CHOQUES y POLICHOQUES

Equipo de caza

Lo llamemos choque, choke o estrangulamiento (nombre más castellano), lo cierto es que esta parte del arma supone, junto con la longitud, uno de los elementos más importantes para el correcto rendimiento del cañón de cualquier escopeta.

QUÉ ES UN CHOQUE

Definiremos choque como el estrechamiento en la boca del cañón de la escopeta, que actúa sobre la carga de perdigones al salir por ella con el objetivo de conseguir un rociado más denso que el que se lograría si el cañón no dispusiera de esta restricción.

En cualquier calibre el diámetro interior del tubo se reduce de forma notable a unos 10 centímetros de la boca de salida, agolletamiento que imprime potencia a los perdigones y los distribuye con mayor o menor agrupamiento.

Los primeros cañones se construían de manera totalmente cilíndrica y con una gran longitud, con lo que se pensaba que el alcance conseguido sería mayor. Esta idea fue desestimada por los armeros británicos quienes, a finales del pasado siglo XIX, consideraron la idea de estrechar el tramo de salida del cañón y con ello consiguieron un alcance superior y un mayor plomeo con cañones más cortos. Esta idea se basa en el mismo efecto que podemos observar en la salida del agua de una manguera: efectivamente, a medida que se reduce el orificio de salida, menor será el diámetro del chorro, al tiempo que éste alcanzará una mayor distancia. En este símil, los perdigones serían el fluido que pasa por el interior del cañón (que haría las funciones de manguera); si éste fuera totalmente cilíndrico el alcance y la agrupación de la plomada serían menores que si lo cerráramos un poco en su tramo final, es decir, en la boca.

Por lo tanto, a nivel general podemos decir que cuanto mayor sea el grado de choque, más densa será la dispersión resultante.

Por supuesto el alcance no sólo depende de este factor, sino también de otros de gran importancia como el tamaño del plomo, la calidad del cartucho, la experiencia del cazador…

 

TIPOS DE CHOQUES

Los estrechamientos van escalonados según la pronunciación de los mismos, siempre medidos en décimas de milímetro y de la siguiente forma:

Hallaremos la diferencia de la mayor y menor medida interna y así conoceremos las décimas que determinan el grado de estrangulamiento.

Así si por ejemplo disponemos de un cañón totalmente cilíndrico del calibre 12 con diámetro de 18,5 mm en toda la longitud interna y el diámetro de la boca es de 17,5 mm, haremos: 18,5 – 17,5=10 décimas.

Los estrangulamientos se ordenan de menor a mayor, de la siguiente forma:

– Cilíndricos (1/1): 18,5 mm de diámetro interno en todo el caño.

– Un cuarto /1/4): 1-2 décimas (****).

– Medio choque (1/2): 3-4 décimas (***).

– Tres cuartos (3/4): 8-9 décimas (**).

– Full choque (estrangulación completa): 9-11 décimas (*).

Los asteriscos sirven para representar la estrangulación del arma y suelen estar grabados en los cañones del arma.

 

QUÉ TIPO DE CHOQUE ELEGIR

Teniendo en cuenta la enorme importancia de los choques en el comportamiento del arma, deberemos tener presente algunas consideraciones para conseguir que la elección final sea la más correcta para nuestras necesidades. Efectivamente, los puntos a tener en cuenta son muchos: modalidad de caza practicada, especie objetivo, cartucho utilizado, perdigón… Son tantas las cosas a considerar que realmente podremos volvernos locos si no nos centramos un poco en nuestros objetivos y necesidades.

Así y a nivel general podemos señalar lo siguiente:

– Cazadores nóveles: para todo aquel que se esté iniciando en la caza, si utiliza una escopeta bicañón (ya sea plana o superpuesta) se recomienda un cilindro de ¼ en el primer tubo y de medio choque (1/2) en el segundo.

En caso de que la escopeta sea monocañón o repetidora, utilizaremos el de ¼ hasta no contar con la experiencia necesaria.

 – Cazadores experimentados: dependerá de la modalidad de caza practicada:

– Caza de monte alto: ¼ en el primer cañón y ½ en el segundo; ¼ si se caza con semiautomáticas.

