La importancia de los protectores

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De manera constante las extremidades de nuestros caballos se ven expuestas a toda una serie de inconvenientes que pueden perjudicar la buena salud del animal en general o el desempeño de la actividad que esté destinado a realizar.

Para intentar evitar estos problemas, tenemos los protectores, cuya función principal es proteger las extremidades de golpes, pero que sin duda tienen otras muchas ventajas. Tanto es así que muchos optan por un uso diario y constante de estos elementos.

Actualmente podemos encontrar una amplia gama de protectores para las extremidades de nuestros caballos; pero ¿sabemos realmente cuáles son sus funciones?, ¿son útiles?, ¿cómo elegir los más adecuados para cada caso? Todas estas preguntas tienen su origen en la necesidad de proteger las patas del caballo.

Y es que sin duda el “truco” está en saber elegir los protectores correctos, pero también en saber colocarlos.

BENEFICIOS DE LOS PROTECTORES

Científicamente se ha demostrado que los protectores tienen una serie de beneficios en la salud de los caballos: evitan la cojera, evitan lesiones, golpes… y demás.

Teniendo esto en cuenta, lo más recomendable es utilizarlos a diario y de forma regular.

Ahora bien, el protector será funcional siempre que sea el indicado en función a dos puntos:

  • La actividad realizada por el animal.
  • La morfología del animal.

Dentro de los beneficios generales e independientemente del tipo de actividad que realice el caballo, podemos destacar los siguientes beneficios del uso de protectores:

  • Protección de golpes durante el trabajo, la práctica de una actividad o paseo.
  • Evitan roces o alcances de cualquier elemento que se encuentre en el terreno por donde pasa el caballo.
  • Protegen las articulaciones de tal forma que evitan las lesiones que se puedan producir durante el trabajo diario.
  • Previenen el sobrecalentamiento de tendones durante la actividad física.

TIPOS DE PROTECTORES

A nivel general podemos decir que existen cinco tipos de protectores en el mercado.

  • Salto: especialmente creados para utilizarse al realizar saltos en la pista.
  • Doma: diseñados exclusivamente para la disciplina.
  • Transporte: protegen las extremidades del caballo de posibles roces que se pueda realizar el propio animal dentro del van. Para el transporte podremos elegir entre protectores largos o cortos, en cuyo caso es preciso utilizar rodilleras o protectores especiales que cuiden el estado de las articulaciones. Por último, comentar que durante el viaje es aconsejable proteger también la cola (existen protectores especiales) y la nuca, para evitar que el caballo se haga daño si se golpea la cabeza contra el techo. Los protectores de nuca suelen ser de fieltro o cuero.
  • Trabajo: utilizadas para entrenar o concursar, sirven como salvaguardia de las patas ante los más que probables golpes durante el trabajo. En este caso existen varios tipos o modelos de protectores para el trabajo, siendo los siguientes:
    • Enteros: evitan los golpes en el menudillo, tanto en el trabajo a cuerda como montado.
    • Tendoneras: pensadas para la sujeción de los tendones durante el trabajo intenso. Se usan en los anteriores para la protección de los tendones de los posibles golpes con los posteriores.
    • Campanas: piezas de goma en forma de campana que sirven para proteger la corona y los talones. Cubren el casco completamente.
    • Rodilleras: suelen ser muy ligeras para no entorpecer los movimientos del caballo; sirven para montar evitando los posibles daños en caso de caída. Las lesiones en las rodillas pueden ser superficiales y por tanto poco importantes, o muy graves en los casos en los que el hueso de la rodilla se ve afectado.
  • Descanso: utilizadas cuando el caballo se encuentra en el box. Su función es evitar que se roce, que se enfríe o incluso prevenir los posibles tirones en los tendones que suelen producirse tras una intensa jornada de trabajo.

Lo más habitual es disponer de, al menos, dos tipos de protectores, a elegir siempre dependiendo de las actividades que realice el animal, como por ejemplo, realiza la doma como disciplina, pero además utiliza las de descanso y eventualmente cuando hay que trasladarlo, utiliza los protectores de transporte para que no se lastime mientras está en la van…

¿CÓMO COLOCAR LOS PROTECTORES?

Los protectores son sumamente eficientes siempre y cuando sean colocados correctamente.

En el caso contrario, si no somos cuidadosos y no colocamos bien el protector, éste puede acabar provocando lesiones de diferente grado al animal.

No se trata de una operación muy complicada, de hecho el uso de los protectores se está extendiendo en el mundo hípico gracias a la comodidad y rapidez que ofrecen en el momento de la colocación. Aun así, deben tenerse en cuenta una serie de puntos para comprobar que los protectores se ponen correctamente al animal y evitar nefastas consecuencias.

A la hora de colocar unos protectores deberás tener en cuenta lo siguiente:

  • Cuando compres los protectores verás que se venden de cuatro en cuatro; debes ser capaz de apreciar las diferencias existentes entre ellos: los que se utilizan para las patas delanteras son algo más cortos y habitualmente tienen una correa de sujeción menos.
  • A la hora de colocarlos, verifica que la correa de sujeción queda orientada hacia atrás, salvo en el caso de las rodilleras y los protectores de corvejón.
  • Además las correas de sujeción quedarán por la parte de fuera para que no se toquen con las del lado opuesto, lo que podría terminar en un accidente.
  • En el momento de la colocación, deberás cerrar primeramente la correa central, de manera que evitemos que el protector se deslice hacia abajo si el caballo se mueve antes de terminar de colocar la protección.
  • Mucho cuidado al apretarlas, lo haremos lo suficiente como para que no caigan pero nunca tanto como para que puedan llegar a resultar molestas para el animal. La presión deberá ser siempre uniforme a lo largo de toda la superficie protegida.
  • Verifica que el velcro está perfectamente limpio antes de ponerlo. Si no es así no apretará bien, corriendo además el riesgo de que se vaya soltando o de que se abra, causando un serio accidente.
  • Para quitarlos, empezaremos siempre desde abajo.

RECOMENDACIONES

  1. Nunca pongas un protector que esté mojado o húmedo, esto puede traer consecuencias en la piel del caballo. Asimismo, se debe evitar colocar los protectores si el caballo está sudado.
  2. Comprueba siempre que los protectores a colocar están perfectamente limpios, cualquier suciedad puede provocar incómodos roces al animal.
  3. Verifica también que la zona del caballo sobre la que va a colocar el protector está perfectamente limpia y lo más seca posible.
  4. Los protectores sólo podrán ponerse al animal por un corto periodo de tiempo, puesto que de otra forma la suciedad puede ir acumulándose dentro de ellas, provocando rozaduras y heridas.
  5. Renueva los protectores de forma periódica, nunca lo uses si está gastado o tienes alguna duda de que el velcro o la forma de sujeción va a aguantar correctamente.
Publicado en: Hípica, Material

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