Los calibres ideales deben ser especialmente rápidos y no demasiado “gordos”, lo que se traduce en trayectorias tensas, que ayudan a minimizar los posibles fallos de apreciación de la distancia y a disminuir la corrección que deberemos hacer para compensar la caída del proyectil, además también suelen ser relativamente potentes, para paliar la pérdida de energía que se produce por la pérdida de velocidad del proyectil que genera el rozamiento del mismo con el aire durante el vuelo.
Por tanto las características esenciales son contar con una buena rasante y con la energía suficiente. Pero no en la boca del cañón sino la energía en el momento de impacto.
La rasante es igual de interesante en todas las especies susceptibles de ser cazadas a rececho, desde las más pequeñas a las más grandes, sin embargo la energía debe estar en consonancia con la masa de nuestro objetivo.
De ahí que dos calibres ideales para el rececho puedan ser extremadamente diferentes como por ejemplo el 243 Win (perfecto para el rececho del corzo) y el 300 Win Mag (perfecto para el rececho del venado); Ambos calibres comparten datos balísticos de rasante bastante parecidos sin embargo la energía en el momento del impacto es radicalmente distinta.
En líneas generales podemos hablar de dos grupos de calibres: Para presas más ligeras (corzo, muflón, gamo, rebeco…) y presas de mayor porte y por tanto más resistentes como el venado, jabalí e incluso arruís o machos monteses que se quedan a medio camino entre una cosa y la otra.
Cualquier munición entre los 6 y los 8 mm de calibre, rápida y de trayectoria tensa será válida. Desde el 243 Win cargado con bala de 100 grains hasta los diferentes 300 y 8×68 S, teniendo en cuenta que a partir de 7mm los rifles son muy pesados.
Otra excelente opción que nos permite abarcar distancias de tiro de hasta 250 metros es el .270 Winchester con bala de 130 grains.
Cualquier calibre que veamos que tiene la rasante adecuada para la distancia a la que esperamos disparar y datos de energía siguales o superiores al 243 Win es susceptible de ser utilizado para rececho.
Para los objetivos más grandes y resistentes, o para largas distancias, pese a que el 243 Win y calibres similares cumple con el requisito de velocidad y rasante debemos buscar algo más contundente, que mantenga esa necesaria rasante pero que pegue más, por tanto que mantenga una cantidad de energía suficiente para abatir a una res de cierto tamaño y resistencia limpiamente.
El 7mm Remington Magnum con bala de 140-150 grains es nuestra opción, calibre universal donde los haya, del que encontraremos múltiples opciones de armas y munición y que cumple sobradamente con todo lo necesario para abatir al más grande de los venados de nuestros montes o al más lejano de los machos monteses de nuestras sierras.
La opción magnum corta en calibre .300. comparte las mismas cualidades y lo podríamos poner como calibre de rececho tope para nuestra fauna.
Evidentemente aquellos calibres intermedios que cumplan con los requisitos de rasante y con datos de energía entre el 243 Win y el 300 Win Mag serán perfectamente válidos para fines similares.