– Ojeos, palomas y acuáticas “al paso”: ½ en el primer cañón y ¾ o full en el segundo, en caso de ser una repetidora será preferible contar con medio choque (1/2).

Para poder disponer de estos choques, será necesario poseer un juego de cañones que nos permita combinarlos de la siguiente forma:

– Cañones que deberían ser cortos (65 cm): ¼ en el primero y ½ en el segundo. Esto nos resolvería el problema del cazador novel así como el del veterano que trata de cazar en un monte arbolado.

– Cañones normales (70 cm): ½ en el primero y ¾ o full en el segundo. De esta forma podremos acudir a cualquier tipo de ojeo o caza de monte raso sin problema alguno (siempre y cuando se dominen las técnicas de tiro, claro está).

Debemos tener en cuenta que las escopetas repetidoras únicamente disponen de un cañón, por lo que no permiten este tipo de combinaciones, por lo que lo más habitual es equiparlas con polichoques*. Otros muchos expertos tratan de elegir el choque considerando que el mejor será siempre el mínimo que se ajuste a los requisitos de la caza practicada. Esto implica considerar la densidad mínima de perdigones que se necesita para conseguir un poder “mortífero” razonable con respecto a las piezas que sean objeto de caza:

– Especies mayores (faisanes y patos): se precisará un mínimo de 60-80 perdigones en un círculo de 76 centímetros de diámetro.

– Especies menores (perdices, palomas, chochas…): mínimo de 130 perdigones. En general se considera que los chokes abiertos resultan más eficaces para la caza a todas las distancias, hasta un máximo de 36,5 metros.

 

DISTANCIAS

A nivel global podemos decir que los cazadores poco expertos deberán utilizar chokes muy abiertos, nunca superiores a ¼, mientras que un tirador de gran calidad deberá decantarse por una estrangulación total (full).

De todas formas, debemos tener siempre presente que cualquier escopeta está hecha para disparar entre 30 y 45 metros, por lo que lograr abatir una pieza a más de 50 metros resulta más que nada pura casualidad. Además, disparar a estas distancias no sólo resulta inútil en la mayoría de los casos, sino que es poco ético, puesto que lo más normal en caso de acertar, es dejar a la pieza herida, la cual se desangrará.

Las distancias ideales de los diferentes choques, considerando previamente que se han de usar cartuchos de 70 mm cargados con 34 ó 36 gr. y perdigón del 7, serían las siguientes:

– Cilindro mejorado (1/4): entre 20 y 30 metros.

– Medio choque (1/2): entre 30 y 35 metros.

– Tres cuartos (3/4): entre 35 y 40 metros.

– Choke completo o full: entre 40 y 45 metros.

Ni que decir tiene que el tamaño de los plomos influye en el rendimiento de los estrangulamientos: así un perdigón del 10ª resultaría inútil a distancias que sobrepasen los 35 ó 40 metros puesto que, aunque llegarían a su destino, la falta de masa les impediría alcanzar las máximas distancias marcadas con suficiente energía final, por lo que no podrían matar ninguna pieza.

POLICHOQUES: EN QUÉ CONSISTEN

Imagínate un arma que, sin necesidad de modificar el caño, se pueda adaptar a toda clase de agrupamientos que necesite el cazador; pues bien, a nivel general en esto consisten los polichoques. Así, con un único caño, tendremos la oportunidad de cazar o competir en todos los ámbitos y circunstancias posibles, sin lugar a dudas ¡todo un logro!

Este “descubrimiento técnico” se aplica principalmente en las escopetas de repetición y en ocasiones en las superpuestas y en las planas, ofreciendo siempre magníficas prestaciones.

