Ser capaz de colocar un protector a nuestro caballo correctamente y sin generar ningún “conflicto” es algo que todo cuidador debería saber hacer.
Hay que tener muy presente que una incorrecta colocación del protector puede acarrear problemas de diferente gravedad en función del tiempo de uso y del error que hayamos cometido…
Por todo ello, te recomendamos que cuando vayas a colocar un protector tengas en cuenta todos estos puntos:
- Habitualmente los protectores se venden de cuatro en cuatro: lo primero que debes aprender es a diferenciar los que se utilizan en las patas delanteras con respecto a los de las patas traseras.
Un truco muy básico: los que se utilizan para las patas delanteras son algo más cortos y habitualmente tienen una correa de sujeción menos.
- A la hora de colocarlas, verifica que la correa de sujeción queda orientada hacia atrás, salvo en el caso de las rodilleras y los protectores de corvejón.
- Además las correas de sujeción quedarán por la parte de fuera para que no se toquen con las del lado opuesto, lo que podría terminar en un accidente.
- En el momento de la colocación, deberá cerrar primero la correa central, de manera que evitemos que el protector se deslice hacia abajo si el caballo se mueve antes de terminar de colocar la protección.
- Mucho cuidado al apretarlas: lo haremos lo suficiente como para que no caigan pero nunca tanto como para que puedan llegar a resultar molestas para el animal.
Pon especial atención para que la presión sea uniforme a lo largo de toda la superficie protegida.
- Verifica que el velcro está perfectamente limpio antes de ponerlo. Si no es así no apretará bien, corriendo además el riesgo de que se vaya soltando o de que se abra, causando un serio accidente.
- Para quitarlos, empezaremos siempre desde abajo.
