Tipos de botas de montar

Material

Cuando nos planteamos qué botas de montar elegir nos encontramos una gran variedad de modelos en el mercado, en función de la modalidad para la que están pensadas y su material de fabricación podemos hablar de:

Botas inglesas: las más utilizadas entre los jinetes que practican el Salto de Obstáculos. Suelen ser de piel y esto aporta gran comodidad por la flexibilidad de la misma. Puede encontrarse con cordones o con cremallera.

Una variedad de esta bota está destinada a la Doma Clásica. En este caso la bota resulta más austera y recta y suele ser de una sola pieza, sin adornos y generalmente de color oscuro o negro, por motivos puramente estéticos ya que el conjunto de ropa del jinete de Doma suele ser muy uniforme a la vez que elegante.

Botas de goma: es, sin duda la más económica del mercado. Suele estar fabricada con caucho, fácil de mantener y limpiar. Es aconsejable que incorpore forro de neopreno interno ya que este tipo de bota comporta un gran contraste de temperaturas, haciendo que el sudor del pie pueda llegar a ser realmente molesto.

Por otra parte, este tipo de botas son las más usadas por aquellas personas que trabajan y se mueven habitualmente en las cuadras.

Botas camperas: las más habituales en la monta a la vaquera y en general, para andar entre caballos en el monte. Suelen ser de piel de becerro.

Botas vaqueras: sumamente parecidas a las botas camperas pero con adornos tales como flecos, dibujos y similares.

¿QUÉ MODELO DE BOTA ELEGIR?

Decantarse por unas botas de montar u otras es una decisión que depende de muchos factores; principalmente, de la modalidad que practiquemos. Sin embargo, existen una serie de recomendaciones generales que pueden seguir todos los jinetes.

  • Material: Los modelos de cuero o piel suelen ser de mejor calidad, más cómodas ya que se adaptan pronto a la forma de la pierna y el pie del jinete y más duraderas si se realiza un correcto mantenimiento de las mismas como veremos al final de este artículo. Su principal desventaja es que requieren un mayor mantenimiento.Otro aspecto a tener en cuenta es que en función del material, como en las de goma o las de caucho, se puede notar una diferencia notable de temperatura. De esta forma, el jinete pasaría mucho calor en verano y bastante frío en invierno.
  • Buen agarre al tobillo. Es crucial que el calzado que elijas para montar sujete adecuadamente tu tobillo. Esta articulación actúa como amortiguador cuando la propia actividad del caballo te empuja hacia delante, por lo que sufre numerosos impactos. Un buen ajuste protegerá la zona y reducirá la posibilidad de lesiones.
  • Ni muy alta, ni muy ancha. Uno de los riesgos de elegir un calzado inadecuado es que éste se quede enganchado en el estribo, algo que es especialmente peligroso cuando se producen caídas. Para evitarlo, asegúrate de que la parte delantera de la bota no sea demasiado alta ni demasiado ancha, de manera que no se pueda atascar.
  • Flexible y resistente. Para montar, necesitamos que nuestros pies estén cómodos y tengan libertad de movimiento. Elegir un calzado flexible es básico si queremos rendir sobre la silla. Sin embargo, es tanto o más importante que nuestras botas de montar estén fabricadas de un material duro y resistente que soporte pisadas imprevistas de nuestro caballo y otros impactos.
  • La caña, según la modalidad. Lo más habitual y recomendable es montar con botas de caña alta, por debajo de las rodilla. Estas protegen más la pierna que las de caña baja y no dañan al caballo con el roce del movimiento. Sin embargo, la elección de unas u otras depende por completo de la modalidad que practiquemos. Para campo, por ejemplo, lo ideal son botas o botines resistentes y flexibles, con la suela gruesa y fabricados en algún material tipo Gore Tex que aísle de la humedad. Para la doma suele utilizarse un calzado más alto y rígido y para salto, debemos priorizar que éste sea blando y cómodo.
  • Tengamos en mente, además, que al montar a caballo el pie suele sudar y conviene que el calzado esté adecuado a esta circunstancia. Lo más normal es que las botas de montar incorporen un forro interior que permite la ventilación.
  • Las de goma, por el contrario, son fáciles de limpiar y muy útiles si se camina o trabaja habitualmente en las cuadras. Sin embargo, y aunque su precio es más económico que las botas de piel, resultan más incómodas.
Publicado en: Hípica, Material

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