Conejos en verano

Consejos

La llegada de junio es sinónimo de caza de conejos en muchas zonas de nuestra geografía. Sin duda la caza de conejos en verano es una de las modalidades de caza tradicionales más divertidas y apasionantes gracias a la abundancia, en términos generales, de esta especie, lo que nos va a permitir disfrutar de muchos lances en poco tiempo.

En verano las jornadas de caza van a ser cortas por lo que necesitaremos madrugar bastante y estar en el campo bien temprano, sin duda junio y julio son meses de mucho calor por lo que deberemos ir equipados con lo justo para no fatigarnos antes de tiempo y aprovechar las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, para que podamos soportar mejor el calor.

A continuación repasaremos las claves en cuanto a equipo y forma de proceder durante este tipo de salidas cinegéticas, esperamos que sus jornadas veraniegas de caza de conejos sean todo un éxito.

ROPA Y CALZADO

Dedicar un rato a seleccionar correctamente nuestra indumentaria nos permitirá disfrutar mucho más de nuestras jornadas en el campo.

La consigna parece clara, ropa amplia y de colores claros primando los tonos beige o marrón muy claro, que absorben menos el calor. El verde absorbe más calor que un color beige o marrón claro, idealmente debemos seleccionar prendas confeccionadas con tejidos técnicos de secado rápido, membranas transpirables y zonas específicas de ventilación algo que se agradece mucho al reducir la sensación de estar sudando continuamente.

Respecto al calzado optaremos por unas botas de verano que se caracterizan por ser más ligeras y normalmente de media caña. Cobra especial importancia en estas fechas que el calzado este perfectamente adaptado al pie, ni se nos ocurra estrenar calzado en estas condiciones, la mejor bota para ahora es la de temporadas pasadas. En definitiva un modelo de caña media y tejidos ligeros cumplirá sobradamente su objetivo.

No debemos olvidarnos de protegernos bien del sol, para ello el uso de sombreros o gorras resulta imprescindible, Para esta función la mejor opción es decantarse por un sombrero que nos resguarda mucho mejor que la gorra de visera que no cubre la nuca. Además del sombrero, no debe faltar nunca en nuestra mochila la crema de protección solar, respecto a la misma más vale pasarse que quedarse corto en cuanto a su factor de protección.

Otro complemento que puede resultar muy interesante cazando en brozas y monte bajo son unas polainas ligeras para evitar que nos entren pinchos en las botas, pues tarde o temprano entran y son un incordio.

Por último para completar el equipo, una mochila ligera, agua fresca, la canana y la percha ¡nada más!

¿QUÉ CARTUCHO USAR?

Normalmente la escopeta semiautomática suele ser el modelo más empleado pero sin duda una escopeta de dos cañones barre mejor el campo cuando el cazador debe agudizar el ingenio para tirar conejos en terrenos difíciles, eso sí busquemos una buena combinación de cartuchos para ambos disparos, hay que sacar la ventaja máxima al equipo.

Respecto al cartucho necesitamos un buen cartucho, fiable, cómodo, práctico, suave, adaptado a las condiciones generales de tiro que tengamos por término medio en nuestro coto y zona donde cazamos habitualmente. Pero hay que afinar más y hay que hacerlo porque podemos cazar mejor.

Para esta caza no hacen falta grandes cargas, ni cartuchos de perdigón muy grueso (salvo situaciones muy concretas), en realidad todo lo que necesitamos es un buen cartucho de caza que pare bien a los conejos, evitando que se nos vayan algunos heridos o tocados, pues sin perro será complicado cobrarlos.

Cartuchos que abran muy bien a distancia media, de 30 gramos y perdigón de séptima, para asegurar el lance, estos son los que mejor nos van a servir para cazar al salto y en mano en terrenos de buen tiradero; si se complica porque el tiradero es algo más largo, pasamos a 32 gramos también de séptima. Pensemos que los cartuchos de 32 cierran algo más el disparo.

Conviene tener esto muy en cuenta, porque si tiramos cerca con esta carga, y salvo que empleemos cartuchos con taco de fieltro o de plástico sin copa contenedora, vamos a fallar más de lo debido. En estos casos siempre 30 gramos, y si es siempre muy cerca, perdigón de octava, blando a ser posible, para parar mejor a los conejos. Tirar con 34 —abren más que los de 32…— o 36 gramos es tirar cartuchos fuera de lógica para las necesidades, y salvo terrenos muy complejos, nunca debemos recurrir a tirar cargas pesadas, menos cuanto más disparos peguemos en la jornada, pues con 30-32 gramos y jugando con los chokes, obtendremos mejores resultados.

Respecto a los cartuchos de 30 gramos, busquemos referencias entre los variados modelos de ojeo que conocemos, tienen altas prestaciones y una suavidad más que indicada para las cacerías de verano.

LA POSTURA DE VERANO

Buscaremos lugares cómodos desde los que otear el tiradero con facilidad y con buen ángulo de tiro, buscaremos pues la postura adecuada para cada lugar. Cazando en la temporada general la postura se toma en función del tiradero y de la forma de trabajar de los perros, también de las condiciones del monte, y hay lugares con una postura concreta, ya conocida, donde siempre se tiran conejos. Pues en verano ocurre igual: hay que observar bien el cazadero, pues hay zonas donde subiéndote a una u otra piedra, en un montículo o en la asomada concreta de un cerro, se tira siempre algún conejo. Busquemos altos cercanos al llano, un bancal desde donde veamos con facilidad los primeros metros de la siembra, los manchoncitos entre los olivos, las inmediaciones del arroyo, y los cerros de monte bajo con algunas crestas.