VENTAJAS DEL USO DE POLICHOQUES.-

Como resulta obvio, las ventajas que podemos encontrar en el uso de polichoques son muchas y muy importantes. A destacar:

  1. Nos permite adaptar el estrechamiento a voluntad, según el terreno o especie que deseemos cazar, estando en el mismo campo. Esto supone la capacidad de adaptarnos a las circunstancias en cada momento, obteniendo el mejor resultado del arma.
  2. No perdemos la adaptación del encare; gracias a que disponemos de un único caño y no varía la longitud de la escopeta. La longitud no variará si los tubos son interiores, en cuyo caso no se alterará el equilibrio de la escopeta.
  3. Disponer de una escopeta con polichoques equivale prácticamente a tener varias escopetas en una sola, lo cual supone numerosas ventajas desde el punto de vista económico hasta del propio almacenamiento de armas.
  4. Sistema óptimo para tiradores noveles; puesto que les permite adaptar el choque de su escopeta para un periodo concreto de aprendizaje y, una vez cogido un cierto dominio en el tiro, pasar a utilizar estrangulamientos más cerrados sin necesidad de cambiar el arma.

INCONVENIENTES DEL USO DE POLICHOQUES.-

Aunque resultan menos importantes, lo cierto es que el uso de polichoques también tiene ciertos inconvenientes que conviene conocer:

  1. Resulta totalmente necesario que los polichoques sean de una magnífica calidad, de excelente material y mecánica, puesto que en caso contrario sólo nos darán preocupaciones: encasquillamiento constante, desgaste prematuro, oxidación, movilidad inoportuna… Más que una ayuda se puede convertir en un auténtico problema.
  2. Para que funcionen correctamente los polichoques precisan una atención prácticamente constante, siendo necesaria una cotidiana limpieza y cuidados. Los gases, la pólvora quemada y el emplomado de los estrechamientos entorpecen el buen funcionamiento de las roscas y el acoplamiento de los ajustes, con lo que hay que tener mucho cuidado.

 TIPOS DE POLICHOQUES

A nivel general, podemos decir que existen cuatro tipos diferentes de polichoques, si bien algunos de ellos han quedado totalmente obsoletos:

– Polichoque único variable: totalmente en desuso en nuestros días. Consistía en un tubo mecánico, de complicada estructura interna, que se fijaba al extremo del caño y que variaba la estrangulación girando manualmente un anillo que actuaba sobre las lengüetas internas, prolongación del cañón, agrupándolas (choque cerrado) o separándolas (choque abierto). Se ha dejado de utilizar por tratarse de un mecanismo incómodo y muy propenso al desgaste.

– Choques entubados exteriores: sólo se usan en escopetas de repetición. Se trata de tubos de distintas longitudes y estrechamientos, que se acoplan al caño exteriormente mediante una rosca externa. Tienen la ventaja de que su colocación puede realizarse de forma totalmente manual, sin necesidad de llaves especiales. Con estos choques se puede alargar la longitud del caño al tiempo que transformar el choque, si bien también tienen el inconveniente de obligarnos a transportar las boquillas en el bolsillo si queremos hacer cambios en el mismo campo.

Ofrecen una gran fiabilidad y resistencia, al tiempo que una fácil y cómoda limpieza.

– Choques entubados internos: la última novedad en choques. Con ellos todo el tubo intercambiable permanece embutido en el interior del cañón, el cual contiene interiormente en la boca de salida una rosca interna y el variador otra del mismo paso externa. Se introduce de manera manual, si bien al final es preciso ajustar con una llave especial. Este tipo de choques son válidos para cualquier tipo de cañón: yuxtapuestos, superpuestos o de repetición. Para no tener problemas, siempre será recomendable adquirirlos de muy buena calidad, puesto que de no ser así pueden ensuciarse y oxidarse con cierta facilidad.

– Choques semientubados: también llamados semiinternos o semiexternos; mezclan las características y cualidades de los entubados exteriores y de los interiores, con la ventaja de que pueden ser utilizados en todo tipo de escopetas, al tiempo que ofrecen una gran facilidad de colocación y extracción totalmente manual. En este tipo de choques el tubo variador desmontable contiene la rosca exteriormente y el caño interiormente. El tubo, una vez montado, deja su tramo final al exterior para poder ser manipulado sin necesidad de utilizar ninguna llave. Así parte del tubo queda embutido en el cañón y otra parte permanece a la vista. Muchos no los quieren por resultar poco estéticos, sin embargo ofrecen una muy buena calidad.

Publicado en: Caza, Equipo de caza

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