Limpieza de una caña de mosca

Consejos

Por mucho cuidado que tengamos, el simple uso de la caña durante largas jornadas de pesca hará que ésta se llene de suciedad. No estamos hablando sólo de un problema estético, sino que debemos tener presente que toda esta suciedad puede ser la causa de fallos importantes en la caña.
Por ello resulta tan importante que, cada cierto tiempo, realicemos una limpieza a fondo de la misma. A continuación le explicamos cómo debe realizarse.

Limpieza por fuera

El exterior de la caña es, sin duda, donde la suciedad más llamará la atención, dando un aspecto general de desgastada o “vieja”.
Para limpiarla, utilizaremos una esponja suave, un cepillo de dientes, agua tibia y jabón neutro.
Comenzaremos por limpiar cada tramo de forma concienzuda, parándonos en cada pequeño rincón. Para poder acceder a los huecos más difíciles nos serviremos del cepillo de dientes, con el que nos pararemos en cada anilla (mucho cuidado a sus monturas, suelen ser un lugar en el que la suciedad gusta de quedarse).
La limpieza de las anillas resulta fundamental, tanto por fuera como por dentro, puesto que la suciedad que en ella puede llegar a acumularse es la culpable casi siempre del desgaste prematuro de nuestras líneas de pesca, así como de su mal funcionamiento que provoca lances poco precisos o de poco alcance.
Tras su limpieza con el cepillo de dientes, compruebe que el estado del interior de la anilla es correcto pasando un bastoncillo de algodón (de los utilizados para los oídos). En caso de que observemos cualquier enganche del algodón será porque quedan restos de suciedad, por lo que deberemos proceder de nuevo a pasar, con más ahínco aún, el cepillo de dientes previamente mojado en agua con jabón neutro. Si la suciedad se resiste, podemos recurrir a una lima redonda fina, si bien deberemos utilizarla con sumo cuidado.

Enchufes

Aunque el macho de los enchufes es fácil de limpiar, la hembra puede dar problemas puesto que en ella se pueden acumular restos de barro.
En caso de que sean enchufes grandes, podremos proceder a la limpieza con un bastoncillo de algodón, pero para los más pequeños deberemos hacernos con un “limpia pipas” que encontraremos en los estancos.
Será conveniente “lubricar” la zona, para lo cual nos valdremos simplemente de un lápiz de mina blanda (2B).

Portacarretes

Nos valdremos de nuevo del cepillo de dientes (de cerdas más bien duras) para limpiar la rosca del portacarretes.
Cuando lo hayamos limpiado y secado bien, le daremos una fina capa de aceite de silicona; debe darse una capa muy fina, retirando después cualquier resto, dejando sólo una invisible película de protección.

Empuñadura

En función del estado de la empuñadura, deberemos proceder de una forma u otra:

  • Empuñadura sucia: frotaremos con alcohol de 96º, que le devolverá su tonalidad habitual.
  • Empuñadura gastada: la lijaremos suavemente para eliminar la suciedad y los pequeños arañazos.
Etiqueta: Pesca mosca
Publicado en: Pesca, Consejos

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