CAZANDO CONEJOS A PRIMERA HORA DEL DÍA

Al amanecer debemos avanzar mucho más precavidos y atentos a las distancias medias en lugar de a los metros anteriores a nuestro avance, debemos tener en cuenta que en esas primeras horas el conejo suele estar moviéndose todavía y no se encontrará encamado.

Si no somos cuidadosos con nuestro avance la mayoría se moverá por delante de nosotros sin que lleguemos a verlos por lo que tiraremos muchos menos.

En esta modalidad de caza al salto suele ser muy productivo recorrer los bordes del monte llano, centrando nuestra atención en los rodales de brozas cercanos que deberemos coronar y rodear posteriormente por su perímetro así como recorrer los majanos que tengamos cerca.

Lo habitual es que tiremos a 15 o 20 metros, quizás en algunas ocasiones un poco más lejos por lo que para hacer una buena percha en esta primera parte de la mañana, atenderemos a los conejos que se mueven del llano al monte según avanzamos, adelantando bien y no bajando demasiado la punta de la escopeta, pues muchos lances serán a conejos atravesados.

CONEJOS ENCAMADOS

A medida que el campo empieza a calentarse, los conejos se encaman por lo que si hemos empezado la jornada más tarde o continuamos cazando a estas alturas normalmente disfrutaremos de más lances de caza al salto.

A la hora de tirar conejos encamados sobre todo si cazamos en laderas y zonas de asomadas con monte bajo, resulta más provechoso que, en lugar de comenzar a cazar temprano, dejemos que el conejo entre a las matas a encamarse para sestear. Así, recorriendo posteriormente las zonas más querenciosas, iremos levantando un buen número de conejos que además saldrán casi siempre a excelente distancia de tiro.

Una excelente ventaja de esta modalidad es que cazando al salto se aprecia perfectamente el tamaño de los conejos por lo que podremos seleccionar mucho más los buenos ejemplares (salvo que tiremos en zonas muy cerradas de monte bajo y viendo al conejo cruzar entre las matas, sin ver su volumen real; pero quitando estos casos, en una parcela en el llano, o cazando en una ladera o en bancales, se ve claramente el conejo y su tamaño.)

Por último debemos tener la precaución de no cazar zonas que hayan sido pisteadas por cazadores tempraneros pues tendremos pocos conejos encamados y muchos encerrados.

DOMINAR EL TIRADERO

Debemos analizar rápidamente los parajes que vamos visitando antes de entrar a cazarlos ya que en esta modalidad cinegética es fundamental “ver” el cazadero para acertar con los disparos.

Cada zona tiene su tiradero y debemos situarnos de la mejor forma posible para controlar los claros y los pasillos en el monte para controlar los conejos que se muevan de un lado a otro que serán los que vayamos descubriendo.

Otro aspecto fundamental que debemos controlar es la distancia de tiro, lo cierto es que casi todos solemos tirar precipitadamente y dominando poco las distancias sobre todo en las primeras jornadas.

Nunca debemos precipitamos. Raro será que estemos cazando en una zona tan enmarañada como para tener que tirar muy rápido: encarar mal y aculatar incorrectamente hace que fallemos «inexplicablemente» y esto redunda en los siguientes lances, fallando mucho más de lo que sería normal.

Es tan grande el afán de captura que solemos encarar mal, seguir peor, y tirar casi de cualquier forma, por querer asegurar cada pieza. Y el conejo, como todo, requiere un mínimo de técnica.

OTROS CONSEJOS

  • Debemos cazar conejos en la justa medida que el cazadero permita siempre y cuando no reduzcamos la población tanto como para que se resienta el coto en octubre.

  • Hay que parcelar el coto y dedicarnos a cazar de forma equilibrada. ¡Que nuestro coto soporta perchas de diez o doce conejos sin resentirse en exceso! Pues a disfrutar de un buen número de lances en cada jornada. ¡Que no! Habrá que actuar de otra forma.

  • Una de las mejores opciones es dividir la jornada en dos partes para obtener rendimiento del campo en zonas diferentes, dedicando la amanecida a cazar en espera y cazando al salto un par de horas a media mañana.

  • A la espera: Debemos amanecer en el campo en aquellas zonas donde solamente la espera es posible: los bordes del manchón con el llano, los alrededores de campos de cultivo, esos pegotes de monte bajo entre olivos o almendros, los majanos en el entorno de terreno de labor, etc.

  • No es recomendable esperar en las inmediaciones de las bocas o encerraderos, pues se encierran algunos conejos plomeados y estropeamos un entorno conejero que, bien dosificado, depararía muchos mejores resultados.

  • Al salto: Después de la espera, ya eviscerados los conejos y guardados en la nevera que llevaremos en el coche, cambiamos de zona y nos marchamos bien a los llanos de liego y brozas donde los conejos ya están encamándose, o a las laderas y cañadas de monte bajo, también a las zonas de bancales.

  • Toca aprovechar el potencial de estas zonas donde a la asomada y al salto vamos a tirar unos cuantos conejos, procurando llevar bien el viento de cara y no proyectar sombra en la parte más iluminada.

  • En estas zonas hay que caminar y observar a la vez, y hacerlo siempre con la escopeta dispuesta a un encare rápido, no tanto por los conejos que puedan saltar casi pisados, sino por los que se mueven a media distancia y se tapan con rapidez.

Etiquetas : Caza menor, Conejo
Publicado en: Caza, Consejos

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