de absorción de la humedad, que consiguen mantenernos secos y frescos en prácticamente cualquier circunstancia.

Si no quieres decantarte por tejidos técnicos, te recomendamos que elijas siempre prendas confeccionadas en algodón, nylon y/o poliéster. Este tipo de tejidos permiten una constante circulación del aire y con ello se evita la sudoración excesiva.

La ligereza nunca puede estar reñida con la resistencia; en este sentido materiales como el RipStop o el Nylon son sin duda magníficas opciones.

En los últimos años han aparecido tejidos con protección solar integrada (UPF), sin duda resultan una magnífica opción ya que nos garantizan que no sufriremos quemaduras solares (y otras consecuencias mucho más nefastas y preocupantes para nuestra salud derivadas de la exposición prolongada al sol).

 

LA IMPORTANCIA DEL COLOR

Aunque pueda parecer algo muy básico, todos debemos tener presente que los colores oscuros “atraen” el calor. En consecuencia, debemos decantarnos por colores claros que “repelan” el calor en lugar de absorberlo.

A mayores, decantarnos por colores que se mezclen con el entorno natural es siempre una magnífica idea, ya que nos servirá para pasar desapercibidos.

 

¿DE CORTO O DE LARGO?

Sin duda, si estamos a altas temperaturas nuestra primera opción será “manga corta!!” sin embargo merece la pena pararse a pensarlo un poco: el uso de la manga larga tiene algunas ventajas que conviene tener en cuenta: la primera y más importante: evitar el efecto nocivo del sol sobre nuestra piel.

Pero no solo eso: la manga larga también nos protegerá contra otros elementos (ramas, ortigas…), pero sobre todo nos evitará sufrir picaduras de insectos.

Como hemos comentado anteriormente, en el mercado podemos encontrar prendas altamente transpirables, que nos permitirán llevar manga larga sin que eso suponga ninguna molestia, porque ni las notaremos…

Lo mismo sucede con los pantalones: sin duda usar pantalón corto es una gran tentación, pero todos los inconvenientes que hemos mencionado con la manga corta se multiplican en el caso de los pantalones, ya que además nuestras piernas están en constante roce con la vegetación, lo que incrementa las posibilidades de sufrir heridas o picadoras de todo tipo de insectos (ojo aquí con las garrapatas!!).

NUESTROS PIES

Es absolutamente normal que con el calor nuestros pies suden. Cuando esto sucede, la probabilidad de que se generen ampollas se incrementa notablemente. Caminar con ampollas es un auténtico sufrimiento, que puede acabar con la mejor de las jornadas… Por eso es tan importante que pongamos especial atención en el cuidado y protección de nuestros pies.

Casi tan importante como el calzado, para proteger nuestros pies deberemos poner mucha atención a la hora de elegir los calcetines que vamos a llevar durante una calurosa jornada en el monte. Y es que de nada servirá equiparnos con las mejores botas transpirables si entre nuestros pies y la membrana de transpiración del calzado colocamos unos calcetines que no dejan que nuestros pies “respiren”.

Debemos buscar calcetines que sean capaces de absorber la humedad y que garanticen que nuestros pies se mantienen secos.

Existen modelos altamente técnicos, pero de cualquier manera, los calcetines confeccionados en lana merino o en materiales sintéticos son sin duda una excelente opción.

Una vez tengamos esto, elegiremos el calzado.

En verano igualmente conviene ir al monte con botas, pero deberán ser lo más ligeras que resulte posible y, por supuesto, transpirables, para conseguir que el sudor no se quede en el pie, que salga fuera.
No conviene confundir “ligeras” con “inestables”, ya que deberán garantizar un buen soporte y tracción en todo tipo de terrenos. Te recomendamos que utilices suelas antideslizantes (el terreno seco y la paja suelen ser altamente resbaladizos).

Aunque en gran parte es cuestión de gustos, también recomendamos el uso de botas de media caña.

 

COMPLEMENTOS NECESARIOS

Un sombrero de ala ancha o una gorra con una amplia visera puede convertirse en tu mejor aliado en los días de sol y calor en el monte.

Además de proteger nuestro rostro, nos evitará una más que posible insolación.

Conviene tener en cuenta que existen modelos que cubren el cuello, algo que no deberíamos olvidar: normalmente es una zona que nos pasa “desapercibida” y que sufre mucho con los efectos del sol (resulta más fácil de lo que parece quemarse en esa zona).

Algunos modelos pueden doblarse fácilmente y guardarse en un bolsillo mientras no se utilizan.

Otro complemento absolutamente necesario en los días soleados son unas buenas gafas de sol que nos permitan una visión cómoda incluso con máxima claridad.

 

OTRAS RECOMENDACIONES

  • En verano también conviene vestir por capas: efectivamente, en función de las horas a las que vayamos a cazar, puede que la variación térmica sea muy elevada (entre las primeras horas del día y las horas del mediodía), por eso nunca está de más que llevemos alguna capa “ligera” (chaqueta o chaleco ligero) que nos permita regular nuestra temperatura corporal, pero sin sacrificar nuestra libertad de movimiento.
  • Aunque cuando hace calor no nos gusta ir “ceñidos”, tampoco es buena idea optar por prendas que nos queden demasiado sueltas, ya que con eso aumentamos la probabilidad de provocar enganches con la vegetación y otros problemas.
  • No te olvides del protector solar.
  • Y, sobre todo, no te olvides de hidratarte bien: recuerda que el tener sed es ya de por sí un signo de que tu cuerpo ha empezado a deshidratarse. Cuando nos deshidratamos nos volvemos más torpes y lentos, algo que sin duda resulta muy peligroso durante el ejercicio de la caza. Por eso te recomendamos que en los días de calor bebas agua de forma constante, aunque no tengas sed.
Publicado en: Caza, Equipo de caza

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